Origen de la verdad pérdida

Capítulo 21 – El Vaticano y las Bibliotecas Prohibidas

El arqueólogo sabía que algunas piezas de lo que había descubierto ya no estaban en ruinas perdidas ni templos ocultos, sino en bóvedas inaccesibles del Vaticano. Allí, entre códices prohibidos y manuscritos ocultos al público, se guardaban fragmentos de tablillas mesopotámicas y papiros egipcios que describían la llegada de seres de las estrellas. Documentos que hablaban de gigantes exterminados y de cómo las castas sacerdotales fueron entrenadas por los Anunnakis para reescribir la historia.

Con ayuda de un contacto interno, logró acceder a copias digitales de algunos textos. Entre ellos, encontró un pergamino que hablaba de la "sangre impura", una referencia clara al grupo O negativo. Decía que aquellos que la poseían llevaban el eco de un linaje prohibido, mezcla de ADN cósmico y humano. Esta sangre, poderosa y a la vez condenada, era perseguida por órdenes secretas desde la Edad Media.

Lo más impactante fue hallar referencias a un “Arca de Oro”, un artefacto idéntico al generador que había visto en la mina amazónica. El Vaticano no solo lo conocía, sino que había ocultado la verdad durante siglos para evitar que la humanidad comprendiera su verdadero origen.




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