Orinoco Zombi

Capítulo III. Las Noticias, Cadenas

 

Poco antes de todo este apocalipsis, yo solamente estaba preocupado por mi despecho. Un amor al que le di todo y que por cosas del destino o pruebas que vienen de arriba, o que se yo… lo que sea, igual sufrí, aunque prefiero mil veces ese sufrimiento del desamor a la sensación de vació que me consume ahora mismo.

Tengo que confesar ante ustedes, con la mayor vergüenza dentro de mí, que mi novia me fue infiel. Verán, yo practico esgrima, o tal vez debo decir, practicaba (es difícil reconocer que el mundo se acabó). Una tarde, después que venía de mi práctica de esgrima porque me estaba preparando para unos Juegos Nacionales, encontré a mi chica besándose con mi entrenador detrás del gimnasio. Ese nefasto acontecimiento para mí aconteció paralelamente junto a un evento que estaba haciendo que el mundo se empezara a volver loco de desesperación.

—No es lo que piensas José—fue lo que me dijo ella al ser sorprendida por mí, mostrando cara de inocencia.

— ¿Y esto?, ¿qué se supone que es esto?—le pregunté a ambos, alternando mi mirada llena de asombro. El entrenador solo se limpiaba la boca que tenía llena de la pintura de los labios de ella.

Silencio sepulcral…ninguno me respondió nada, sus miradas estaban clavadas en la grama que estaba llena de mangos maduros caídos.

Me largué de allí, no seguí preguntando nada, me sentía confundido, me hice miles de preguntas: “¿Qué hice mal?, ¿cuándo empezó a pasar todo?, ¿por qué mi entrenador?, ¿por qué con ella?” Fueron muchas preguntas. Una sensación de vacante y de frustración me invadió al mismo tiempo, después llegó el odio, y del odio volví a la sensación de vacío. Tres años de noviazgos se fueron para el carajo. “Soy el cabrón de la selección de esgrima del Estado Bolívar y  el come muslo es mi entrenador”, pensé, me mordía los labios de frustración.

Había sido doblemente traicionado, por la mujer que amaba y por mi entrenador y mi representante ante tantas competencias. Ya no me importaba ir para los Juegos Nacionales y mis esperanzas para ir a mis primeros Juegos Suramericanos se esfumaron, en realidad nada me importaba.

Logré tomar un microbús que estaba abarrotado de gente para marcharme a mi hogar. Me tocaba ir parado, la incomodidad de ese microbús me ayudaría sin duda a no entregarme tanto a la depresión. Traté como pude de colocarme mis audífonos para escuchar música y fue en ese instante que recordé que la memoria de mi teléfono la tenía mi novia; corrijo, ex novia. Lo que faltaba, al menos tenía radio en el teléfono. Al activar la radio, el Presidente del país estaba en Cadena Nacional, “ahora si se acomodó todo para mí, me gané la lotería, no puedo ni escuchar música…” Pero algo no estaba bien, el Presidente Luis Sarmiento no estaba improvisando como de costumbre, parecía estar leyendo y cuando él lee la cosa es seria.

 

Presidente:

Quiero informar a todo el país, los inesperados acontecimientos que se están dando en África y en la parte occidental de Europa. Según la presidenta de la OMS, el virus del Ébola ha mutado otra vez, convirtiéndose en un virus más poderoso, aumentando su velocidad de propagación que es dos veces más rápida que de la Gripe Española. La presidenta ha decretado un estado de emergencia de “fase 6”.

Ahora,  por tal razón, he ordenado el cierre de todas las fronteras de la República Bolivariana de Venezuela a partir de ahora mismo, también he dado la orden de cancelar todos los vuelos internacionales, al igual que el cese  de todas nuestras actividades en puertos.

Como pueden ver, están a mi lado todos los principales líderes de la oposición, incluyendo el señor Pedro Quijada y el gobernador  Carlos Sifontes, quienes también dirigirán algunas palabras a ustedes.

 

 “No lo puedo creer, ¿Sifontes y Quijada?, todo esto es grave, esto nunca se había visto ¿Qué carajos está pasando en el mundo? Ya quiero llegar a mi casa y este pedazo de microbús parece un morrocoy[1]” pensé. Todo aquello hizo que me olvidara por un instante de los cachos o cuernos que me habían montado”.

 

Pedro Quijada:

Venezolanos y venezolanas: Ustedes bien saben toda la lucha que hemos venido dando todos estos años, lucha que creemos y estamos convencidos que es justa. También saben que siempre nos hemos mantenido en una posición frontal y adversa hacia el gobierno.

Pero estamos aquí no para negociar algún acuerdo político, ni para denunciar alguna injusticia. Hoy estamos frente a ustedes, aquí delante de estas cámaras, “hoy primero de agosto del 2017” cuando son las seis y diez minutos pm,  para unirnos junto al gobierno al que tanto hemos adversado, para llamarles a ustedes a la calma, a mantenerse en sus casas con sus familias, en continua oración a nuestro Dios. Los eventos que se están dando a nivel mundial son serios y requiere de nosotros la mayor unión como venezolanos y venezolanas.



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En el texto hay: zombis, ebola

Editado: 17.08.2019

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