***Maddison***
Observo mi alrededor una vez más. Todo sigue igual. Me encuentro sumida en la oscuridad. Igual que estos últimos días.
Ni siquiera se si puedo llamarle días.
No tengo idea de donde estoy, ni si es de día o de noche, solo se que ya no puedo escucharla y eso me tranquiliza. El saber que lastimó a licantropos de mi manada me enfurece, pero lo hace aún más el hecho de que lastimara a Mathías.
Todo mi cuerpo duele, no tengo fuerzas para moverme. Estoy sentada, o al menos eso creo. No puedo ver un inicio o un final, tampoco se donde es arriba o donde es abajo; siento miedo, pero no por mí. Se que no tengo mucho tiempo, con cada segundo que pasa me vuelvo más débil, pronto desapareceré y solo temo por él. Estuvo tanto tiempo buscándome, y ahora el destino volvía a separarnos.
—Se fuerte Mathías... aunque yo ya no este.
Cerré los ojos volviéndome parte de la oscuridad, dejando que el dolor en mi pecho me consumiera por completo.
_________
***Mathías***
Mis ojos permanecen cerrados pero puedo escuchar cada misero movimiento de su cuerpo. A despertado.
—No intentes escapar —hablé, aún con los ojos cerrados. Su corazón latía con fuerza debido al susto que le provoque.
Estire mi cuerpo mientras abría los ojos, me levante del sillón y observe atento cada movimiento de la rubia con mechones rosa.
¿Porqué diablos tenían que ser gemelas?... me recuerda tanto a ella...
—Por favor llevenme a casa, no quiero saber nada de esto... no quiero recordar.
—Sabes, el pasado puede doler, pero tal como yo lo veo puedes huir o aprender de el.
Kylie me miro con ojos cristalizados, no era fácil volver al lugar donde tu familia se desmoronó; a pesar de todo me otorgo una media sonrisa, limpio su rostro y habló:
—Tienes razón, ya es tiempo de que supere mi pasado... quiero verla.
Asentí abriendo la puerta de la tercera habitación, aquella que nadie utilizaba. Salimos al pasillo y abrí la puerta de al lado. La habitación de Maddie.
Y allí esta ella, inconciente en su forma humana, puesto que las sagradas brujas consiguieron que volviera a la normalidad.
—M-Maddie —tartamudeó su gemela reprimiendo las ganas de llorar. Se sentó a su lado en la cama mientras yo observaba todo de pie aún lado de la puerta—... Maddie —sollozó—, lo siento, en verdad lo siento...
Sujeto su mano y oculto su cara en ella. —Fui una idiota, te culpe por sus muertes... te dí la espalda cuando me necesitaste —sus sollozos eran cada vez más fuertes.
Aprete mis manos en puños, sentía impotencia al no poder hacer nada para que despertarla; las sagradas no revocarían el hechizo hasta sacar el amorfo de su interior.
—D-Debes despertar, voy a ayudarte, no importa que deba hacer... necesito escuchar que me perdonas...
—Kylie... no hagas esto, no te martirices por no estar junto a ella antes, estas aquí ahora y eso es lo que importa.
La rubia se levanto de la cama y camino hacía mi, limpio sus lágrimas y sujeto su cabello en una cola.
—¿Que debo hacer? —pregunto decidida.
—Sigueme.
Bajamos las escaleras hasta llegar al primer piso, Melissa y Cameron se encontraban en la oficina.
—Veo que ya despertaste —anunció el vampiro.
—Quiero ayudarla, solo díganme que hacer —habló sin rodeos.
—Bien —procedió a explicar Melissa—... existe la opción de transferir el amorfo a tu cuerpo ya que compartes la misma sangre que Maddie... el único problema es que no sabemos cuales serán las consecuencias.
—No tenemos mucho tiempo, ella esta muriendo. Si aceptas hacer esto no habrá vuelta atrás.
—Ya le dí la espalda una vez, no pienso hacerlo dos veces.
Sonreí al ver a Kylie decidida a enfrentar sus errores del pasado.
—¿Donde están las sagradas brujas? —pregunte.
—¿Nos buscabas Mathías?
Dí un respingo al escucharlas, odiaba que hicieran eso, ni siquiera un licantropo podía sentirlas, y el hecho de que hablaran al mismo tiempo lo hacía más escalofriante.
Carraspeé.
—Si. Kylie esta dispuesta a intentarlo, debemos actuar, ya perdimos demasiado tiempo.
—¿Estas segura de esto? —preguntaron a la rubia—, es muy arriesgado... aunque existe le posibilidad de que puedas controlarla, después de todo ella forma parte de ti.
—¿D-De que están hablando?
Al igual que Kylie los tres nos encontrábamos anonanados.
—El ser sin forma que habita dentro del cuerpo de Maddison pertenece a ti, es el lado lobuno que nunca has tenido. Todo fue un simple error de genética. Al no estar dentro de ti creó una conciencia propia, es por eso que intenta dominar el cuerpo. No corresponde ahí y lo sabe.
Antes de que si quiera Kylie intentara responder hablé.
—¡Ustedes lo sabían! ¡Y no intentaron detenerlo antes de que fuera demasiado tarde! —ataqué— ¡Si tan solo hubiesen hecho algo ella estaría bien! ¡¿Porqué?! ¡¿Porqué se empeñan en arruinar mi vida?! Primero el hechizo y ahora esto... ¡¿Que diablos quieren maldición?! —grité al borde del colapso.
—Mathías por favor calmate, si, tus ojos... hazlo por Maddie —pidió Lissa.
Maddie... Maddie... Maddie
—¡Aahh! —cerré los ojos y hale mi cabello. Estaba harto, harto de las malditas brujas, todo esto era su culpa pero... mi amor por ella era mucho más fuerte que el odio.
—Mathías —llamaron con su típica voz sepulcral—, nuestro deber en el mundo sobrenatural es mantener el orden, no nos corresponde a nosotras intervenir en el futuro, solo estamos aquí para acatar ordenes, y aunque intentaramos hacerlo por nuestra cuenta no funcionaría. El destino ya esta escrito, depende de ustedes seguirlo o trazar su propio camino, no de nosotras.
La tensión en el ambiente era notoria. No respondí. Simplemente no tenía ganas de hacerlo.