En todo el fin de semana no salio por la noche. Parecía una niña muy obediente queriendo sumar puntos con sus padres para luego pedir algo. Antes del atardecer ya estaba en casa encerrada.
Sus amigos le invitaban a salir pero ella siempre tenía una excusa, la mas común era que estaba cansada y tenía que ponerse al día con los estudios.
No quería arriesgarlos de ser verdad que la buscaban a ella. Y de contarles lo sucedido en la fiesta de Haloween ni hablar, le pondrían camisa de fuerza y la dejarían en el manicomio de la ciudad.
¿Quien iba a creerle que un lobo la atacó? Cuando no es su hábitat y ni siquiera en el Zoológico habían.
¿Quien podría creerle que Nick saltó 100 metros de largo con ella en brazos?
Esto era una verdadera locura y la ansiedad se la comía por dentro.
Fue el fin de semana mas largo de su vida, o eso le pareció.
El martes cuando llegó a la clase se sentó en su pupitre y veía entrar a todos sus compañeros, pero Nick nunca se presentó.
Tenia la esperanza de que llegara a la clase siguiente pero tampoco llegó.
–¿Te diste cuenta que el rarito no se presentó a las clases?– le preguntó Debora.
–No me había percatado– contestó, no podía decirle que lo estaba esperando porque ahí tendría que dar explicaciones y de no hacerlo (cosa que no tenía pensado decirle) pensarían que le gustaba y no podían estar más lejos de la realidad.
Pasaron dos días y el siguió sin concurrir a la escuela.
¿Y si le había pasado algo por su culpa? El dijo que quedaría a evitar que la siguieran.
¿Como podría averiguar si estaba bien?
No lo soportaba, pero no se perdonaría que le sucediera algo por su culpa.
El jueves por la noche, Ehilen se encontraba haciendo la tarea sobre su cama, con su pijama puesto (un pantalón de algodón que era dos veces ella y una remera igual de grande), cuando escuchó un ruido en el balcón de su habitación. Fue lentamente hasta la cocina, tomó un cuchillo y miró por detrás de las cortinas intentando no moverlas.
Observó lentamente de izquierda a derecha y cuando llegó al rincón ahí estaba, en cuclillas en el borde de la baranda de metal.
Abrió la puerta apresurada.
–Baja ya de ahí te vas a caer. ¿Como llegaste hasta acá?– Miró por la barandilla hacia abajo y luego hacia arriba.
No encontraba lógica, ella vivía en el quinto piso de un edificio de diez plantas.
–¿Querías explicaciones verdad? Vine a dartelas, no puedo asistir a la escuela por ahora– miró las manos de Ehilen y comenzó a reír.
–¿De que te ríes idiota?–
–¿A quien piensas hacerle daño con eso?, ¿sabes que si vienen por ti eso solo les servirá de mondadientes cuando terminen de cenarte?–
–Deja de intentar asustarme y entra, hace frío. Si intentas pasarte te juro que voy a probar que tan real es lo que me dices del cuchillo, pero en tu cuerpo–
–¿Te sirvo té o café? Solo eso y unos trozos de pizza tengo para ofrecerte–
–No gracias. Vine a explicarte y advertirte no a socializar–
–Tu tampoco me caes bien. ¿Sabías?–
Nick se río por lo bajo.
–Debes mantenerte en guardia, te están buscando y cuando te encuentren te querrán matar–
–Que consuelo. ¿Quienes son? ¿Porqué me buscan? ¿Como tienes tanta fuerza y porque puedes saltar a tal distancia? Y lo más extraño de todo. ¿Porqué me ayudas? Si a la legua se nota que nos odiamos–
–No te odio–
–¿No? Desde que llegaste a la secundaria solo me molestas.
–Siempre he sido así contigo, es nuestra forma de querernos–
–Estás loco. ¿Siempre?. Nos vimos por primera ves en la escuela y nos hablamos por primera vez en Haloween–
–Llevo siglos siendo tu guardaespaldas y eres mi primita adorada pero amo cuando enfureces– se río de manera estrepitosa.
–Y pensaba que yo necesitaba camisa de fuerza. ¿Sabes que tengo 17 años verdad? Y que no soy alguien importante como para necesitar un guardaespaldas personal y por ultimo, mis padres ambos son hijos únicos y no tienen más familia con vida por lo tanto no puedes ser mi primo–
–Eres más importante de lo que crees. Se que tienes 17 años pero no es la primera vez que vienes a este mundo. Eres tu reencarnación número noventa y nueve y la ultima si fallamos. Por último, eso es lo que te hicieron creer–
–Espera, más despacio. ¿Que es toda esa tontería que estas diciendo?–
–No puedo explicarte todo ahora, tendrás que tener paciencia, e imaginación–
–¿Imaginación? De qué hablas no logró entender nada–
–Te faltan solo dos meses para cumplir los 18, antes de que eso suceda debo sacarte de acá, ahí necesitarás la imaginación, una excusa para ausentarte por un largo periodo; esta casa no te servirá más como protección, tu presencia incrementará y doña Cleo no podrá ocultarla más, ya no tiene tanta fuerza–
–Eres un acosador, sabes cuando cumplo y ¿hasta el nombre de mi casera?–
–¿Quien crees que te trajo a ella cuando naciste?, es la única en este país que tiene la habilidad de ocultar tu presencia incluso cuando no estás en el edificio, el problema es que conforme se acerca tu cumpleaños tu presencia incrementa–
Nick hablaba muy enserió, no había ningún rastro de burla en su tono o expresión.
–¿Quienes me quieren matar y porqué?–
–El quien te lo puedo decir, el porqué aún no. Quienes te siguen son los seres de la noche. Hombres lobo y Vampiros por igual–
–Jajajajajajajaja y yo que me venía creyendo lo que decías–
–No es para reírse, tu vida está en riesgo y no puedo permitirme perderte una vez más, eso sería el final del mundo como lo conocemos–
Ehilen no paraba de reírse –si serás inútil, me dejaste morir noventa y ocho veces, jajajajajajajaja– no podía evitar que le causará gracia todas las tonterías que aquel joven le estaba diciendo con tanta seriedad.
–Si no crees mi palabra, creerás lo que veas–
#5818 en Fantasía
#2240 en Personajes sobrenaturales
#6775 en Otros
#1190 en Acción
clanes y conflictos, accion drama suspenso y misterio, personajes sobrenaturales amor odio
Editado: 03.01.2024