Esa mañana todo parecía diferente, todos los niños se encontraban mirando por la ventana cómo carros entraban y se estacionaban fuera, era el día. Por fin llego el día.
Tres veces al año llegaban personas para adoptarlos, pero esa a la vez era una sorpresa ya que cada pareja llegada solo iba por el niño que de ante mano escogieron. En todos esos años su posibilidad de adopción de él y jimin se hacían más cortas, soplar el fosforo y desear no crecer más era lo que siempre hacían.
Odiar que con cada año que pasa es tener menos esperanzas de tener una familia.
La visita duro solo media hora y cinco niños se fueron, entre ellos Nancy, esa niña mentirosa y manipuladora fue adoptada, por más que sonara horrible, deseaba que se hartaran de ella y la boten en una carretera.
-- supongo que aún no me eligen--sonrió jimin-- pero no me importa, si no te llevan conmigo no quiero nada -- yoongi se sintió conmovido y no pudo evitar acariciar la cabeza del menor.
--tú tienes que ser adoptado más tardar a los diez, pero como eres muy lindo estoy seguro que en la siguiente te llevan-- jimin negó
--si no llevan contigo no quiero -- yoongi hizo una mueca de reproche para el menor
--yo de aquí salgo cuando tenga mayoría de edad, tengo trece es imposible que me adopten, pero tú--toco su nariz-- aun tienes posibilidad. para tú foto de cumpleaños tienes que verte súper tierno, ok? -- jimin no contesto--jimin~
--está bien, pero tú también tienes que hacerlo-- yoongi solo sonrió y se dio la vuelta para comenzar con sus deberes -- hyung! por favor, se imagina que nos adoptan a los dos? te podre llamar hermano sin que las hermanas me digan que no lo haga--fue corriendo tras él.
La mañana siguiente no fue menos sorprendente, era la llegada del nuevo líder y todos debían verse excelente.
--jimin, viste mis medias? -- pregunto el mayor
--creo haberlas visto bajo tú cama--
--las encontré! -- grito el mayor al encontrarlas bajo su almohada, jimin pudo evitar reírse a carcajadas.
-- porque te estas riendo? -- se sentó en su cama para ponerse sus calcetas.
-- es que... Por tener las medias en tú almohada. Es que duermes mucho, hyung-- continuó riendo. Yoongi solo lo ignoro se puso los zapatos, no caería en las bromas de jimin, por más gracioso que fue.
Todos se encontraban fuera del orfanato, esperando a que llegue la persona que los guiaría durante el tiempo que estaban ahí.
--crees que puede ser malo? --susurro jimin en el oído de su hyung -- y si no le caigo bien? ¿y si no le gusta jugar?
--jimin--contesto el mayor-- de todas tú preguntas yo solo tengo la respuesta a una sola y es que al nuevo líder le caerás bien, eres un niño bueno y los niños buenos caen bien--jimin sonrió sintiéndose más seguro gracias a las palabras de yoongi.
--llego--escucharon decir a la Madre-- cada uno se presentará y hará una reverencia por respeto, si niños? -- todos asintieron a la misma vez.
Cuando le líder bajo de un carro se paró frente a todos y se presentó -- buenos días niños, es un gusto poderlos conocer por fin, yo acabo de ser transferido de Italia aquí, será un gusto poderlos conocer -- sonrió, yoongi al ver esa sonrisa algo dentro suyo le indicó peligro, tenía un mal presentimiento, uno pésimo, una que casi y le daría ganas de vomitar.
Todos los niños comenzaron a hacer una fila, se presentaban y decían su nombre.
Cuando menos se dio cuenta yoongi ya estaba haciéndolo. Jimin fue después de él y cómo siempre, comenzó con sus preguntas en el momento menos adecuado.
--sabe hablar italiano? ¿puede hacer pizzas? cuantos años tiene? ¿le gustan los perritos? -- cuestionó con viva inocencia después de hacer su reverencia. El líder solo se le quedo mirando y cuando la Madre le dijo que no era momento, jimin le sonrió y se dio la vuelta para salir, el nuevo líder se le quedo mirando mientras se alejaba y sonrió mientras regresaba la vista a los niños que faltaban presentarse.
¿Una vez jimin estuvo a su lado, yoongi lo tomo de la mano y camino lo más rápido que pudo a el gallinero -- que hacemos aquí hyung? vamos a jugar? pero tenemos visita o bueno... no es visita sino el nuevo líber, la cosa es que tenemos que volver-- intento regrese, pero yoongi aún no lo soltaba de la mano
--jimin... no sé cómo te tomaras esto, pero... si es posible aléjate lo más que puedas del líder-- jimin giro su cabeza sin entender sus palabras.
--pero parece alguien bueno, además, me puede enseñar a hablar italiano--se emocionó -- tengo mucho que aprender, hyung.
-- por favor, hazme casi, ¿sí? -- jimin soltó un suspiro
--ohhh~ hyung, eres un hyung muy celoso, no sabes que siempre serás el número uno en mi vida? eres cómo mi hermano, mi familia--lo abrazo, jimin siempre se ponía meloso cuando mencionaba el hecho de ser familia y a yoongi tampoco le parecía algo malo, de hecho, el también lo disfrutaba.
--solo ten cuidado--jimin asintió -- ahora regresemos, no quiero ser el primero en probar los nuevos castigos que pondrá el nuevo líder.
La primera semana había pasado y no podría estar peor, yoongi se había metido en una pelea por que le quisieron robar su comida y termino inaugurando el cuarto del pecado
La primera vez que entro no sabía que podía pasar, pero cuando recibió el primer latigazo en la espalda supo que ahora si conocería el verdadero dolor... fueron trece latigazos y para las siguiente serían veintiséis.
Pero poco le importaba, era feliz de tan solo ver a jimin sentado mientras repasaba las lecciones de italiano que le estaba dando el líder. Jimin al verlo entrar fue corriendo y abrazo a su hyung, yoongi intento no soltar algún quejido de dolor, ya habían pasado tres días, pero aún le dolía bastante.
--hyung, ya sé decir hola en italiano-- dijo mientras se separaba -- podría aprender este idioma y cuando sea grande podrías ser un traductor y ganar mucho dinero--salto de la emoción, yoongi acaricio su mejilla y le sonrió