9 Días

Holaaaa!!

Hoy continuamos con esta increíble história especial de Halloween para ustedes.

Espero que les guste y que me regalen unas estrellitas y comentarioss dejandome saber qué tal les va pareciendo...

Un abrazooo gigante!!!

Faizuly :*

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Anteriormente...

Una luz blanca la recibió, no veía nada. No sabía que pasaba pero sintió un dolor horripilante recorrer cada una de sus extremidades.

Sus cuerdas vucales desgarrandose con un grito agónico retumbó por cada rincón de aquella vacía manción, nadie rescataría aquella mujer maldita...

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Aún gritando y con las extremidades ardiendo por un dolor desconocido Elien despertó, no entendía qué pasaba, pero empezaba a descubrirlo...

Esa agonía que estaba viviendo, aquél tiempo pedido y desconcertante intentaba hacerla retroceder, perder los únicos instantes que tenía para hallar una salida... Si no lo hacía quedaría allí perdida en esa absurda agonía sin fin...

Respiró hondo varias veces antes de abrir los ojos, no sabía qué se encontraría pero de algo estaba segura: por ningún motivo podía ceder ante el pánico. Cada segundo contaba, cada instante le arrebatavba un trozo más de vida...

Luego de lo que parecieron siglos decidió por fin abrir los ojos; notó que ya no se encontraba en el cuarto, estaba justo en el lugar al que deseaba llegar cuando decidió cruzar la puerta de su habitación.. El lugar dónde su madre pasó sus últimos instantes de agonía, ese lugar que parecía darle esperanza pero, al contrario, destrozó su vida...

En ese entonces Elien era solo una niña pero, recordaba con detalle cada maldíto instante de aquél macabro día, jamás volvió a ser la mísma...

****

Dal, su madre, se encontraba allí tendida en el piso como todos los días, sentada observando pagina por página de aquél libro extraño. 

Hablaba entre dientes, susurraba palabras extrañas; su cabello, antes perfectamente arreglado, ahora era un enredo de cabellos cortos y largos. Su cara antes perfectamente maquillada y realzando los hermosos razgos que la caracterizaban ahora era un rostro esquelético con dos cuencas oscuras oscuras y pomulos sobresalientes.

Durante la última semana, Dal había actuado extraña, como jamás la había visto, en su habitación se oían sonidos extraños en la noche, y por 5 días ni quiera había salido a ver como estaba su hija. 

Cuando por fin decidió salir de su habitación se encerró en aquél estudio de paredes blancas y muebles antiguos cubiertos de polvo, Elien intentó acercarse a ella, hablarle, rogarle que por favor volviera a ser como antes, una madre que se preocupaba por lo menos un poco por su hija... pero todo lo que recibió fue distancia, lejanía, Dal la miraba como a una desconocida; actuaba como un ciervo asustado que huye porque lo van a convertir en comida...

Pero entonces... un viernes 13 de octubre... Dal empeoró.

Elien se acercó a llevarle comida, pues notó que no había ingerido bocado en días, pero su madre tiró el plato con fuerza y se lanzó contra su pequeña hija, estrellando su cabeza contra el suelo, allí quedó la pequeña de 13 años, sola e indefensa, desmayada...

Maldiciendo su debilidad en el segundo en que por fín se reincorporó...

Su madre o, lo que quedaba de ella, se hallaba colgada del techo, sujeta por extrañas cuerdas negras hechas de un material extraño y viscoso, sus labios de par en par, emitiendo y desesperado grito mudo... Aquellos ojos oscuros y sin vida observaban toda la estancia, donde quiera que Elien se movía. Aquél rostro pálido y translucido tan tenebroso aún loa perseguía en sueños, justo en la esquina de la habitación, con los brazos y piernas extendidas en el aire, formando una X con su cuerpo. Era un tétrico adorno de halloween de la vida real...

Elien la observó por horas pensando que quizá el miedo cedería, que su madre volvería pero...

En lugar de eso todo se volvió una pesadilla...

Tal como ahora...

****

Elien salió abruptamente de sus recuerdos... Allí estaba, justo ahora, igual que hace tantos años... Su madre... un ser esquelético, sin vida y tan tenebroso que solo te acompañaría en tus peores pesadillas..

Sus extremidades empezaron a moverse lentamente... Luego contorsionandose como aquellos insectos a pinto de morir levantando una parte de su cuerpo y luego la otra... quizá resistiendose a morir...

Ahora liquido negro salía de su boca, sus manos cubiertas de tierra manchaban cada rincon que rozaban. 

Elien intentó correr pero sus pies se hallaban fijos al suelo, quizo gritar pero algo en su interior le obligó a callar...

Las cuerdas extrañas se rompieron y el ser esquelético... su madre... se arrastraba hacia ella, estirando las manos, gimiendo y llorando. Lagrimas negras surcaban su rostro...

Elien perdió la conciencia...