Oscuridad en tu mirada

CAPITULO 17

"Una sola decisión afecta el rumbo de tu historia, asegúrate de tomar el camino correcto"

 

CAPITULO 17

 

AARÓN KOCH

 

DOS AÑOS ANTES

Siempre existe un culpable de los desastres que ocurre en nuestra vida. Errores que se llevan las vidas de las personas, un irremediable error que marca para siempre.

—¡Maldita sea, Cooper! ¡Habla! —exclamé frustrado al ver su rostro, sus pupilas se dilatan de enojo. Trata de soltarse, pero es en vano, está inmóvil con las manos sujetadas por una cuerda y sentado en una silla.

Observa en detalle a su alrededor buscando alguna ayuda, pero todo lo que había era una pared cerrada cubierta de ladrillos rojos, el lugar estaba apartado de la ciudad. Carlos y Noah estaban apoyados en otro lugar observando la escena.

—¡Solo habla! —me acerco a su rostro tirando de su cabello con desprecio.

—¡Eres un idiota! —emitió escupiéndome la sangre de su boca en mi rostro. Hago una mueca de asco, Noah me pasa una toalla—. ¿Qué quieres de mí, Aarón? —preguntó resignado, finalmente.

Stefany ¿cómo has llegado a estar con este imbécil? Te rechacé por una razón, tan dolida y resentida estabas para que te acostaras con este idiota.

—Déjame pensar, ¿qué quiero? —expresé moviéndome alrededor de él, cruzando las manos detrás de mi espalda, sacudo la cabeza —. No es lo que quiera, sino que has hecho mal, Cooper, ¿por qué demonios estabas con ella? —el tono de mi voz suena tenso, no soportaba verle la cara después de lo que sucedió.

—Ya te lo dije —respondió resignado.

Ladeé mi cabeza, —No, no lo has dicho, ¿por qué te creería? El estado en el que se encuentra dice lo contrario.

—Yo... solo...—tartamudeó sin formas palabras concretas.

—¡Si algo le llega a pasar, créeme que serás el maldito culpable!

—¿Por qué estás haciendo esto? ¡Te he dicho unas cien mil veces que no tuve la culpa! —exclamó gritando, mi puño hace contacto con su rostro.

—Mi paciencia tiene un límite y créeme que se está agotando.

—Lo siento —emitió por lo bajo.

—¿De verdad lo sientes? —comenté incrédulo por sus palabras, una falsa e irónica sonrisa se expande por mis labios—. ¿De qué parte? ¿Estás arrepentido de haberla drogado o cuando la violaste? Para colmo de eso mandarla al hospital.

—Yo no la drogue y en ese momento estaba igual de drogado —defendió Cooper.

—Como si eso cambiará la situación —ironicé.

—¿Aarón? —dijo Carlos con un teléfono en mano.

—¿Qué quieres, Carlos?

—Están llamando del hospital —me informo con una expresión de alerta en su rostro. Mi mente apenas podía comprender, mi corazón se detuvo por unos largos segundos.

Apenas pude sostener el teléfono en mi mano con un leve temblor, —¿Hola? —tomo aire preparándome para lo peor.

Stefany está muerta por sobredosis —las palabras llegaron lentas y claras por parte de la madre de Stefany. Mi mente viajó a todos los momentos con Stefany, sus gestos, sus pequeñas acciones que calentaban mi mundo, su perfume, su manera de mirarme, su risa, su manera de consolarme cuando no podía levantarme, y ahora, simplemente, la vida me la había arrebatado. Quedo mirando al vacío con un enorme agujero en el corazón.

Todo por mi culpa, por mi enorme y completa estupidez.

"Te amaré por siempre Stey"

(...)

—¿Aarón? —chilla una voz que podría reconocer a miles de kilómetros. Tira de mis sábanas abriendo la ventana y dejando que la luz entre directamente en mis ojos.

—¿Qué quieres, Emily? Largo de mi habitación. ¡Suelta las malditas sábanas! —exclamé frustrado por haber interrumpido mi sueño, me volteé al otro lado de la cama buscando algo de paz.

—Hermano, solo quiero pedirte un favor —inquirió la intensa de Emily.

—No —me limito a responder.

—¡Pero no lo has escuchado! —reprochó pataleando y golpeando mi cama.

—¡Joder, déjame tranquilo! Ve a pedírselo a Liam —mi voz sale en un murmuro, el sueño me estaba consumiendo.

—Es sobre Elle —confesó Emily.

¿La cerdita? Me levanto de golpe buscando orientación, mirando a mi hermana.

—¿Le paso algo?, ¿está bien? —pregunté buscando respuestas en su rostro.

—No le ha pasado nada —se ríe por mi expresión.

Hago una mueca, volviéndome acostar, —¿Qué quieres?

—Necesito hablar con Elle, dile que venga —emitió Emily.

—Olvídalo —hago un ademán con mis manos para que sepa que es caso perdido.

—¿Por qué? —presionó confundida.

—Está enojada conmigo.

—De seguro hiciste otra de tus tonterías. Si dijeras lo que realmente sientes no tendrías estos problemas con Elle —respondió Emily, cruzándose de brazos.

—No siento nada por ella, además ¿desde cuándo eres psicóloga? Largo, si quieres hablar con ella, ve a su casa o llámala, no me interesan tus problemas.

Emily se limitó a darse la vuelta resoplando, —Tonto.

—Aarón —la voz de Carlos me llama a la distancia. Estaciono la camioneta, acercándome a ellos.

—¿Dónde está, Elle? —preguntó Noah, extrañado, buscando detrás de mí.

—Por lo menos salúdame amigo —ironicé —. ¿Siempre tengo que estar con ella? También tengo una vida aparte de ella, ¿sabes?

Noah suspira decepcionado, no puedo reconocer si es por mi respuesta o el hecho de que Elle no está.

—Se supone que son novios, ¿se separaron? —inquirió Carlos, el entrecejo lo tiene levemente fruncido, entrometido como el New York Times.

—Está enojada, no sé la razón, supongo que las mujeres siempre se enojan por cualquier tontería —confesé sin mayor importancia, doy un pequeño encogimiento de hombros.




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