Lois descubre el posible planeta donde se pudiera encontrar John. El grupo se embarca hacia Osborne en busca del lago. Los agentes encomiendan a Oriol y al grupo una investigación. Juntos llegan a la colina donde se encuentran unos alienígenas.
Buenos Días. Se levantó Oriol temprano, sintiéndose muy confortable de haber regresado a casa, iba caminando directamente hacia la cocina encontrando como de costumbre a la amada tía Lois. Mientras las demás chicas seguían durmiendo.
—Tía Lois, gracias por todo lo que hace por mi familia, yo estoy totalmente agradecido porque usted y el tío John han cuidado de nosotros y nos han dado una nueva perspectiva que antes no teníamos, ¿sabe usted donde está el tío? Dijo Oriol a la ocupada señora que parecía más su hermana que su tía.
—La verdad es que John posiblemente se encuentre en otro planeta, pues no sé a ciencia cierta donde pudiera estar, pero por momentos lo oí hablar del planeta Kreptor, el cual está en una zona muy lejana de esta galaxia. Lois se mantenía haciendo los quehaceres de la casa como el desayuno y otras cosas.
—Con que está en Kreptor. Sí, hemos oído hablar de eso en la universidad. Es un planeta de insectos gigantes, allí es donde se encuentra la baba que puede regenerar del caracol rosa. Dijo Oriol.
—¿Cómo sabes todo eso?
—Lo escuché en la universidad alguna vez, muchos describen lo de la baba del caracol como un mito de ese planeta, pero uno de los profesores que me enseñaba. Me explico que la mayoría de los mitos provienen de cosas verdaderas que personas intencionalmente convierten en dichos para ocultar su verdadero propósito.
—La verdad es que en esa universidad les están enseñando muchas cosas importantes. Yo tuve la oportunidad de ir una vez junto a John cuando él tomaba clases para ser guardián.
—¡El tío John también estudió allá!
—Sí, no fue una carrera como tal, pero sí el curso para ser guardián.
—La verdad es que el tío es una caja llena de sorpresas.
Alrededor de Oriol aparecieron Lyra y Calony aún vestidas con sus pijamas.
—Oriol, tú nos prometiste que conoceríamos el mar y nos gustaría verlo hoy. Se mostraron muy animadas Lyra y Calony
—Conque eso. Tía, diles que estamos muy lejos del mar. Lo más parecido a una gran extensión de agua que tenemos son las cataratas y se encuentran a cientos de millas de distancia. Dígales por favor.
—Es verdad, estamos muy lejos del mar, pero podrían ir al lago Elkader de Osborne.
—ah en serio, tía.
—Si Oriol, por favor vamos. Insistió Lyra.
—Se van tan rápido, chicos. En ese momento descendía Eaves desde el segundo piso de la casa.
—No, padre, pasa que mis amigas quieren conocer el mar. Yo les dije que está muy lejos.
—Bueno, eso es verdad.
Yo les sugerí que fueran hacia el lago Elkader, ya que aquí tenemos río, pero es muy pequeño, creo. Afirmó Lois.
—Bueno que no se diga más envíalos a Osborne con un conductor. Háganlo rápido para que puedan ir y regresar a tiempo a la casa antes de que oscurezca.
La preparación Fue bastante rápida, pues Oriol lleno el auto de comida, botanas, pasteles y chucherías; a Lyra no le podía faltar sus botellas de agua, ni a Calony tampoco y a Carmela no decía nada, se embarcaron en un viaje a una ciudad que se encontraba a una hora y media de Strawberry.
Los Osborienses resistieron a las diferentes invasiones alienígenas, gracias a los mensajes que recibieron de Owen Smith para que se prepararan. También tuvieron la influencia de otros líderes que les ayudaron a protegerse de estos. Por tanto, allí la población se desarrolló tanto que se convirtió en una ciudad con miles de habitantes.
Eaves envió al grupo acompañado por uno de los chóferes genogeos que usualmente cumplían órdenes al pie de la letra sin hablar ni quejarse. Los envió, no sin antes advertirles sobre la situación de Osborne. Que no dieran a conocer sus poderes alienígenas para que no tuvieran problemas allí.
Luego de 2 horas de camino y cuarenta 40 kilómetros recorridos, Aproximadamente llegaron al lago.
Al ver tal extensión de agua, las jóvenes se asombraron.
—Es más grande que las piscinas que hay en Éter. Reaccionó Calony.
Lyra se emocionó y dijo:
—Es lo más parecido a mi Istal que he visto en años. Muchísimas gracias Oriol por darme esa oportunidad, te aseguro que te recompensaré por esto.
El lago era bastante grande, tenía una parte navegable en la que había barcos de pesca dentro. Sus aguas eran cristalinas y frescas. Está ubicado en la entrada de la ciudad. Incluso había botes que se podían alquilar para poder ir al pueblo desde allí sin tener que pasar por la carretera.
—Es bastante hermoso el lago Vamos a entrar, dijo Oriol agarrando su inflable.
Cuando Oriol dijo, vamos entrando ya Lyra iba dándole la segunda vuelta al lago nadando a una velocidad sobrehumana sorpresiva para Oriol.
―Calony alcánzame, por favor, dile que no nade así, pues nos pueden estar vigilando. Supongo que es largo, debe de tener radares con el que puedan detectar el movimiento de Lyra. Esta tenía una condición física excepcional debido a los entrenamientos que realizó a pesar de estar dentro de un cuerpo sintético.
Oriol, casi se desespera al ver eso.
Lyra se movía como gacela o un avestruz en un campo abierto, aunque. Ella lo hacía en el agua con una gracia y una fuerza inmensa, hacía mucho tiempo que no se sentía tan libre o hacía larga data que no se sumergía en una extensión de agua y eso le produjo recuerdos, incluso lloró porque creyó haber encontrado su nuevo hogar. Todo iba bien hasta que la interrumpieron unas ramas espinosas que la rodearon de repente, no permitiéndole avanzar.
—Calony, por favor porque me interrumpes. Hoy no quiero pelear contigo. Me siento muy bien en este lago como para enojarme.
—Yo también me siento bien dentro de esta agua que me llena de vitalidad, No soy yo que te interrumpe Mira hasta la orilla.