Orinoco Zombi

Capítulo IX. Ondas Cortas.

 

“Si la onda corta hubiera sido descubierta hoy en vez de ocho décadas atrás, sería aclamada como una nueva tecnología asombrosa con un gran potencial para el mundo en que vivimos hoy en día.” - John Tusa, Ex director del Servicio Mundial de la BBC.

 

El Abuelo Ralf había reunido en el sótano un gran equipo de radioaficionado con capacidad de captar diferentes ondas del espectro electromagnético de la Tierra, entre ellas: Frecuencias Medias (MF) que capta AM, Frecuencias Altas (HF) que capta SW u Ondas Cortas y Frecuencias Muy Altas (VHF) que agarra FM y canales de televisión, todas las mencionadas también son de uso militar, policial, gubernamental y otros.

Pero entre estas frecuencias, la mejor de todas es la HF, conocida popularmente como “ondas cortas”, con la cual se puede recibir, transmitir, o mejor dicho, establecer comunicación con algún radio operador de  cualquier parte del mundo. No necesitas de un satélite, solo tener el equipo adecuado, antena y electricidad; Incluso, cualquier persona puede convertir su radio normal que agarra AM y FM, en una radio receptora de ondas cortas y escuchar emisoras de cualquier parte del mundo, todo gracias a la Ionósfera de la Tierra, la cual es una capa cargada con electromagnetismo que se debe a la ruptura de moléculas por la radiación solar, al haber esta ruptura de las moléculas, se desprenden iones cargados de electricidad que hacen que las ondas de radio reboten o se reflexionen  por toda  la Tierra, viajando así a grandes distancias.

Las ondas cortas rompen todas las barreras que puedan existir, no existe gobierno que pueda impedir la comunicación a través de la Ionósfera, tampoco existe barreras tecnológicas que pueda limitar su uso, ni grandes distancias, ni pobreza, ni nada, simplemente porque la radiación solar sobra. Aunque esta misma radiación solar puede limitar su uso, ya que en horas del día, cuando la radiación es muy fuerte, las ondas de radio logran viajar con dificultad, es por eso que los radioaficionados usan las horas entre seis de la tarde hasta las primeras horas de la mañana, donde la recepción y transmisión por ondas cortas es muy fuerte.

— José, ya que no hay internet, ¿por qué no intentas navegar con la vieja radio del abuelo? Quizás encuentres algunas emisoras que estén transmitiendo desde África o Europa—me pidió mi padre.

—buena idea, lo haré—respondí.

Tanta modernidad hizo que yo no tomara en cuenta el viejo equipo de radioaficionado de mi abuelo, así que bajé inmediatamente al sótano, prendí todo el equipo, el cual es analógico en todos sus controles y me puse a sintonizar frecuencias. Mi abuelo había archivado una lista de canales por diferentes partes del mundo, México, Colombia, El Salvador, Argentina, Bolivia, Francia, España, Alemania, Rusia, Holanda, Nigeria, Sudáfrica, Madagascar, Etiopía, Argelia, Palestina, Irán, Israel, China, Malasia, India, Australia y otros países más. Cuantos países, cuánta cultura, que acertado fue mi abuelo al tener un equipo de Ondas Cortas.

El Abuelo había colocado una antena de manera clandestina en la sede de la Alcaldía, en una torre receptora de ese edificio, había logrado convencer al técnico que hacía mantenimiento allí para que colocara la antena, y además de ésta, había otra antena alterna frente a nuestra casa, en un poste de cables eléctricos, la cual estaba colocada con discreción. Es importante mencionar que el Casco Histórico de Ciudad Bolívar es uno de los lugares más alto de esta ciudad (un gran cerro), lo que otorga una gran ventaja para la radio afición y es por eso que todos los canales de televisión de señal abierta habían colocado sus torres repetidoras en este lugar.

Decidí ubicarme primero en España, “Europa”, el ojo del huracán y el idioma que domino a  la perfección.

Primero escuché una emisora que me sobrecogió de estupor, el radiodifusor parecía ser una persona evangélica por el léxico usado.

“Arrepiéntanse, el apocalipsis ha llegado, el fin del Mundo está frente a ustedes, Babilonia La Grande ha caído, es el momento de convertirse al evangelio. Los monstruos nos atacan, han salido del infierno para acabar con la humanidad. ESOS ZOMBIS son la consecuencia de tantos pecados cometidos.”

¿Zombis?, no… no lo podía creer, quizás esa persona usó esa palabra como metáfora, pero aun así era perturbador. Seguí escuchando aquella enérgica voz que llamaba al arrepentimiento con acento de Galicia. Seguía mencionando la palabra zombi, decidí quitar aquel canal y me dediqué a escuchar una conversación entre dos radioaficionados:

—Barcelona está cayendo… sí, Barcelona está cayendo, los militares no pueden contra esas malditas cosas, cambio—dijo  un radioaficionado, un tal “Caballero Real”.



#3700 en Ciencia ficción
#10315 en Thriller
#4142 en Suspenso

En el texto hay: zombis, ebola

Editado: 17.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.