Oreyet y Orefiyet

Capitulo 1 - una aguja en un pajar

se venia otro anochecer, nuevamente otro, no era diferente que los demás pero se notaba su singularidad, se acercaba como una nube de humo espesa

- vaya, pero que bonito día fue hoy no creen?- decia Kamir hablando inútilmente a los huevos que estaban envueltos en hojas y ramas precalentadas muy calientitos - discúlpenme por traerlos hasta aquí, pero su padre es muy testarudo

- te oí- dice Oreyet bajando de las alturas

- que?

- Kamir, esos no son mis hijos, y deja de decir que eres su madre es extraño!

-por que?, ademas me lo fueron encargados por Kimiri y no le fallare, y solo tu y yo lo sabemos

- que mentira!!!- contesta Oreyet indignado - te acuerdas esa vez que fuimos al pueblo de la gran montaña y tu comenzaste a presumir a las crías de Orefiyet diciendo que eran tus hijos y que extrañamente yo era el padre!!!??

-pero es la verdad, ahora tu y yo somos lo único que tienen estos futuros guerreros

- NO!!, yo no cuidare de esas criaturas, hazlo tú

- jaaaa, vaya que eres un mal padre- dice Kamir burlona

- quieres que caiga ante tus insistencias ¿verdad?

- oye, y... por ahy viste a Morel?

- no!

-mmmm malo

Ya ha pasado 5 meses desde que Kimiri habia sido encarcelado y Orefiyet habia muerto, con la desaparición de los Dykoria se escuchaban rumores de gigantescas bestias mágicas atormentando a los campesinos, a cuales solo les esperaba la extinción con el pasar de los años

Oreyet estaba comprometido a encontrar su reino pero otro problema habia aparecido: los hijos de Orefiyet, no podía ir a pelear con dos criaturas y Kamir se negaba a abandonarlos, es por eso que cada día buscaba al único ser que Kamir también confiaba, Morel, sin embargo el niño había desaparecido como aguja en un pajar

- ire a buscarlo esta noche - dice Oreyet

- de acuerdo, espero que tengas suerte

No mucho tiempo después de que Oreyet había emprendido el vuelo Kamir se preparaba para desvelarse toda la noche

- ahora sin Oreyet cualquier bestia podria atacarnos- decia mientras prendía múltiples fogatas alrededor de sus, como ella llamaba, hijos - no se preocupen bebes yo los protegere

Mientras a lo lejos se observava a un Oreyet desesperado por encontrar a Morel

- quien diría que algún día "yo" necesitara a un humano, que bien que Orefiyet no esta aquí para verlo- Oreyet lentamente levantaba su cabeza observando el cielo, cada vez que recordaba ese nombre miles de preguntas atormentaban su mente y una sola se le quedaba ¿qué sentido tiene hacer esto?

mientras las preguntas aparecían y desaparecían otro sentimiento se apodero de el al observar una pequeña silueta de ojos verdes salir de los arbustos; por fin había encontrado a la aguja en el pajar




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