Orgullosa Y Mamá

Un día extraño

Llegué rapidamente donde mi hermana, entré como loca de felicidad a su casa buscandola y no la encontraba empecé a buscar por todos lados y no la veía, que raro dónde estará? subí al segundo piso y nada, seguí hasta el tercero y en la ultima de las habitaciones encontré a mi hermana con.... No puede ser, está con ese desgraciado, la miré con horror y salí de ahí, me iba para la casa pero recordé que mi hijo estaba ocupado.

Tomé un taxi, y me fuí a la catedral de Santa Marta, menos mal que siempre llevaba mi monedero en el lugar secreto, me quedé por muchas horas rezando y pensando, el tiempo se me fué entre mis ideas y los rosarios que hice, cuándo salí de la iglesia después de la misa, ví que ya era de noche decidí caminar hacia el restaurante de un amigo que hacía mucho tiempo no veía, miré por las ventanas, pero no logre verlo y tampoco me atreví a entrar, cuando doblaba la calle me tropecé con él, de una me reconoció y se sorprendió de verme.

-Hola Nubia!!!!!  esto es una locura un milagro verte, aunque no me lo creas estaba pensando en tí-

Me abrazo fuerte, casi puedo pensar que tembló cuándo lo hizo.Su cara se veía llena de color en verdad se notaba feliz de verme, y eso me pareció hermoso, lo miraba un poco intrigada y aunque cuando eramos jovenes fuimos novios, de esos noviecitos que sienten maripositas solo con mirarse, pero no me imaginaba que en verdad le alegraba verme.

- Hola Santiago, me alegra verte en verdad estaba cerca y me acordé de tí- 

-Te puedo invitar a tomar un café?

-Si claro, es más era yo la que quería conocer tu restaurante-

-Excelente vamos y tomamos algo o comes algo, en verdad me sentiría súper honrado de cocinar para tí-

Santiago logró sonrojarme eran demasidos cumplidos juntos. Nos dirigimos hacia el restaurante me llevo cerca a la cocina me acomodó en una silla que daba de frente a la cocina, él se lavo las manos se coloco un delantal y se cubrió el cabello, me pareció todo muy ceremonioso, mire de rápidez todo el restaurante y la verdad estaba lleno, me quedé perpleja mirando lo bien que le había ido en la vida a Santiago, me alegro por él.

-Te gustan los mariscos, claro que sí cómo olvidar lo que te encantan los camarones.-

Reía, cómo era posible qué no olvidara esos detalles, sonreí. me siguió hablando del colegio, de la cantidad de compañeros que aún frecuenta y de lo que ellos han hecho con sus vidas, en fin fué una velada muy entretenida. Me sirvió la comida "Camarones a la Mariposa", que delicia, obvio con mis patacones. tomamos vino, brindamos y seguimos hablando y así sin más cuando volví a notar el restaurante estaba casí cerrando, me asusté  y me levanté de una.

-Qué vergüenza Santiago, ya es muy tarde me tengo que ir,  me puedes llamar un taxi, imaginate salí tan apresurada de la casa que ni celular traje-  Me miró cómo molesto.

-Cómo se te puede ocurrir que voy a permitir que te vayas en taxi, yo te llevo a demás es muy temprano-

-Lo siento Santiago, nunca estoy en la calle así tan tarde y peor sin avisar- salimos del restaurante, mientras él le colocaba seguros al negocio, vi demasiados policias en la calle pidiendo papeles, muchas patrullas.

-Qué pasará? Esto no es normal, anda mínimo andan buscando a algún ladrón.

-Bueno vamos te llevo-

-No es necesario, en serio dejame coger un taxi, es más otro día nos ponemos deacuerdo y nos vemos más temprano.-

-Ya te dije, que ni loco que fuera, vamos aqui no más tengo mi auto, Vives donde siempre? o a dónde te llevo?-

-Si vivo en el mismo barrio en la casa de mamá- sonreí

-No lo puedo creer- y abriendome la puerta del carro, nos dirigimos a casa - Pensé que estabas casada, es más me habían dicho que vivías en Bogotá-

-Muy cierto, pero otro día te cuento más-

Entramos en un reten de la policía, a una cuadra ya casi para llegar al barrio.

-Buenas noches disculpen las molestias porfavor, deciendan del vehículo y presentenme sus documentos.- Nos dijo el policía muy amablemente.

-Sr. disculpe la verdad no traje mi cartera-

-Señora, le recuerdo que es un deber llevar a todo momento el documento de identificación, sobre todo para estas situaciones. Me puede decir su numero de cedula-

-Claro cómo no- apenas se la dije, la pantalla del celular que usaba el policia se puso roja y titiliaba, se quedó mirandome y tomandome del brazo me apartó y me preguntó que si me encontraba bien o que si estaba en algún problema. Lo miré cómo extrañada, no entendía que pasaba, el agente hizo un gesto con su mano y detuvieron a Santiago.

-Tranquila señora ya está bien-

-Pero que carajos está pasando, porque llevan preso al señor, me puede explicar- mi tono era entre nervioso y molesto.

-Señora porfavor acompañeme, la llevaremos a su casa-

-Yo no voy con ustedes, expliquenme que está pasando?-

Veo que para una patrulla, se baja el comandante del Gaula de toda la Costa Atlántico  y de pronto veo a mi hijo que corrió a abrazarme, yo igual.

-Mamita, estás bien?- No paraba de mirarme.

-Si mijo, yo estoy bien, pero que pasó porque todo esto?-

-Mamá pensé que te había pasado algo-

-Hijo disculpame, tuve un pequeño lapsus y olvidé el tiempo- Esto se lo dije con lagrimas en los ojos, me sentía demasiado avergonzada.

-Sra. mucho gusto Coronel Hernández- 

-Nubia Manjarrez- el apreton de manos se hizo más fuerte y lo miré intrigada. Lo reconocí.

rapidamente lo solté y me quité sin decirle nada más, sé que él me reconoció primero. Definitivamente hoy era el día de los reencuentros. Mi hijo rapidamente le agradeció todo lo que había hecho por mi y le pidió que se reunieran lo mas pronto posible. mi hijo se dirigió a dónde yo estaba le presenté a Santiago, con él  estaba muy apenada con ese malentendido que pasamos.

-No te preocupes igual los agentes de policía, han sido muy respetuosos y me han explicado la situación-




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