Oriol y sus astros

3. primer día de Oriol en la universidad alien.

 

Oriol se dirige a la nueva universidad, allí conoce accidentalmente a Lyra, no pasa mucho tiempo para que observe cosas grotescas en la universidad. Tiene la oportunidad de llamar a su familia para comunicarle un poco la situación.  

 

Oriol estaba completamente desorientado. Ese día no esperaba atravesar un misterioso portal de luz que parecía un agujero de gusano hacia una dimensión desconocida. Todo había sucedido demasiado rápido. Sospechaba que su tío John tenía algo que ver con enviarlo a este extraño lugar. En algunas de sus fantásticas historias, su tío había mencionado un planeta donde convivían pacíficamente distintas especies alienígenas. Ahora Oriol se preguntaba si su tío realmente conocía la existencia de este mundo o si todo había sido producto de su imaginación. De cualquier forma, Oriol estaba decidido a explorar este nuevo entorno y descubrir cómo regresar a casa.

 

También que su padre era muy controlador con él. Aunque no se sentía cómodo al llegar a un sitio desconocido; sin embargo, había conocido a Susan del planeta Errebríz lo que lo tranquilizó un poco. 

 

El recorrido sobre la ciudad en el bus volador los llevó hacia un parqueo donde había Miles de buses. Era el centro de aterrizaje Intergaláctico donde constantemente había diferentes naves y buses voladores que partían hacia otros lados de la galaxia usando otros portales.

 

—Esta es la dimensión de Éter que fue creada a semejanza de la tierra. En sus inicios este sitio fue originado por terrícolas y alienígenas que se aliaron para poder llegar a la paz en el universo; de este hecho hace apenas unos 200 años. Durante este tiempo esta dimensión ha sido el asilo de muchos alienígenas que como tú quieren mejorar esta galaxia. Sin embargo, aquí no han venido más humanos debido a que aquí se ha vuelto muy peligrosa la convivencia entre nosotros. Siendo un objetivo de la universidad tener más alienígenas que sean afables con los humanos. 

 

El conductor observaba a Oriol con recelo, como si se tratara de una criatura venida de otro mundo. Según los registros, el muchacho era originario de Ganímedes, el satélite de Júpiter. Los ganimedianos, una ancestral raza extraterrestre, fueron prácticamente aniquilados cuando un meteorito colosal embistió su pacífico planeta, hace ya varias décadas. Solo unos pocos habían logrado sobrevivir. El conductor examinaba a Oriol con suspicacia, preguntándose si sería uno de aquellos últimos representantes de esa civilización desaparecida. Pero Oriol, aunque desconcertado con la situación, se cuidó bien de revelar su verdadera naturaleza humana. Quedaba en evidencia que alguien muy poderoso estaba conspirando entre las sombras para traerlo a esta dimensión desconocida.

 

Al escuchar las palabras del conductor, Oriol se sintió intrigado y decidió investigar la universidad desde ese momento. Nunca había experimentado algo similar en toda su joven vida, y la curiosidad lo impulsó a averiguar más. Además, si hubiera algún peligro, Oriol estaba dispuesto a enfrentarlo y descubrir la verdad. 

 

A pesar de que Oriol estaba lleno de dudas, con muchas preguntas y pocas respuestas, se embarcó a un destino incierto, aunque con un pequeño foco de esperanza producida por cierta intuición que tuvo como humano. Luego optó por subirse a la nave que le indicó el conductor. En ese momento todos debían de subir, para terminar el recorrido hacia la ciudad. Mientras esto ocurría, él iba pensando cómo se conduce esto, ¿qué tipo de magia es?, ¿qué tecnología es esta?, eran algunas preguntas que se hacía Oriol cuando su nave se elevaba. 

 

No tienen que conducir, no toquen ningún botón. La nave está autoprogramada para llevarlos al campus que se encuentra a 5 kilómetros de aquí. Buen viaje, chicos. Así se despidió el buen Hiron. 

 

 La nave que los llevaba tenía un cristal transparente y se elevaba desde el suelo usando ondas de antigravedad. Estaba creada por un material maleable parecido al metal y poseía un tipo de armas lanza láser. En el armazón, que parecía metal, se ajustaba al piloto, aunque únicamente cabía una sola persona. 

 

—Yupi, yupi. Gritaba Susan, la cual hacía piruetas manejando su nave mientras iba surcando los rascacielos de la ciudad. 

 

—Wao, está, parece que Susan ya sabe pilotear esta nave, pensaba Oriol al ver sus movimientos, pero estuvo a punto de accidentarse debido a que otras naves le pasaban muy cerca.  

 

 Oriol pudo observar lo majestuosa que era la ciudad de terrier Hunter. Que tenía luces aéreas indicando la posición hacia dónde se tenían que dirigir las naves para llegar hacia sus destinos, mientras debajo predominaba el color verde. En el firmamento había un extraño sol de color amarillo blancuzco que no se movía como el de la tierra. 

 

Oriol se asustó cuando la nave comenzó a maniobrar entre los edificios. Este reflexionaba que lo que estaba viviendo era parte de un extraño sueño del que podía despertar en cualquier momento. En su corta vida había visto muchas películas de ficción, pero nunca creyó ser parte de algo especial para ser enviado a ese lugar.  

Pasaron 10 minutos solamente para que la nave aterrizara en su destino, donde iban aterrizando otras naves junto a la que llevaba a Oriol. Cuando llegaron, trató de encontrar a Susan, pero ya no se encontraba cerca de él, pues la multitud que se dirigía al edificio la taparon y cuando ella quiso girar ya no la pudo ver más. Los que se dirigían al edificio, parecían humanos, pero cuando vieron que él buscaba a su nueva amiga lo menospreciaron. 



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En el texto hay: accion, alienigenas, humanoides

Editado: 04.02.2024

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