“¿Olvidamos o sanamos?”
CAPITULO 26
ELLE WALTON
¿Cómo debería empezar?, ¿debería aceptarlo?, ¿asimilarlo? ¿Continuo mi vida como si nada hubiera sucedido? Seguir o no seguir con mi vida, el dilema de la vida cuando una persona muere.
Limpié la lápida negra con mis manos de las rosas machistas que yacen en la parte superior y coloco unas flores blancas, —Ha pasado un mes desde que te fuiste, papá.
El cementerio es un lugar tan muerto que sientes que almas merodean por tus lados, cada vez que visito alguno, siento que me están observando.
Contengo las lágrimas que quieren salir, —Sabes que no te perdono que hayas hecho esto ¿cierto?
Me quedé en silencio por unos instantes, las lágrimas es imposible controlarlas.
—Ha sido difícil seguir sin ti, los abuelos se quedaron a cuidarnos papá, Ben se quedó a mi lado también, es tan buen amigo ese chico —respiré profundo para poder continuar—. Hay un chico raro, él es guapo.
Sonreí para mí misma entre las lágrimas, —Ha perdido perdón, pero no tengo idea de que habla papá, mis hermanos dicen que fue alguien importante para mí. ¿Sabes que es más raro? Hace días se abalanzó sobre mí en un centro comercial que mis hermanos me obligaron a ir, lo único que pensé fue que ese chico estaba loco. Se supone que debe hacer cosas lindas, ¿verdad? Todo lo que hace es avergonzase cada vez.
—Una vez dijiste que darías la vida por mí, pero nunca me imaginé que la vida te apartaría de mi lado, quiero que regreses.
Recordé la sonrisa de mi padre, tan cálida y amable.
—¿Estás escuchando, cierto? Tú y mamá lo saben todo, en las noches no puedo evitar llorar papá, el mundo se me viene encima y no puedo controlarlo, la casa ha estado vacía, desearía haber realizado ese viaje que tanto querías —limpié mi rostro con el dorso de la mano—. Te amo papá, siempre estarás en mi pequeño corazón, fue demasiado fuerte y doloroso que hayas arriesgado tu vida por mí, sé que este dolor no desaparecerá en años, aun así, intentaré ser fuerte por ti.
Me levanté con las pocas fuerzas que me quedaban y solté un suspiro al ver a mi padre tan lejos de mí.
—También Charles se hizo cargo de la empresa, algún día soñaste con vernos hasta la cima, espero que nos veas al lado de mamá y estés orgulloso.
***
Otro día en la preparatoria Redlands; otro día de intentar ser valiente y olvidar por unas horas el dolor. Emma en las últimas semanas me había hecho compañía.
Aarón, el chico pelinegro me causaba tanta intriga, se acercaba a mi diciendo cosas sin sentido, no entiendo como pude olvidarlo, todo lo que me pregunto es si en verdad me hizo daño y de qué tipo.
—¿Estás bien, Elle? —preguntó Emma con un codo apoyado en su silla.
—Claro, ¿por qué lo dices?
—Has estado distraída todo el tiempo de la clase —aseguró.
—Lo que pasa es que...—alguien interrumpió antes de terminar.
—¿Quién está hablando? —demandó la profesora de literatura con la mirada en nosotras —. Señorita Walton, supongo que sabe la pregunta y lo que estaba explicando, le dejo la clase para que explique qué es la Épica medieval y sus inicios contemporáneos.
Y aquí sentí en verdadero terror, porque no sabía nada acerca de eso, es decir, si alguna vez vi ese tema fue hace mucho tiempo y saber el concepto tampoco me ayuda en mi vida.
—Estoy esperando —emitió impaciente.
El pulso se me aceleró, no era mala estudiante, pero en estos últimos días no eran especialmente los mejores de mi vida.
—Lo siento, no volverá a suceder —respondí con la vergüenza encima y bajé la cabeza.
—Que esto te sirva de lección la próxima vez que interrumpas mi clase —reprendió.
Guarde silencio toda la clase, mis ojos estaban fijos en la maestra, pero por momentos recordaba que estaba escuchando y poniendo atención a la clase ¿a quién le importa la Épica medieval? Qué pérdida de tiempo.
—Elle —saludó una voz. Emma, Carlos y Noah estaban sentados en la misma mesa, el recién aparecido era Aarón quien se sentó a mi lado.
—Uh, hola —saludé sin entusiasmo, a pesar de que no lloraba en frente de todos, no había sonreído en casi un mes.
Aarón tenía una expresión distante, era algo feo que lo hubiera olvidado, se ha portado tan bien conmigo y me ha ayudado en muchas maneras.
—Todavía no puedo creer que lo hayas olvidado, Elle —comentó Noah.
—Es cierto, los dos han pasado por muchas cosas, espero que algún día puedas recordarlo —habló Emma.
No dije nada al respecto, no tenía nada que decir, aún no entendía que relación teníamos Aarón y yo, si en verdad es cierto que me hizo daño, nadie lo quiere decir.
—Tengo una sorpresa para ti, Elle —aseguró el pelinegro.
—¿Qué es? —pregunté llevando unas papas margaritas a mi boca.
—Por eso es sorpresa.