Oreyet y Orefiyet

Capitulo 17 - fin del pasado

Pasado:

Orefiyet ya había conocido a Kimiri mucho más antes de lo recordado, fue en uno de sus viajes al mundo humano, Orefiyet al verlo se quedó tan fascinado por su poder que lo quería como su amo sin ni siquiera conocerlo

Al verlo de nuevo volvió a sentir aquel sentimiento de protección que solo Kimiri le brindaba, por un instante olvido a Oreyet y se concentro en su futuro amo, con él de seguro llegaría a ser el Alfa, con él su destino cambiaría ya no sería el débil destinado a morir

Lentamente se acercó al niño emitiendo extraños sonidos pero amistosos igual que un gato, Kimiri volteo con miedo y al instante lo reconoció

- Orefiyet??, que haces aquí pequeño amigó?

- quiero mi hermano, que alegría ver a ti

- tu hermanó?

Orefiyet asentio lentamente mientras le entregaba su cabeza para que esté lo acariciará

- lo siento, no sé nada sobre afuera, Reur me deja aquí día y noche, siempre me trae más juguetes y comida cuando lo llamo con esta campana, de ves en cuando trae a su hijo para que juguemos, el es muy bueno sabes?

- hermano, Oreyet

- no te preocupes, lo encontraremos juntos, tengo un plan - dijo Kimiri mientras que Orefiyet lo observa con total admiración - Reur siempre cada vez que oye está campaña, es para decirle que traiga más comida, hay mucha así que tú vas a ayudarme a acabarla

- gggg- dijo Orefiyet que no podía aguantar más el hambre

- come todo lo que puedas, cuando Reur venga le hablaré de ti y todo saldrá bien

- yo no confiar

- no confías en mí?- dijo Kimiri con tristeza

- no, Reur-

- haaa, Reur no es malo el me cuida desde que murió papá, no te preocupes no te pasará nada, yo te protegeré - esas palabras bastaron para que Orefiyet confiara en Kimiri, la frase YO TE PROTEGERÉ, nunca más salió de su cabeza, veía en Kimiri una calma inquebrantable en dónde podría descansar sin ser acorralado, sin miedo de ser asesinado

Pasa el día y Reur se preguntaba por el bienestar de Kimiri, no podría entrar a su cuarto hasta que todos se durmieran

- capitán ya es hora - le dijo su segundo al mando

- vigila todo y que nadie pase- dijo Reur y se adentro a su cabina, entro detrás de las sabanas en dónde estaba el cuarto de Kimiri, muy bien oculto en una puerta casi invisible, solo se podría entrar presionado ciertos botones, pero ¿Por qué tanta seguridad por un niño?, la respuesta era obvia, Reur no quería que nadie se acercara a él por lo fácil que era manipularlo, era su tesoro y el de su descendencia, a fin podrían vengarse de quien les había arrebatado todo con una gran humillación, y que mejor que usar a su propio hijo para cumplir con su causa. Su plan era simple, formar un gran ejército para eliminar la descendencia de su enemigo, para así ocupar su lugar, pero para enfrentar magia habría que tener magia, Kimiri era su arma principal, pero el niño era débil de carácter, tal vez por sus traumas, aunque Reur culpaba al Rey sobre esto y lo criticaba el también hacia lo mismo a su hijo, lo llenaba de ideas imponiéndole como propósito único el restaurar su apellido y adquirir la más grande magia jamás conocida.

- pobre Reur - dijo su segundo al mando con lastima - y todo por una mujer que al final siempre fue una zorra

- de que habla señor?- dijo otro navegante que lustraba el suelo

- que acaso no lo sabes?

- sobre el capitán Reur, el rey que en una noche se volvió en mendigo, solo se que fue desterrado de todo su reino y lo perdió todo

- no fue solo eso, nosotros sus esclavos somos lo único que tiene hasta ahora, todo por qué nuestros padres y abuelos le jugaron fidelidad a apellido Oneiro,

- que mala suerte, estar con un capitán que perdió todo su honor al meterse con la esposa de otro, y quien era esa mujer, era la esposa de un noble?, por que el gran virrey Reur Oneiro lo dio todo por ella?

-si era una mujer importante en la sociedad, Reur la amaba mas que a nada, juntos y con la ayuda de otros harían un golpe de estado para quitarle al rey su corona, pero la mujer a la que tanto amaba lo abandono y después siguieron sus aliados, amigos y familiares, no tenia nada, el rey lo desterró prácticamente como había venido al mundo y al final lo echo marcándole el rostro en señal de deshonra, Reur en verdad amaba a esa mujer, pero era una cualquiera, se acostaba con un hombre sin ni siquiera conocerlo y después lo abandonaba sin mas, como si hacer eso fuera algo normal, ese tipo de mujeres son asquerosas, peor que prostitutas, con el alma tan sucia que por mas que intenten limpiarla nunca lo lograran.

- y que le paso a la mujer que amaba, por que abandono a Reur? -

- pues..., digamos que se arrepintió, volvió con su esposo, aunque dudo mucho que el la habría aceptado

- nadie aceptaría a una mujer así

- nadie entiende a las personas, pero siempre hay un inocente arrepentido

-si, tristemente hay varios, y ¿ cuál es el objetivo de Reur ahora?

- pues restaurar su apellido y demostrar que siempre fue mejor que el esposo de la mujer a la que amaba, además de arrebatarle todo al rey que lo desterró

Reur se acerco lentamente hacia Kimiri presenciando el acto de un niño durmiente con un dragón en sus brazos, con suavidad acaricio las mejillas de Kimiri y esto hiso que el niño despertara

- por favor no lo mates ni a su hermano

- el te lo dijo?, que mal que arruinara la sorpresa

- sorpresa?

- si, traje a ese Dragon para tu cumpleaños, para que fueras su jinete

- yo?!, enserio hiciste eso. gracias- dijo el niño con inocencia

- por supuesto, ahora eres mi hijo Kimiri, nunca olvides eso y me llenaras de orgullo

- si nunca lo olvidare

- y ahora que ya tenemos dos, tu serás su jinete de ambos

-si!!!!

Ya de mañana Oreyet fue liberado, pero no del todo aun tenia una cadena en el cuello

- por que no lo liberas?- pregunto Kimiri




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