VERDADES DOLOROSAS
CAPITULO 2
ELLE WALTON
El sol se había ocultado cuando llegue, un escalofrío me recorrió al ver lo solitario que se veía, entré con pasos ligeros y ni un alma habitaba, camine hasta la cocina y vi a mi hermano menor Brian en su teléfono, ni siquiera se fijó que acababa de llegar.
—¿Papá está en casa? —me acerqué ligeramente a él tratando de ver que estaba escribiendo o mejor dicho a quién.
—Se acabaron de ir hace media hora —respondió sin interés, levantó su mirada y al instante volteó su teléfono como rayo McQueen que no logré ver que estaba escribiendo ¿qué hacías Brian?, ¿algo malo?
Brian se fija en mi camiseta sucia con cara de ¿qué rayos te pasó estúpida?
—¿Qué diablos Elle? ¿Te tiraste la bebida como una tonta? Siempre supe que tenía una hermana idiota —expresó con una sonrisa, apartó su teléfono a un lado de la mesa para ver más de cerca mi suéter —. Debes ser tonta en la vida para andar así.
—Cállate y recuerda que soy mayor que tú, solo fue un pequeño incidente —respondí a la defensiva.
—Si papá te hubiera visto así, Dios —resopló fuertemente como si estuviera mirando a la persona más estúpida.
Aunque fue un simple helado, cayó sobre mí e hizo que mi camiseta blanca quedara demasiado sucia. Parece caca escupida.
—Sí, no digas nada a menos que quieras morir.
—Siempre supe que eras una asesina en serie —comentó con un tono asustado, se abrazó así mismo como alguna especie de mujer cuando alguien la ve. Ignoro su drama barato y me voy a mi habitación.
Luego de terminar de ducharme, me puse el pijama de conejo. Me tiré en la cama y caí dormida al instante, estaba más cansada de lo que creía.
Cuando siento la alarma en mis oídos, me levante alterada, mi cabeza daba vueltas. Odio los lunes en las mañanas cuando es mi primer día de escuela, es como si te dijeran que vas a parir y llegó el día del parto, no he parido, pero debe ser algo similar. Doy un vistazo a mi closet y elijo un suéter manga larga gris y una falda corta café, dejo mi cabellera rubia suelta con un pequeño broche en un lado.
Al bajar las escaleras, me encuentro a mi hermano menor Brian esperándome, —¿Dónde están los otros? —pregunté bostezando.
—Michael y Eric ya se fueron —respondió Brian sin verme, al parecer charlaba con alguien en su teléfono.
Son mis hermanos mayores - típicos playboys sin oficio, sus personalidades son un poco alocadas, pero nada que no se pueda manejar.
—¿Y Daniel?
Daniel Walton es mi hermano mellizo, pero no nos parecemos en nada, tanto físicamente, como también en nuestra personalidad, se ha vuelto frío desde que su exnovia lo engañó y le hizo la peor cosa que puede hacer una mujer. Todos pensarían que la historia es que el chico la lastima, pero su caso es diferente, lo compadezco tanto.
—Dijo que esperemos, se levantó tarde, así que los estaba esperando a él y a ti —contestó Brian, miré la hora en mi teléfono y abrí los ojos casi al punto de que se salieran, pensé que era temprano, al parecer no lo es ni un poco.
—¡Daniel, te juro que si no sales en dos minutos, nos vamos y te toca esperar que el chofer regrese de llevarnos! —expresé en voz alta. No quería llegar tarde al primer día de clases, no era mi estilo, jamás llegó tarde a clases.
Al minuto sale, con ropa negra, tiene unos tatuajes en los brazos que ni idea que significaban, lo cual se notan demasiado porque lleva una camiseta negra y unos jeans desgastados con botas trenzadas, nunca había visto esos tatuajes antes, quedé sorprendida al ver lo que mis ojos veían.
—¡Oh por Dios, Daniel del demonio! ¿Cuándo te has hecho eso?
—Hace cuatro meses —respondió de manera natural, como si no fuera nada, como si le dicen alguien ¡Estás embarazada! Pero la chica tiene quince años ¡Fiesta! Ósea yo me hago uno de esos y mi padre me mata y me destroza.
Tal vez nunca los había visto antes, porque siempre se colocaba camisetas largas y buzos, debió ser para que mi padre no se enterara.
—¿No lo habías visto, Elle? —terció Brian con cara de "me estás tomando el pelo"
—Como te hagas uno de esos Brian...—empecé con voz amenazadora.
—Ni que fuera loco.
—Por eso lo digo.
—¡Ey!
—Vámonos o llegaremos tarde —zanje sin prestarle atención al drama de Brian.
—¡Para que lo sepas no soy loco! ¡Soy una persona que piensa antes de actuar!
Ya tengo mi propia vida y mis propios problemas para andar de chismosa con mi padre. Nos montamos en el carro los tres, en pocos minutos estamos en frente de la preparatoria Redland, una de las mejores escuelas privadas del estado.
Al salir del auto, noté que la escuela era amplia, está perfectamente decorada en la entrada, alrededor había muchos árboles, el aire era cálido y hermoso de finales de verano. La mayoría de los estudiantes están afuera por lo que el espacio está reducido, a la distancia veo a mis hermanos con un grupo de chicas, esos mocosos no esperaron ni un día para ligarse con las chicas, son peor que los strippers sin duda alguna.
Los tres empezamos a caminar, todas las miradas se posaron en nosotros, tal vez era demasiado cool y tenía mucho flow. Ok no, para ellos era la típica chica nueva rica que conseguía todo lo que quería. Al alzar la mirada me encuentro con los profundos ojos azules fríos, vestía unos jeans negros y una camiseta blanca, tenía un brazo alrededor de una chica morena, en ese momento solo pasaba por mi cabeza lo último que dijo.
"A la próxima que nos veamos te vas a arrepentir por lo que me has dicho"