Oscuridad en tu mirada

CAPITULO 13

CORAZONES LASTIMADOS Y ALMAS ROTAS BUSCANDO SANAR.

 

CAPITULO 13

 

ELLE WALTON

 

Cabe resaltar el incómodo momento en que estamosnos encontramos mirándonos sin decir una palabra, los pares de hermanitos problemáticos a cada lado de mí, Brian al frente y Emily a su lado.

—¿Cómo que te gusta ese chico? —reclamó Liam molesto, rompiendo el silencio.

—¿Qué te he dicho, Liam? —respondí tratando de buscar paciencia, en definitiva, lo que acaba de pasar fue traumático.

—¿Cómo diablos quieres que pregunte? —expresó confundido y molesto, Liam mostraba tantas expresiones en su cara que no se sabía que era en realidad.

—Déjamelo a mí, Liam —carraspeé la garganta—¿Emily, quién te gusta es mi hermano? —pregunté seria, sin una sonrisa en mis labios, no había segundas intenciones, por primera vez en mi vida traté de comportarme como una adulta responsable.

—¿Eh? No —dijo Emily nerviosa.

—Esa pregunta fue tonta, prosigamos —sonreí, porque sabía lo que venía —. Brian, ¿te gusta Emily?

—No lo sé —dijo Brian asustado.

—¿Qué? —responden todos al unísono. Emily observa a Brian atónita.

—Esa pregunta también fue innecesaria, es obvio que te gusta Emily —aseguré asintiendo con la cabeza.

—¿Por qué estás tan segura de eso? —preguntó Aarón con confusión.

Oh, tú ni me hables.

—Porque conozco a mi hermano, idiota.

Resopló, —¿Otra vez con el apodo?

—¿Por qué no? No te has ganado el puesto de no serlo —sostengo su mirada y él ríe por lo bajo apartando la mirada.

Estúpido Aarón.

—¿De qué están hablando, Elle? —preguntó Brian.

—Nada, sigamos. Decía que a Brian le gusta Emily, ese idiota —lo señalo—. No estaría aquí si no estuviera interesado, mi hermano no se reúne con mujeres.

Toma eso, Brian Walton. La venganza es cruel y fría, justo como tus calzoncillos.

—¿Es esto por lo de la última vez? —replicó Brian.

Si, la última vez, me echo al agua con mi padre de que aparecí a las cinco de la madrugada, lo cual hizo que me castigaran por un mes.

—Claro hermanito, sin embargo, acéptense, vivan un romance apasionado, la vida es muy corta para no enamorarse. No vivan

muriéndose por el otro sin confesar sus sentimientos —canturreé como si estuviéramos en algún tipo de telenovela barata.

—¿Sabes que estamos sus hermanos presentes? —comentó Liam con sarcasmo.

—Eres solo palabras Liam, además mi hermano es un buen partido, Emily me dijo que le gustaba, ¿cuál es el problema?

—¿Podrías dejar de avergonzarnos, Elle? —comentó Emily nerviosa mirando a Brian pidiéndole ayuda. Brian la mira avergonzado. No es como si me los tragara y los estuviera acabando.

—Tranquila, ya casi terminamos — suspiran como si no tuviera remedio casero.

—¡¿Tratas de decir que mi hermana tenga novio?!, ¿estás loca? —exclamó Liam fuera de sus casillas.

—Bájale dos a tu tono Liam, no estoy loca, es la realidad de la vida —respondí con un pequeño encogimiento de hombros.

—¡Mi hermana tiene 15 años!

—¿Y?

—Como que "Y" no puede tener novio a esa edad.

—No vengas con ese cuento Liam, ella está grandecita para tomar buenas decisiones —expresé molesta por el tono de voz de Liam —. Mi hermano es bueno para ella, si habláramos de mis otros hermanos, los mataría por fijarse en Emily, pero Brian es un buen muchacho.

—¡Deja de decir eso, Elle!

—Tan dramático y pesado —comenté y suspiré.

—¿¡Que!?

—Parecen un par de esposos, hablando de sus hijos —interviene el idiota de Aarón.

—¡Cállate! —respondemos Liam y yo al unísono. Lo miro y ruedo los ojos.

—Nosotros mejor nos vamos, ¿Emily? —dijo Brian nervioso.

—Claro, vámonos, dejemos a los adultos hablar.

—Enamórense, vivan un hermoso y encantador romance apasiona...—Liam pone una mano en mi boca para callarme, lo muerdo.

—¿Eres un perro, Elle? Y lo más importante de todo, ¿te crees cupido? —escupió sobando su mano donde lo había mordido.

—Tienes algún problema conmigo, Liam Koch, ¿quieres pelear?

— Una debilucha como tú, no me hagas reír —replicó y soltó una risa.

—¿Ah, sí? —hago un movimiento ágil y coloco mi pierna cerca de su cara, listo para golpearlo —¿Quieres probarlo?

—Sabía que estabas loca —le pego con mi zapato en la cara. Sale en una dirección tambaleándose.

—Eso fue por el beso, dulce venganza —dije soplando mis dedos—. Me voy de esta casa problemática.

Aarón me retiene en la entrada con su cuerpo.

—¿Ahora qué quieres, Aarón? —pregunté a la defensiva cruzando los brazos.

—¿Por qué estás enojada conmigo?

Ja, la hipocresía, pero es cierto ¿por qué estoy enojada?

—No lo estoy.

—Estuviste evitándome como si fuera la plaga.

—Porque lo eres.

—¿Qué? —preguntó absorto.

—Quiero decir...

—Estás celosa —me cortó con su sonrisa engreída.

—¿Celosa? ¿Yo? —comenté incrédula por la acusación.

—Sí, estás celosa. Acordamos que no tendríamos sentimientos por el otro.

Como si fuera tan fácil, decirlo y hacerlo son cosas completamente distintas.

—No es cierto —respondí sacudiendo mi cabeza.

—¿En serio? — se ríe—. Entonces, ¿por qué sonó ese pequeño reloj?

—Está bien, lo acepto, pero fue por asombro. Por Dios ¡estabas desnudo! —dije incrédula, aunque en realidad no vi nada, mis ojos se mantuvieron en su cara de idiota—. Además, quizá olvidamos una regla. No puedes tener relaciones, mientras estamos en una relación falsa.

—Espera, ¿por qué demonios no? Acabas de decir que nuestra relación es falsa.

—No voy a hacer el hazmerreír de la escuela, no perdono infidelidades, más vale que dejes de hacerlo.




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