Desde el principio del primer milenio y el asentamiento de las ciudades humanas en el mundo, han existido 3 poderes los cuales les otorgan seguridad y confort.
La Fe, siempre guiándolos por el camino correcto, enseñándoles a ser solidarios y devotos.
La familia, instruyendo conocimientos y enseñanzas generación tras generación, asegurándose de legar conocimientos útiles parala sociedad.
Por último la Justicia, el conocimiento de que cada acto tiene una consecuencia y a aquellos que obran el mal recibirán sin falta un castigo.
Es probable que hubiese una época en donde estos tres poderes influyesen perfectamente en la humanidad, pero desde hace mucho no es así.
La fe dejo de guiar a las personas y empezó a arrastrarlas como ganado, las familias empezaron a trasmitir poder en lugar de conocimiento dando vida a lideres corruptos, y la justicia se volvió ciega ante ciertas personas y libero todo su peso en otras.
Esas fueron las primeras señales de que desde hace mucho el mundo estaba dañado.
Lunes 1 de diciembre año 2036…
Hora 1…
Este era un día de extrema importancia para el mundo entero, a lo largo de todo el globo sin importar la etnia, la religión, el estatus social o familiar, todo el mundo miraba atentamente la televisión.
En las pantallas un imponente edificio decorado con las banderas de todos los países del mundo se dejaba ver, rodeado por miles de reporteros de distintas partes del mundo y cuerpos militares que formaban un perímetro en la zona.
En el interior del edificio se podía ver a un sin número de lideres mundiales, presidentes, senadores, ministros, incluso miembros de la realeza y la aristocracia.
Pero no se limitaba solo a eso, en el lugar también había representantes de las ciencias, las religiones, las matemáticas, la literatura y las artes, representantes de las tribus pre hispanas, nativo americanas, etc.
Nunca antes en toda la historia del mundo civilizado un congreso de este estilo se había llevado a cabo, pues en toda la historia del mundo civilizado el mundo había enfrentado una crisis de tal magnitud.
En el exterior del edificio una sombra se dejó ver, cubierta en una gruesa armadura y una larga capa negra, flotando inerte por encima de la edificación.
Esa persona estaba aquí…
Hora 2…
Durante unos minutos esa persona no realizó ningún movimiento ni dijo palabra alguna, solo permaneció inerte.
La tención del publico empezó a aumentar, tenían miedo de esa persona, pero igualmente no podían apartar la mirada de él, pues sabían que solo un movimiento de su mano sería suficiente para eliminarlos a todos junto con esa ciudad.
Paso así media hora y por fin esa persona descendió al nivel de la puerta, y tranquilamente pasando ante la vista expectante de los militares y los reporteros ingreso al edificio.
Dentro del edificio un sin número de soldados señalaban su camino a recorrer, todos ellos nerviosos por su presencia.
Entre los soldados uno no pudo contener la necesidad y apunto su arma en contra de esa persona.
—¡Muere monstruo maldito…! —exclamo justo antes de ser abatido por otro del mismo pelotón.
Esa persona no le dio importancia a lo acontecido y siguió su camino, hasta por fin llegar al gran salón, lugar donde todo mundo le estaba esperando.
Hora 3…
Dentro del gran auditorio todas las miradas de todas las personas estaban dirigidas a un único punto y a una única existencia.
Entre los presentes un hombre mayor de edad toma el micrófono y tras tragar los fluidos estancados en su garganta habla.
—Hemos cumplido con nuestra parte del acuerdo —aclama el hombre — los lideres de todas las naciones están presentes, al igual que los representantes de todas las etnias, religiones y disciplinas.
—Por supuesto, supongo que es mi turno de cumplir mi parte.
Alrededor de su cuerpo la armadura que lo cubría empezó a cambiar de forma adoptando la imagen de una monstruosa criatura cuasi orgánica; parecía un ataque, pero en realidad era todo lo contrario.
La armadura empezó a desprenderse rápidamente y la persona debajo se dio a relucir.
Una mujer de largos y rizados cabellos negros, piel pálida cuasi asiática y ojos de un profundo verde esmeralda. A su lado la imponente armadura se retrajo, hasta adoptar la forma de una criatura cuadrúpeda similar a un perro que se mantenía a su lado.
Los representantes quedaron expectantes ante lo que veían, mientras que los espectadores de la transmisión solo podían suponer lo que veían pues el rostro y voz de aquella mujer estabas distorsionado como parte del acuerdo.
—Aceptaron a todas mis demandas sin más reclamos, eso claramente les hace merecedores de unos minutos de mi tiempo.
Los representantes se vieron en la necesidad de guardar la calma pues sabían que lo peor que podrían hacer en estos momentos seria mostrar miedo.