Draiker:
- mi señor- dice un dragón rojo arrastrándose en mi cueva
- que sucede pequeño?
- malas noticias le e traido, acaban de informarnos que uno de sus hijos acaba de partir donde los espíritus, triste fue su muerte por que su hermano fue el causante
- Orefiyet a muerto, ¿verdad?
- acaso ya lo ha sabido?, es de suponer, aun antes de ser avisado su tristeza ha ambientado nuestro mundo, alegría para los dragones que no comprendemos ese sentimiento y la ignorancia es nuestro refugio
- ya llore su muerte antes de que ocurriera, pues estaba predicho; ahora solo nos queda esperar a su ejecutor que también será el mío
- mi señor...
- no es para tanto, ya de sobra lo sabemos, que entre hermanos se mataran y el vencedor al padre degollara, que para ese nuevo rey mismo destino ha de esperar. Esa es la maldición de mi raza
- su legado nunca será superado, ningún alfa fue tan considerado con los miembros de su manada, ninguno ha hecho que este reino fuera tan tranquilo y prospero, otros frente a usted no son nada
- pequeño rojo, no estas harto de este repetitivo juego?, es mi raza la que pelea y es la tuya la que sufre las consecuencias
- no hay consecuencias mi señor, ademas de que no comprendo bien a lo que se refiere con "harto", debe ser por que como usted se conecta con humanos para mi imposible ha sido
- pues no te has perdido de mucho, la mente humana no es compleja, son sus sentimientos y emociones lo que los dragones no comprendemos
- no quiero que lo vea de esa manera, he aprendido de usted aunque aun no he logrado comprender a ese animal al que llaman humano, que a pesar de ser inferior a conseguido ponerse encima de muchos de nosotros
- tal vez, pero no volverá a ser así otra vez
- mi señor?...
- pequeño rojo, comunica a todos, mi hijo esta viniendo y quiero que todo el mundo presencie mi declive
- si mi señor - dijo saliendo
viendo el horizonte a una montaña alejada pensó:
mi vida esta llegando a su fin, ya no podre protegerte, que será de ti, tesoro de mi futuro?