-¡Pero mira nada más! –Fabiano empieza una carrera hacia nosotros que me hace retroceder y Xander se ubica delante de mí, protegiéndome porque claramente su amigo pretendía lanzarse sobre nosotros- ¡Aguafiestas! –Se queja y a su lado llega Christopher, quien me sonríe y agita la mano.
-Hola, Anahia, un gusto verte.
-Igualmente –Salgo de la espalda de Xander y le sonrío a él y a Fabiano. No sé cómo estos tres chicos son amigos siendo tan diferentes.
-Traje a Hia a nuestros planes, espero que no les moleste.
-¿Hia? –El tono burlón en la pregunta de Fabiano me hace sonrojarme y entonces él ríe. Christopher lo acompaña y Xander rueda sus ojos.
-Deberás acostumbrarte a esa actitud –Xander me mira y se encoje de hombros. Seguramente él se acostumbró hace mucho tiempo- Bien, andando –Los chicos asienten y entonces Xander toma mi mano y empezamos a caminar.
Siento como mi corazón brinca de gusto ante el hecho de ir tomada de la mano de Xander y lo agradable que es esa sensación de frio acogedor que experimento cada vez que mi piel entra en contacto con la suya.
Sacudo la cabeza para despejar ese pensamiento y me concentro en las calles. Todas las casas son modernas y parecen estar hechas de enormes ventanales y madera que llaman mucho la atención cuando te das cuenta del contraste que hacen junto con las calles empedradas. Solo hay pequeños espacios de jardín y todos están verdes y brillantes, son hermosos.
Caminamos unos pocos minutos por calles alumbradas con faroles que encima tienen paneles solares y generadores y puedo notar como el paisaje cambia por sectores. La zona parece un poco industrial y luego soy asaltada por casas con paredes de ladrillos.
-¿Te gusta? –Pregunta Xander a mi lado mientras seguimos caminando.
-Es bonito, es un lugar muy bonito.
-Sí, todo el Distrito de Fénix es así, calles empedradas y casas ecológicamente sostenibles.
-Es sorprendente –Xander asiente y seguimos caminando hasta que la calle se vuelve pintoresca, las casas están pintadas de distintos colores y hay varios puestos de comida en la calle. Se ven niños corriendo de un lado a otro y en el fondo puedo apreciar lo que parece un parque de juegos.
-Hemos llegado –Xander se inclina hacia mí y su olor me invade. O estoy muy receptiva últimamente, o Xander está usando colonia o ahora es que soy más consciente de todo lo que Xander es. Cualquiera que sea la razón, no es momento para darle vueltas- ¿Qué quieres comer?
-¿Qué opciones hay? –Parece que he hecho la pregunta correcta porque entonces los ojos de los tres chicos brillan y soy bombardeada con sugerencias de comer perros calientes, hamburguesas, pizza, algo que ellos llaman panzerotti, empanadas, patacones, tortillas y otras cosas más.
Ni siquiera puedo pensar mi respuesta porque entonces ellos se repliegan y soy arrastrada por Xander hacia un puesto de pizza, ordena, paga y luego estamos frente a un puesto de patacones.
Capto el objetivo de haberse separado cuando estamos al pie de un enorme secoya y cada uno de ellos sostiene varios contenedores de comida. Voy a necesitar de unas buenas horas de ejercicio.
Xander me ayuda a subir y minutos después estamos en lo alto del árbol, rodeados de círculos negros, cafés y medallion que sostiene la comida, con el Distrito de Fénix debajo de nosotros y todas esas luces que le dan cierto encanto al lugar.
Soy obligada, bueno, no tan obligada, a probar cada comida y quiero derretirme porque todo sabe muy bien. Mi boca se hace agua con cada bocado y paso un momento agradable alrededor de estos tres chicos que hacen bromas de cada cosa y me alientan a comer como una más de ellos.
-Ella es la compañera que nos faltaba –Fabiano pasa un brazo por mis hombros y me ofrece una empanada- Se ajusta a nosotros.
-Cualquier chica que no sea Harlow se ajusta a nosotros según tu –Fabiano bufa y Xander aleja su brazo de mi haciendo que los cuatro estemos riendo.
-¿Quién es Harlow? –Pregunto dando un bocado a mi empanada.
-La chica de Fabiano.
-Oh, no sabía que tenías una, es decir, tienes aura, pero, no te veo con ella.
-Ella y yo no estamos juntos –Responde con desdén.
-Él no la tolera –Me explica Xander.
-No es mi tipo, no me gusta –Sigue Fabiano y llena su boca de un enorme bocado de hamburguesa- Es muy débil, muy dependiente para mi gusto.
-Él simplemente la aborrece por el momento –Agrega Christopher- Pero tarde o temprano le gustara.
-Aja, seguro. No todos somos como tú y Rose –Capto que Rose es su chica y voy a preguntar cómo es pero entonces ellos se enfrascan en una conversación donde Rose y Harlow son el punto de discusión.