A aquellos que llame amigos en el bachillerato
Te digo adiós, amiga mía
No con amarga tristeza
Ni con embriagador júbilo
Ni con flores nuevas en el jardín.
Te digo adiós, amiga mía
Porque nuestro tiempo fue cruel e insensato
Porque la tormenta que me acechaba despiadada
La veías con regocijo clavar sus aguijones en mi piel
Y yo en cambio, me gozaba en tus alegrías y te daba mi fuerza en tus batallas soñadas.
Te digo adiós, déspota traidora del afecto y hábil manipuladora de corazones
Te digo adiós con pesar, porque soy ingenuo, porque soy débil
Adiós, alma inicua, que sin vigor rompe el hechizo de la primavera
Serás espina de otra mano y yo ave de un ignoto cielo.