“Llegaste a mi vida como una tormenta de emociones, pero terminaste siendo mi calma”
C A P Í T U L O 27
CAPÍTULO FINAL
AARÓN KOCH
—No entiendo a las mujeres —me quejé y tomé un sorbo de alcohol.
—No es nada nuevo —comentó Noah sin interés.
—¿Por qué tienen que ser tan complicadas? Si haces algo se enojan y si no lo haces también se enojan.
—Ujum.
—Si te confiesas no está bien, pero si no lo haces tampoco está bien.
—Tienes razón.
—Si no hablas no está bien, pero si lo haces estás jodido.
—Carlos, ¿por qué tenemos que sufrir los tres cuando fue a él quien lo rechazaron?
—Ese es mi punto —Carlos soltó un suspiro.
—Oye, se supone que son mis amigos —aseguré, girando mi cabeza en su dirección.
—Lo somos, pero ahora mismo estoy reconsiderando por qué soy amigo de alguien tan tonto e ingenuo —espetó Carlos.
—¿Qué?
—Él no entiende a las mujeres, es un caso perdido, Carlos.
—¿Y ustedes?, ¿las conocen? —inquirí, curioso.
—Estás hablando con los magnates de este estado, nadie se resiste a la tentación de nuestros cuerpos.
—¿Qué he hecho mal? Me he disculpado mil veces y ella no reacciona, quiero que me recuerde, entiendo si soy un maldito egoísta que desea con todas sus fuerzas que me recuerde —confesé, llevando la botella a mis labios.
—A veces eres muy estúpido —emitió Carlos sacudiendo su cabeza —. El problema aquí es que ella se olvidó de ti, no puedes confesarte y pedirle que sea tu novia, sus sentimientos por ti desaparecieron.
—Es lo más sabio que has dicho en tus miserables dieciocho años de vida Carlos —comentó Noah.
—¿Qué puedo decir? A veces tengo mis momentos —se encogió de hombros restando importancia.
—Entonces, ¿qué hago?
—Enamorarla, estar para ella, escucharla, apoyarla, quererla, amarla y sobre todo tratar de entenderla —Noah sonrió —. Aunque Elle tiene una personalidad fuerte, es muy pesada.
—Para mí es perfecta, mucho más de lo que ustedes creen.
—Nadie es perfecto —Carlos puso los ojos en blanco.
—Error, para mi Elle es perfecta sin importar lo que digan ustedes idiotas.
—¿Desde cuándo eres tan pegajoso por amor? —resopló—. Qué asco.
—¿Qué puedo decir? —sonreí, al recordar todas las veces que Elle sonreía o cuando demostraba tanto lo que sentía sin importar quien estaría a su alrededor —. Ella me enseñó a mostrar mis sentimientos.
—¿Ya superaste a Stefany? —preguntó Carlos —. ¿O estás utilizando a Elle para borrar y olvidar sus recuerdos?
—Claro que no.
—Esta vez no será fácil entrar a su corazón —cuestionó Noah —, Elle estaba muy enamorada de ti, siempre te lo demostró y tú simplemente no le dabas su lugar.
—Lo sé, fui un tonto, tenía miedo, pero ya no más.
—Uhh, Noah, mira esto —Carlos le mostró algo de su teléfono—. Dime que no es lo que estoy pensando.
—¿Qué pasa? —inquirí, acercándome.
—Mira por ti mismo —espetó Carlos nervioso, agarré el teléfono en mis manos y lo que vi en la pantalla me dejó sin aire.
—Oh, no —negué con la cabeza, frustrado —, mierda.
—Oh, sí.
—Joder, le dije que no fuese a esa maldita fiesta.
Porque Rixton subió una foto con Elle y Rixton era capaz de matarla.
***
ELLE WALTON
—¡Por favor, no lo hagas! —rogué, mi cuerpo estaba tenso, en sus ojos todo lo que pude encontrar fue burla.
—He esperado que te arrodilles y me pidas que te salve la vida, pero ahora que lo tengo en frente de mis ojos, no es tan interesante.
—¿Por qué lo haces?, ¿cuál es tu problema?
—Aarón, ese es mi problema —zanjó seca.
—Pero... —cuestioné.
—Siempre intentas ser la chica buena, la chica que se hace la víctima para que un príncipe azul venga a tu rescate.
—¿Qué?, ¿de qué hablas?
—Investigué tus antecedentes, imagina lo que encontré —abrió sus ojos y continuó —. Elías, tu ex, te encerró, jugó contigo, aparte, ¿expuso su primera vez en un vídeo a toda la escuela? —dramatizó con sus manos—: ¿Cómo puedes vivir así? Después de que jugaron contigo como un juguete, guao, de verdad qué jodido pasado.