Pero una noche llegó muy nerviosa a la casa, asustada y temblando me dijo.
-Kin, levántate, ven conmigo, nos vamos a ir de aquí por un tiempo si?
-Está bien
-Alista tus cosas rápido
Intenté ser lo más rápida posible y ella cada vez se desesperaba más, no entendía lo que estaba pasando pero si sabía que era algo muy malo.
CuandoDría y yo estábamos saliendo de la habitación, unos golpes muy fuertes se escucharon, parecía que querían tirar la puerta. Yo muy asustada agarré a mi mamá, ella me sostuvo temblando.
- Carajo, Kin métete al cuarto y no vallas a abrir por nada en el mundo ¿de acuerdo?
- Mamá ¿Qué pasa, estarás bien?
- No te preocupes Kin, todo estará bien, solo espérame aquí, por favor.
Fui corriendo al cuarto y me encerré , se seguían escuchando los golpes hasta que escuché a mi mamá gritar, no sabía que era lo que decía , también escuché la voz de un hombre , una voz ronca y fuerte. Vi por un agujero en la puerta . Dría estaba en el piso, arrodillada, con sangre. Mis ojos se quedaron muy abiertos, ¿qué hago? Me empecé a desesperar, quise salir y ayudarla pero no podía, el miedo me impedía mover un solo músculo, entonces me quedé en silencio, temblando, observando...
-Maldita prostituta eso te pasa por querer robarme
-ugh , perdóneme señor, perdóneme, por favor ...
-Cállate! Asquerosa. _golpe fuerte.
Vi como ese hombre la golpeaba , como sacudía la cabeza de Dría contra la pared. Estaba atónita no me podía mover, ni llorar.
Ella yacía en el piso desangrándose y el empezó a destruir todo, por un momento pensé que vendría hacia donde yo estaba pero no lo hizo. Empezaron a reír y hablar de cosas que yo no entendía , a escupir en el cuerpo de Dría. Y entonces sentí una ola de dolor y rabia, quería llorar, gritar, y MATAR a esos malditos. Y en un momento de rabia y dolor golpee la puerta y la abrí con furia, ellos se me quedaron mirando.
-¡Ustedes malditos, que le hicieron a Dría ! ¡ son unos malditos!
-Tu mocosa ¿eres hija de esta prostituta?
Corrí hacia ellos sosteniendo un cuchillo, pero de una cachetada uno de los hombres me mandó al piso. Sentí como mi rostro ardía y un líquido caliente se deslizaba, me levanté mi rabia no me permitía actuar con el instinto de sobrevivir, quise apuñalar a eses hombres pero todo fue en vano. Me cojieron de la cabeza y me empezaron a golpear, después de un rato se aburrieron y se fueron, me tiraron junto al cuerpo de mi mamá, yo estaba moribunda, no me podía levantar, pero al ver a mi mamá ahí en el piso, al lado mío , mde voltee a abrazarla, su cara estaba irreconocible, la habían golpeado incontables veces en su hermoso rostro, rostro que siempre me miraba con una calidez y sonrisa que quizás nunca olvide. Con dolor la abracé muy fuerte, sin lágrimas, sin expresión alguna.
Así pasaron los días, yo ya sumergida y resignada a la muerte no me levanté. Pero una señora nos encontró.