Algo que los humanos tienen en común con nosotros es su pureza…
Nadie es realmente puro en este mundo…
Nacemos puros, pero empezamos a corrompernos al sentir experiencias…
Y eso no es algo malo.
Pues son las impurezas lo que vuelven dichosa a la vida…
Y es la dicha lo que hace que la vida valga la pena…
Incluso si después solo hay dolor.
—Yublan J. Jaeger
Una vez un famoso director dijo una vez, “Las películas poseen el poder de atrapar los sueños y las almas”, por un lado, este trataba de decir que las películas son la brisa que aviva los sueños de la audiencia.
Pero también, quiso expresar que todas las películas tienen un alma, hecha a partir de los sueños y deseos de todos los involucrados, algo que fácilmente puede llegar a olvidarse.
La imagen de una cámara se hace presente apuntando en contra de una pared, la información a un costado de esta revelaba que era febrero del 2035 lamentablemente su batería estaba casi agotada por lo que la grabación rápidamente se vio interrumpida.
Cuando la grabación se reanuda, una persona se posa en frente de la cámara un hombre de tez clara y cabellos anaranjados, quien observaba perpendicular a la cámara.
—¿Ya empezamos? —espeta el hombre rápidamente apuntando a la cámara —Bueno, ni siquiera sé que es lo que debería decir.
—Que tan si nos hablas de ti — espeta la voz de la camarógrafa.
—Bueno, me llamo Harvey, tengo 26 años, soy de signo virgo y… estoy soltero —Expone algunos datos sobre el mismo.
—Tal vez algo mas relacionado con el video…, que tal si nos muestras tu poder —Afirma la camarógrafa.
—No puedo —exclama el hombre.
—Que pasa, ¿Acaso es un secreto? —señala.
—No, simplemente que si uso mi poder aquí tirare el techo sobre nosotros, y nadie quiere eso —Expone.
—Buen punto, mejor pasemos a la siguiente pregunta…
Con esas palabras una pausa se hace presente en la grabación, para inmediatamente regresar con otra persona, una mujer de tez asiática, cabellos negros y lentes negros.
—¿Porque me convertí en una apóstol? — señala la mujer —Principalmente por dinero, al inicio me uní a este grupo como mercenaria, pero me quede por los beneficios.
—Ya veo… — Aclama la camarógrafa —Y puedo preguntar ¿porque las gafas negras?, siempre las llevas puestas.
—Cosas de Lamias… pasemos a la siguiente pregunta…
En ese instante la imagen vuelve a flaquear, mostrando a una nueva persona, en esta ocasión a la apóstol Van Helsing quien se mantenía cerrada a las preguntas.
—Retira esa cámara de mi cara antes de que la rompa en la tuya —Reclama la mujer.
Inmediatamente la cámara vuelve a cambiar esta vez mostrando a un hombre enorme, con la cabeza rapada y una barba notable, quien era mas abierto a las preguntas.
—Cuando la guerra termine, quiero regresar a casa, mi mamá no ha sabido de mi en varios años y quiero saber si mis hermanos están bien —Aclama el apóstol mostrándole una fotografía.
—Vaya, parece que tienes una familia grande —Señala la camarógrafa.
—Así es, tengo 11 hermanos menores, todos ellos son chamanes como yo, es por eso que quiero crear un mundo donde no deban ocultar sus dones…
—Ojalá así sea Aiden.
En ese momento la imagen se corta momentáneamente, seguido de una gran cantidad de interferencia antes de terminar la grabación.
Ciudad de babel, Año 2037…
11 meses habían pasado desde la conferencia de la ARNU y la ciudad de babel había disfrutado una prolongada paz, la noche brillaba claramente con las gotas de la lluvia que había ocurrido la misma tarde, al tiempo que una sombra hace acto de presencia.
Entre los techos cerca de la torre una risa burlona se hacía escuchar; un hombre joven de cabellos negros y lentes rojos saltaba entre los tejados, riendo como un Arlequín demoniaco bajo el brillo de la luna.
Entre sus saltos, pilares de hielo se yerguen a su alrededor, pero con mucha destreza y sin perder el ritmo de su maquiavélica tonada los esquiva con jocosidad justo antes que el cañón de una bereta se pose contra su nuca.
—¿Quién eres tú? —pregunta la Apóstol Wagner en la escena.
—Saludos y buenas noches —espeta inclinando la cabeza —Es un honor verla en persona, Apóstol Luna Wagner, portadora del arma sagrada Calibur además de un corazón de Wraith.
—Estás bastante informado para actuar como un Arlequín demente —Aclama de forma más hostil.
—No es mi intención pelear con usted, solo he venido a ser un testigo —responde
—¿Testigo...?
—Testigo de la ruina y de la muerte que se ciernen sobre ustedes —espeta con una sonrisa.