Por primera vez desde que lo conozco, Jeremy no frunce su ceño hacia mí, en lugar de eso luce preocupado.
Y no me gusta.
No cuando la mirada de preocupación es dirigida hacia mí.
-¿Dónde te duele? –Pregunta y me siento perdida. ¿Dónde me duele? No tengo ni idea. En este momento el susto no me deja sentir dolor.
-No lo sé.
-Vale, curare solo lo que se ve –Asiento y estiro mi pierna pensando que curara mi rodilla, pero no lo hace, en su lugar, su mano se dirige hacia mi derecha, en mi cabeza- No parece profunda.
-¿Qué cosa? –Pregunto y volteo a verlo.
-Tienes un golpe en la cabeza del lado derecho, no se ve profundo, pero hay sangre, así que voy a limpiar a ver que tal y luego curare. –Asiento.
Mientras Jeremy limpia la herida, dirijo mi mirada hacia el grupo de chicos que pelea en el agua. Marcus esta entre ellos.
Sofía está encerrada en un domo negro junto con Xander y eso me preocupa porque no puedo ver nada y no sé si Sofía sigue nerviosa y está creando esferas por doquier.
-Listo. Ahora, veamos esa rodilla –Jeremy examina la rodilla minuciosamente, levanta mi pierna, ocasionándome una mueca y luego toma un gran pedazo de algodón y lo pasa por la herida.
Gimo.
Duele como nunca nada había dolido. Y arde. No sé qué es peor.
Quiero tirar de mi rodilla y soplar con fuerza para ver si se me pasa.
-Tranquila. Solo estoy limpiando.
-Arde.
-Es normal. Seguramente se infectó un poco, hay mucha tierra alrededor –Jeremy continua pasando el algodón por la herida y los alrededores, limpiando- ¿Cómo te hiciste eso?
-Estaba ayudando a un niño –Su cabeza se ladea y sus ojos azules me estudian con detenimiento.
-Bueno, fue algo noble seguramente –No digo nada y sigo observando. Jeremy termina de limpiar y entonces a la vista queda un corte pequeño, pero que luce muy profundo, junto a unos cuantos raspones alrededor- Sentirás un cosquilleo cuando cierre el corte. Trata de no moverte mucho ¿De acuerdo? –Miro a Jeremy con horror. Me va a cocer. Y seguro que dolerá- ¿Escuchaste?
-¿Dolerá? –Una sonrisa toca sus labios y su mirada seria cambia a una que parece… tierna.
-Te dije que solo sentirás un pequeño cosquilleo, nada más. Ahora ¿Lista? –Asiento y espero, pero Jeremy no saca una aguja e hilo, no.
La mano de Jeremy queda suspendida sobre mi rodilla, abierta. Sus ojos se vuelven completamente azules, no hay nada de blanco en ellos.
Me impresiona.
Y me impresiona más cuando lo que parecen hilos del color de su aura, salen de la palma de su mano y se introducen en mi rodilla.
Mis ojos se abren enormemente, incluso creo que van a salirse de mi cara.
Veo, con incredulidad, como mi herida empieza a cerrarse poco a poco. Como él dijo, siento un cosquilleo, pero no muevo la rodilla y es porque estoy impresionada.
La herida se cierra sin dejar el menor rastro y luego sus ojos vuelven a ser normales.
Lo miro atónita. Y luego miro mi rodilla aún más atónita.
-Tú –Balbuceo. No sé qué puedo decir. ¿Cómo hizo eso?
Él me sonríe y comienza a guardar las cosas en su morral.
-Muévela y me dices si duele –Obviamente no la muevo. Sigo atónita- Vamos, muévela –Parpadeo un par de veces y luego hago lo que me dice. A excepción de las peladuras, la rodilla no me duele. Y es aún más increíble.- ¿Y bien?
-No duele –Respondo- ¿Cómo haces eso?
-Practica.
-¿Todos los doctores saben hacerlo?
-No, es algo que aprendí a hacerlo con mucho esfuerzo y práctica, por mi cuenta.
-Esto puede salvar vidas.
-O puede quitarlas –Frunzo el ceño y lo observo- Si alguien sabe cómo sanar un cuerpo, es evidente que también sabe cómo dañarlo, así que es mejor que nadie sepa hacerlo.
-Seguro eres muy popular en el hospital –Comento.
-Nadie sabe qué puedo hacer esto, solo Xander, los chicos, y su familia y ahora tú, así que guárdame el secreto ¿Vale?
-Vale. –Siento cierta admiración hacia Jeremy y lo que puede hacer. Se pone de pie y deja su morral a mi lado.
-Cuídalo por mí, por favor.