Oscuridad en tu mirada

CAPÍTULO 24

“Jamás subestimes el poder de una mirada”

 

CAPITULO 24

 

ELLE WALTON

 

Las personas grandes siempre nos han dicho que debemos ser valientes y fuertes, cuando éramos niños, los problemas simplemente se lo dejábamos a los adultos, ellos nos enseñaron a contar con ellos y estábamos en un lugar seguro. Sin embargo, cuando crecemos ese valor debemos afrontarlo y como jóvenes nos enfrentamos a obstáculos que parece que acaparan nuestra vida y nuestra estabilidad.

El adolescente debe pensar qué clase de adulto quiere ser, es complicado pensar, parece fácil, pero no lo es, ¿seré justa?, ¿seré amable?, ¿tendré un anhelado final feliz?, ¿me convertiré finalmente en la persona que quiero ser? Todo esto es absurdo, los jóvenes solo queremos ser felices, el ser humano solo debe buscar algo para su vida, tener la completa dedicación en ser feliz y lograr que las personas a su alrededor sean felices.

Vivimos solo una vida, no podemos desperdiciarla en personas o cosas que no aportan nada a nuestra maravillosa vida.

Mereces una vida espectacular, vivir el hoy y disfrutar el mañana, si te caes está bien, solo recuerda levantarte con más ánimo, sé valiente.

***
Con un tarro de helado en mano y mis pijamas de conejo veía la saga de crepúsculo, una historia de romance de cuento de hadas con leve misterio que tenía mis expectativas del amor al máximo.

Era mi mejor forma de salir de la rutina, olvidar los problemas, los muchos malentendidos amorosos y los matrimonios arreglados. Aunque eso no iba a suceder, jamás aceptaría casarme con Liam. Primero, él no me gusta, segundo, puedo morir, tercero, soy joven, último, pero no menos importante, él que quiero no me quiere, me trata como una idiota y me aplasta cada vez que quiere.

Charles y Brian estaban a mi lado, Charles había protestado de no querer ver la película, pero yo tenía el control aquí y no tenía el derecho a opinar, Daniel estaba observando en otra esquina pensando Dios sabrá qué y a Brian le gusta la saga.

Ben había regresado a su casa por unos días, tenía que solucionar algunos inconvenientes que se le presentaron, como tiene dinero el sujeto entonces puede viajar hasta la misma china y venir el mismo día.

—¿Dónde está Michael? —preguntó Charles con los ojos en la pantalla.

Recogí mis piernas y las crucé en el sofá, que ahora estaba más angosto por Brian y Charles, —¿A mí que me importa? —respondí llevando un bocado de helado a mi boca.

Charles gruñó como un niño, —¿Desde cuándo eres tan insoportable? —espetó girando su mirada, mis ojos aún seguían en la pantalla.

—Desde que me parieron.

Charles guardó silencio gracias a la abuelita en bikini.

—¿Cuál es esa película? —preguntó una voz confundida recién llegada.

Abrí los ojos de par en par aterrada, pasmada de ver a esa criatura, a ese extraterrestre de dos ojos, dos piernas y dos brazos con una cabeza de pavo.

—Eres una bestia Eric, eres como la plaga de chikungunya que se puede contagiar —pronuncié incrédula resoplando—. ¿Quién se atreve a osar y pecar por no saber cuáles son las películas de Crepúsculo? Dios, debes ser inhumano.

—Dramática, ni que fuese tan importante.

—Oh, no olvides lo que has hecho, tú y Michael, han hecho un maldito trato con Aarón —le espeté.

Mi hermano Charles se levantó de golpe, por lo que acabo de soltar, —¡¿Qué hicieron ahora mocosos?!—gritó Charles. Cabe resaltar que mi hermano era silencioso, pero por algún motivo cuando se trataba de nosotros era insoportable sus regaños.

—Elle solo está siendo dramática, Charles, relájate un poco —respondió Eric calmado y haciendo un ademán con las manos, restándole importancia.

—Todo se lo toman a la ligera, creen que pueden hacer lo que se les dé la gana tú y Michael —Charles se pasó la mano por el cabello frustrado —. Daniel hace lo que quiera, Michael pasa la mayor parte del tiempo en fiestas, tu Eric, joder, eres un problemático, Elle —giró para verme el rostro con una risita—. Es una dramática e intensa y Brian —volteó su mirada para señalarlo —: Brian es Brian —suspiró, resignado.

—¿Estás bien, hermanito? —fue lo único que pude decir. Se veía bastante cansado.

Brian y Daniel ni siquiera voltearon sus miradas, sus ojos seguían en la pantalla sin importarles nada. Nuestra relación era más rara que sopa de pizza, nos maltratamos y nos insultamos entre todos, el problema aquí es que cada uno tiene una personalidad distinta donde simplemente no nos soportamos.

Eric no respondió, porque si lo hacía nos matábamos aquí mismo, esto es lo que pasa cuando no hay una madre presente y un padre que la mayor parte de su tiempo está en su trabajo. Sin embargo, a pesar de que me sigue doliendo lo que hicieron Eric y Michael, al fin y al cabo, ellos no tuvieron la culpa de nada, Aarón fue el culpable por aceptar tal cosa y decírmelo tan despiadadamente.

Eric se sentó en un sillón observando la película, era la tercera, me quedaba una más por ver.




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