Oscuridad de lobos

Capítulo 7

—Bueno, bueno, ¡Ya vasta de melancolía! Esta noche seremos nosotros mismos, dejaremos atrás las penas y el estrés. ¡Vamos a divertirnos! —gritó la morena.

Reí por su escándalo. Por suerte las calles estaban vacías, excepto por nosotros.

—¡Vamos Mati! —chilló tomando mi mano.

Liana me arrastró por diversas calles hasta llegar a un pequeño bar. Dentro la luz era escasa y el olor a alcohol y cigarrillos abundaban en la sala.

—Quiero lo más fuerte que tengan —pidió al barman mientras ambos tomábamos asiento en la barra. El chico asintió y procedió a preparar la bebida— ¿Que vas a pedir? —pregunto clavando sus ojos en mi.

—No pienso tomar alcohol —respondí tajante.

—Eres. Un. Cobardeee —dijo entre risas mientras daba un sorbo a su trago.

Oh no.

Nadie.

Absolutamente nadie.

Me llama cobarde.

—Quiero lo mismo que ella —hablé al barman. El chico me entrego el pequeño vaso y bebí su contenido de un solo trago— ¡¿Quien es el cobarde ahora?! —pregunté divertido.

Lia me devolvió la sonrisa y pidió otra ronda.

No recuerdo cuanto bebimos esa noche, solo recuerdo que fué una de las mejores que tuve en mucho tiempo.

* * * * * *

—Lia, ¿Como regresaremos a casa? — Admito que no estaba del todo sobrio, pero lo estaba más que la morena.

—Tran...quilo lobito —una pequeña carcajada se escapo de su boca—, nos tele...trans...taremos —volvió a reír. Intento caminar pero su pie fallo, por suerte la sostuve a tiempo. Liana me observo fijamente, estabamos muy cerca, tan cerca que nuestras respiraciones agitadas se mezclaban.

No sé si fue el efecto del alcohol, o un simple impulso; como si leyeramos la mente del otro eliminamos el mínimo espacio entre nosotros. Un simple roce vasto para querer más, uní mis labios con los suyos y me deje llevar.

—¡¿Que diablos esta pasando?! —gritaron. Esa voz me era familiar. ¡¿Pero como?!

Me separe de Liana solo para encontrarme con la fría mirada de ella, ya no estabamos a las afueras del bar, nos encontrabamos de pie en una habitación que no conocía —pero suponía que era la de mi acompañante— frente a una furiosa Maddison.

—Puedo explicarlo —hablé antes de que Lia si quiera pudiera pensarlo.

—N-No Mati, no esta...bamos ha...ciendo nada malo —interrumpió.

—No quiero escucharlos, por su olor se que ambos están borrachos. Pero mañana deberán atenerse a las consecuencias. —dicho esto abandono la habitación.

Libere el aire que llevaba contenido, estábamos en grandes problemas.

—Lo sien... to, todo es...to es mi cul...pa.

—Tranquila, te dije que correría el riesgo —tome su mano y la lleve a la cama— descansa, mañana hablaremos de esto.

—In...cluso del be...so.

—Si, incluso de eso —cerré la puerta tras de mí y me dispuse a ir a mi habitación.

¿Qué esta ocurriendome? Bese a Liana estando borracha... tal vez mañana me odie por eso.

Suspiré frustrado. Desde mi llegada a la manada parecía que el destino jugaba en mi contra... todo esto es tan confuso. Las brujas dijeron que al despertar aprendería la lección, pero, ¿Cual es realmente la lección?

 




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