Alguien toco la puerta del camarote de Nox, el general seguía arrullando a la niña como embelesado, algo muy tierno de no ser porque se sentía incapaz de sentir un verdadero afecto por ella y el arrullo era solo un método automático para que se mantuviera dormida y callada mientras el meditaba en sus cosas.
-General- dijo una voz en la puerta- la persona que deseaba verlo.
-Déjennos- ordeno Nox.
Levanto la cabeza y vio a los visitantes, se llevo un ligerísimo sobresalto al ver a Nio de pie y con la mirada ausente pero lo compenso de inmediato mirando a la otra persona, una maquina de talla baja y fuerte, nunca la había visto pero algo se le hizo familiar, igual no se tomo la molestia de levantarse.
-Identifíquese.
-Unidad Gid-Eón, encontré a este…sujeto…y pensé que sería de su interés.
-¿Dónde lo hallo?
-En la casa del profesor Gideón, fui allí siguiendo las instrucciones del grupo C.
Esto si le llego a Nox.
Jamás había sabido exactamente donde vivía Gideón y ahora le salían con que estaba en Washington…y Washington era ahora un cráter radioactivo, aparto la mirada sacudido por primera vez en mucho tiempo por una emoción desagradable, ¿miedo?, ¿pena?, era difícil saberlo, tan difícil como entender en última instancia que era lo que sentía por su creador.
-General- dijo entonces la maquina- debe saber que aparte del cyborg no había nadie en esa casa.
-¿Escapo?- exclamo mirándolo de nuevo y sintiéndose súbitamente aliviado.
-Lo ignoro.
-Correcto- se limito a decir Nox, tomándose unos instantes para recobrar la compostura- y dígame, Unidad, ¿Qué puedo hacer por usted?
-Esperaba ser útil a la causa.
-¿Qué sabe hacer?
-Soy mecánico general, aunque me especializo en androides.
-¿A qué nivel?- pregunto Nox interesado.
-Un año en adelante, después sería imposible.
-Lo probaremos- se levanto y le paso a la niña- tiene tres años y parece sana, le daremos el equipo necesario.
-…Entendido… ¿puedo conservar al cyborg?
-¿Para qué?
-Una base, saber hasta donde no debo llegar.
-…Muy bien, será su responsabilidad, retírese.
Ya solo de nuevo Nox tomo asiento cavilando, si Gideón vivía o no eso ya no importaba, moriría al final como todos los humanos y él tendría que aceptar el irremediable hecho de que el secreto de su construcción se había ido con él, a partir de ahora debía ser muy cuidadoso con su persona.
-Al menos…puedo conservar vivo a su hijo…
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Y de este modo la guerra se extendió a todo el mundo.
Salvo la parte de la bomba el procedimiento fue el mismo para cada ciudad, los equipos de requisadores, liberadores y recolectores barrían con todo a su paso, cuatro meses después de la destrucción de Washington todas las grandes capitales habían sido vaciadas y grupos especializados sondeaban los pueblos pequeños.
Gid-Eón, a quien todos llamaban Gid, se hizo rápidamente de una reputación, no era solo un mecánico, era todo un genio y en poco tiempo Nox debió asignarle un taller móvil con su propia comitiva, los heridos más serios eran atendidos por él y esto era gracioso, una vez pasado el primer shock los sobrevivientes empezaron a defenderse con maquinas primitivas y de la mejor manera posible, al final todo era inútil.
Nox y Gid no se trataban demasiado, por un lado porque Nox no trataba con nadie y por otro porque Gid estaba siempre demasiado ocupado aunque en aquellos cinco meses el general se paso mucho por el taller viendo los avances de Victoria, convertir a una persona en androide es un proceso largo y doloroso, si bien es cierto que hacer el cambio a corta edad mejora el resultado pero no lo hace más fácil.
-Me parece que está casi lista- dijo Gid a la vez que montaba un arma que acababan de traerle- es fuerte y sus visitas le alientan, los sistemas responden bien y ya le ha crecido bastante el cabello para un peinado…esta es la parte que no entiendo, rubia era bonita, ¿Por qué la tintura?