Un día extraño III

El día en que mi hijo y la enigmática Diany, se volvieron a encontrar debido al show que armo mi madre, quedo en un misterio para todos porque fué el mismo día que me "perdí", que hasta la policia me andaba buscando, bueno formando los shows normales de esta familia, ese día no supe que paso con mi hijo y me tiene desvelada, aunque también me preocupa lo que conmigo quiere hablar ese Coronel Hernández, persona que había dejado en el olvido, pero que lastimosamente hebía regresado del pasado, a inquietarme.

Ya en la mañana, después de arreglarme y decirle a mi hijo que necesitaba salir, lo hice por primera vez con un escolta y definitivamente eso no me iba, no me sentía tranquila, pero me tocaba aceptarlo, el escolta era un muchacho bastante joven y educado, lo primero que me preguntó que hacia donde nos dirigiamos, le indique el restaurante Carambolo, que quedaba en pleno centro de Santa Marta, lo vi que busco la dirección en el GPS y se dispuso a llevarme. Allí sentada en el carro mi mente volaba y recordaba mi juventud, la época en que conocí al Coronel, para esa época yo tenía 14 años y cursaba 9o grado, él era un muchacho bastante educado y de muy buena familia, era el menor de sus hermanos. Nuestra amistad de colegio luego se volvió más cercana, nos hicimos novios y duramos un tiempito largo, y terminamos no en buenos terminos. El escolta me avisó que llegabamos, y ahí estaba él, me esperaba dentro de su carro blindado, mejor dicho yo bajandome de mi auto con escolta y él de su carro blindado, tipo escena de gansters, que horror!!.

-Buenos días Coronel- 

-Buenos días señora Manjarrez-   me miro de una manera que me fastidió, no porque fuera morbosa o descarada, sino que sentía que quería engañarme mirandome cómo si sintiera algo bueno por mí. Ya en el restaurante me fuí al grano.

-Bueno Coronel, ya estamos aquí digame que es lo quiere y porfavor terminemos de una vez con el tema-

Me miro nuevamente con esa tranquilidad, como si estubiera por explotar y al mismo tiempo se contubiera y eso me desesperaba, y de que manera.

-Nubia, perdon señora Manjarrez, puedo decirle asi.-

.hay deja tú ridiculez, ya estas muy viejo para esas pendejadas- me levanté de la mesa me sentía tan furiosa, y aunque este tipo no me había hecho algo, no entendía porque tenía tantas ganas de gritarlo de cachetearlo. y sentí su fuerza suave en mi brazo cuando me retuvo y me pidió que le diera la oportunidad de escucharlo.

-Porfavor, escuchame te lo pido-

-esta bien y si,  puedes llamarme Nubia, pero no te pases no teimaginas la ira que me hierve-  En serio me sentía volar de la rabia, me tome dos vasos de agua de la jarra que había en la mesa. Llegó el mesero pedimos fruta y pregunté si tenían matcha, pero él ya sabía de mis gustos y que en ese restaurante no iba a encontrar mi bebida al desayuno, mando a uno de sus escoltas sacar la bebida del carro. quedé asombrada que en realidad era mi matcha late,  de JuanValdez, hasta la marca la conocía. pero no le demostré nada. El sólo me miraba y todo el tiempo me sonreía, me pidió que desayunaramos primero que ya después hablariamos. y aunque no tocamos temas pasados le pregunté por la seguridad de mi hijo, él me prometió que eso era lo más sagrado que tenía en su vida ahora, que él no dejaría que nada le ocurriera a mi hijo. No sé si fué las palabras bien dichas por parte de él en ese momento que lo pude mirar después de tanto tiempo con cariño, pero recordé lo que me había hecho y se me pasó.

- Bueno ya desayunamos, la verdad tengo que regresarme tengo una cita pendiente-  Obviamente no era cierto, lo que quería era salir corriendo.

- Sólo un momento más, necesito decirte algo.

-Y a caso no tienes que trabajar?

- No, hoy me tomé mi primer día libre de toda mi carrera.

-ohh, mmmmm  ok -

-pidió a los escoltas y al mio, que se retiraran del lugar-

-Qué, te da pena que te vean hablando conmigo o qué?

-Porfavor, nubia mira escuchame una vez porfavor, una vez sin odio, saca ese odio de tu corazón-

- No puedo. Nunca pude- me sentí frágil y él me abrazó, rapidamente lo aparté de mí.

-Porfavor Antonio, no lo vuelvas a hacer-

Cuándo el se apartó de mi, lo ví llorando, lloraba cómo si deseara desahogarse pero cómo cuándo tienes un dolor retenido hacía mucho tiempo.

-Nunca te he podido olvidar, jamás pude sacarte de mi corazón, me arrepiento tanto de haber permitido que mi familia nos separara, creeme lo he pagado muy caro... Cuando me gradué cómo oficial de la policia te busqué y estabas de novia con el padre de Luis y mi orgullo no me dejó pelear por tí, luego supe que habías quedado en embarazo y me volví loco, a la primera mujer que me sonrió la embaracé y me casé, fuí muy infeliz, no supe más de ti. Luego me indicaron que hacía muchisimo tiempo te habías dejado de Nelson,  y supuse que te habías vuelto a enamorar. Por mi lado vivía un doble vida con mi esposa, no la amaba pero adoraba a mi hijo, sí tambien tuve un hijo varon y es mi mayor orgullo, me dí cuenta que tenía que separarme de mi esposa y así lo hice ya casi 10 años, sigo teniendo una buena relación con mi hijo y supe de tí sólo hasta este año cuándo te ví en el evento de ascenso que le hicieron a tú hijo, hasta me diste la mano.... y volví a encender mi corazón.-  

No lo puedo creer, esto es un boom, como así que le dí la mano, cómo así que estaba en el evento de mi hijo y yo no lo reconocí, en que mundo estaba?. Literal quedé en shock, no me salían palabras y esto no era normal en mi, literal yo era ágil para hablar.

-Nubia, el día que nos separaron o que permití que nos separaran, lo hice pensando que ya graduandome volvería por tí, que tú me esperarías, pero no supe demostrartelo y luego verte con ese patán alcohólico de Nelson fué lo que más me dolió. y yo de estúpido me aleje de tí y bueno me convertí en una bola de nieve amasando sólo dolor y malas decisiones personales y mi único refugio fué mi trabajo en la policia.-