03-¿Familia?

-¿Crees que se lleven bien?

-No.

Margaret levanto la vista de su plato y lo miro extrañada, Gid y ella almorzaban juntos desde que la habían contratado pero era la única comida que compartían, el profesor desayunaba a solas y nunca cenaba, aquel era un buen momento para charlar tranquilos y explicaba su facilidad para entenderse sin casi hablar pero cuando Gideón le salió con aquella respuesta tan seca y cortante, Margaret creyó que quizás le había entendido otra cosa.

-¿No crees que Asimo y Nox se lleven bien?- repitió con más claridad, por si acaso.

-No- fue de nuevo la respuesta, luego el profesor se llevo un trozo de carne a la boca y empezó a masticarlo con su exasperante calma.

Margaret volvió a concentrarse en su plato de pasta, hubo una época en que odiaba las harinas por ese viejo mito de que los carbohidratos engordan, Gideón le había quitado esa idea con una extensa charla que se resumía en dos frases “Los carbohidratos son el único combustible realmente útil para el cuerpo” y “Te puedes tragar lo que se te venga en gana si corres una hora, dos veces al día”, Margaret aplico el consejo, se levantaba temprano y corría una hora por los alrededores de Industrial Engineering, tras lo cual devoraba su desayuno con muy buen apetito, al final del día y tras la cena podía bajar cualquier exceso con otra vuelta y dormir a pierna suelta y sin interrupciones en su cuarto de la institución, trabajaba y vivía allí donde lo hiciera Gid.

En lo que correspondía a los hábitos de vida del profesor, él solía atribuir su buena salud a no pensar en la comida pero no dejar de alimentarse, ósea que comía por inercia y de qué manera: Su dieta era no hacer dieta, comía lo que se le antojara y de manera abundante con solo tres excepciones, 1-Nada de “Comidas para niños”, lo que incluía grasos como el pollo frito, papas fritas y refrescos carbonatados, 2-Si, lo que quisiera pero solo a la hora de las únicas dos comidas que hacía y NADA MÁS, como máximo se tomaba una taza de café amargo y solo por la noche y 3-Jamas dejar pasar una comida y si la perdía no reponerla a deshoras, el horario del cuerpo debía ser tan estricto como el de trabajo; su cerebro consumía casi toda la energía que tomaba al día, Gideón era de una vitalidad tan eléctrica como las maquinas que fabricaba.

-¿Por qué no crees que se lleven bien?- dijo Margaret apenas lo vio con la boca vacía.

-Porque son totalmente opuestos, sería como poner a un abogado junto a un hippy.

-Quizás se complementen…

-¿Tú crees que se lleven bien?- le salto entonces el profesor.

Margaret analizo la pregunta, basándose en sus propias impresiones después de cuatro meses psicoanalizando a ambos I.A por separado.

Asimo era imponente, estaba en un nivel superior, al tratar con él Margaret invariablemente terminaba sintiéndose torpe y lenta al cabo de unos minutos junto aquel genio de lo sublime, cuando empezó a desarrollar un carácter propio fue todo lo que esperaron y más: un artista único, magnifico y excéntrico; en ocasiones se molestaba cuando las constantes pruebas lo apartaban de sus obras, tanto él como Nox estaban condicionados para obedecer a la voz de Gideón pero cuando el profesor no estaba no había quien pudiera con Asimo, era un autentica diva.

Fort Nox estaba más cerca del género humano, era atento y solicito, a su lado uno se sentía cómodo, tenía un afán de saber incomparable, tras arrasar con toda la colección de Gideón, los libros personales de Margaret y la biblioteca investigativa de Industrial Engineering, Margaret se veía en apuros por conseguirle libros nuevos, no tenia gustos…o mejor dicho le gustaba todo y ante cualquier situación siempre tomaba rápidamente las riendas o, mejor dicho, hacia que se las dieran, pues nadie resistía por mucho su carisma natural.

-No- concluyo Margaret- no creo que se lleven bien.

-Bueno, ahora veremos, vamos.

El día de la gran confrontación había llegado.

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Cuando Nox entro al cuarto de control, Asimo ya le esperaba.

Se presento muy formalmente, aunque Gideón ya lo había hecho en su puesto del otro lado de la ventana espejo donde el público de costumbre esperaba, Asimo en vez de responder al saludo saco una libreta y empezó a dibujarlo, Nox se quedo muy quieto y algo perdido, no podía tomar el control si no le daban nada que controlar, decidió establecer contacto, realmente quería dar una buena impresión a esta máquina mayor que él pero igual a él, a los ingenieros de Industrial Engineering que todavía no le devolvían su arma y en especial a Margaret.