Pasado de Oreyet:
- Pero que está pasando? no entiendo por qué padre nos haría esto- dice Oreyet lloriqueando como un cachorro
- Oreyet levántate!!!- le grita Orefiyet - sabíamos que este día llegaría no somos unos cachorros
- yo no lo sabía!!!
- el no te lo dijo?
- no!!!- decía Oreyet - y aún soy un cachorro!!!, y acababa de aprender a bañarme!!
- Oreyet basta!, deja de lloriquear o te abandono aquí
- mp, lo siento - dijo Oreyet cubriéndose la boca mientras que Orefiyet lo miraba con pena, sabía que Oreyet era demasiado nervioso
- Oreyet ten - le dijo dándole una flor brillante de distintos colores lo único que calmaba a su hermanito
- como lo obtuviste-
- es lo único que pude agarrar cuando padre nos echo
- si, nunca olvidaré sus palabras, aunque no entiendo que significa, ¿Tu entiendes Orefiyet?
Orefiyet no respondió la pregunta de Oreyet solo se quedó observando a su alrededor buscando una salida, pero lo único que había era la pequeña isla en la que se encontraban, solo volteo a ver su reflejo contemplándolo con la mente ocupada
- que observas?
- yo .. nada, no estoy viendo nada - Orefiyet intento fingir diciendo que nada pasaba, pero ni el se había dado cuenta que de esos ojos verde azulado que tenia una lágrima había logrado escapar
- que es eso?, acaso está lloviendo?, dijo Oreyet con inocencia
- si eso parece - dijo Orefiyet limpiándose mientras observa el cielo
- tengo hambre
- también yo hay que salir de aquí
- como? No veo tierra
- si volamos hacia el sol podremos encontrar tierra
- pero... Yo...
- que?
- no se volar muy bien, mejor be tu yo te esperó
- no te dejare a qui, ya casi anochece partiremos cuando salga el sol
- bueno, aunque sigo pensando que debería quedarme solo te perjudicare, además si la tierra esta demasiado lejos ¿crees que podamos aguantar tal distancia?
-mmm, aunque no tenemos opción moriremos de todas formas si nos quedamos aquí
- por que?, podemos cazar peces
- no me refería a eso, vez este suelo, es una gran piedra que al parecer a estado mucho tiempo bajo el agua, pero ahora mismo el agua ni siquiera alcanza a rosarla ¿verdad?
- si así es ¿por que crees que sea?
- parece que este suelo se va adentrando poco a poco al mar y solo sale cuando el puertas al mundo de los dragones se abre
- oh, entonces se volverá a entrar al agua?
- si, y no creo que seamos los únicos que habitan esta región, lo ves?, de una u otra forma moriremos, hay que intentar sobrevivir
- si tienes razón
- bueno, ahora hay que descansar
- si ya estoy muy cansado
- siempre estas cansado aunque no haces nada
Ambos se acurrucaron entre si intentando aguantar el frío de la noche, no se veía nada a su alrededor pero tenían lo más importante, se tenían el uno par el otro.
Oreyet no era muy grande sequía siendo un cachorro, por más que lo intentaba no podía dormir por el ruido que provocaba el océano y Orefiyet lo calmaba cubriendo sus orejas mientras que sus cuerpos temblaban, ambos intentaron prender un poco de fuego para calentar su cuerpo, pero el mundo humano estaba en su contra, inesperadamente una gran tormenta apareció con trueno y relámpagos que los enfrió por completo, ambos trataron de cubrir su pecho para que no se apagara en un intento no por dormir sino por sobrevivir ya que el mundo humano claramente nos los quería en sus suelos
Ninguno pudo dormir aquella noche, sus estómagos rugían del hambre no tenían nada de comer además de agua salada, Orefiyet había cazado un par de peces para alimentarse antes de emprender el vuelo. Comieron tantos peces como pudieron, descansar un poco y por fin emprendieron el vuelo rumbo al sol con la esperanza de encontrar tierra,
Ya había pasado medio día y nada aún
- tengo hambre y no veo tierra
- también yo tengo hambre pero debemos esperar, cuando vea un pez lo atrapare y te lo daré
- también puedo cazar uno para mí yo solo, no nececito tu ayuda - decía Oreyet presumiéndose
- si claro, entonces házlo
- que?, quieres que lo haga ahora?
- si
- bueno, es que no tengo hambre
- mentiroso cobarde
- no soy mentiroso y mucho menos un cobarde, ahora mismo lo hago - dijo Oreyet y sin más preámbulo se lanzó al mar en busca de un pez
- OREYET!!!!! - grito Orefiyet buscándolo pero no lo encontraba por esa niebla espesa que cubría todo el mar, ellos habían volado por encima pero Orefiyet no tuvo de otra que entrar en la neblina buscando a su desobediente hermanito, su temor era que alguna bestia del océano se lo comiera, habían todo tipo de criaturas mágicas alrededor de la entrada al mundo de los dragones
- OREYET!!!!! Comenzó a gritar buscándolo. pero no encontró respuesta alguna, no de el
- pero quien hace ese ruido!! - grito una voz y del mar emergió un pulpo enorme con grandes tentáculos
Orefiyet se quedó paralizado observando a la criatura pero sabía que no iba a hacerle daño, no parecía agresivo
- disculpe si lo moleste pero estoy buscando a mi hermano, es un dragón idéntico a mi
- que?, ha si, si lo ví, atacó a uno de mis hijos
- oh, lo siento mucho, un es un cachorro, por favor no lo lastime
- como sabes que no lo mate?
- por qué no me parece una criatura malvada, y además Oreyet es listo se libro de alguna forma
- si, así es, no me gusta matar y el pequeñín suplico tanto por su vida, así que lo encerré en un cofre y lo arroje al sur, dónde navegan los hombres
- que??!!, por qué hiso eso?
- pues para alejarlos arrojo diferentes objetos extraños al rededor con tal de guiarlos más lejos de mi
- como lo llaman señor?
- a mi?, pues me llaman monstruo del mar por qué con mis tentáculos muevo el océano y provocó los truenos, así es dime Trueno, es un lindo nombre ¿verdad? - dijo el gran pulpo mientras que con sus palabras hacia mover el agua y el viento