Oscuridad (nagi y Elizabeth) Libro 2

CARTAS AL FUTURO

El segundo juego daba inicio, el chico lobo había comprado algunas semillas de soja de la tienda de la escuela y anunció el inicio del juego en cuestión. Pero Erika no dejaba de sorprenderse de eso y más aún que la tienda escolar las venda ya que las consideraba inútiles, de echo desconocía su existencia hasta ese momento.

 

- Nunca antes las había visto - se sinceró Elizabeth - Ni negras ni violetas ni rojas, parecen venenosas ¿Seguro se comen? 
- Si - contestó Nagi - Pero no me más comería ya que se ven mal y huelen aún peor.
- Entonces ¿Tenemos que arrojate esas cosas? - quiso saber Ray
- ¿Significan algo? - preguntó Natsume algo aburrido
 

- No lo sé pero pueden derrotar al demonio - contestó el chico lobo
- Que cultura tan misteriosa - comentó Erika
- ¿Las semillas en el mundo humano tienen poderes especiales? - volvió a preguntar Natsume
- Ya te lo dije - contestó Shiba - No lo sé
- Nagi ¿Tú lo sabes? - preguntó Erika
- Existen diversas teorías en el mundo humano. Pero ésta práctica en particular viene de un lugar llamado "Japón". Su cultura es muy particular. Allí la gente cree que los granos tienen poderes para combatir el mal.- Respondió Nagi

 

- ¿Granos? ¿Entonces no solo las semillas? - preguntó Natsume
- Todo está relacionado con la pronunciación - respondió Nagi
- Si estas cosas pueden derrotar al mal ¿Entonces si se las arrojó a Erika la destruirán? - quiso saber Shiba 
- Puedes intentarlo si quieres, pero antes te sacaré las ganas a los golpes - contestó Erika sonriendo como si hubiese contado algún chiste

 

El juego empezó y las semillas fueron arrojadas a Shiba con fuerza pero a Elizabeth le resultó muy extraño que pese a ser tan pequeñas hicieran tanto ruido. Natsume empezó a verle el lado divertido al juego y Ray se unió también
- ¡Esperen! ¡Aún no estoy listo! - rugía Shiba
- Salió corriendo - comentó riéndose Erika
- ¡Agarrenlo! - Gritó Ray
- Es demasiado trabajo perseguirlo para arrojar cosas de éstas - comentó Natsume 
- ¡Entonces deja de perseguirme! - pidió Shiba

 

Pero lo cierto era que tanto Erika cómo Ray, Natsume y Nagi le arrojaban semillas sin cesar mientras reían.
- Perdón Shiba pero me alegra no haber sido el demonio jajajaja - decía Nagi 
- Eso debe doler - Comentó Elizabeth
- Pero gracias a su ayuda podremos escribir un buen informe - Comentó Nagi quien había dejado de arrojar las semillas al chico lobo
- Cierto, ya jugamos dos juegos. Vayamos a tu habitación Nagi y lo escribimos - propuso Elizabeth
- Ah sobre eso, hay otro asunto cultural en el que estoy interesado. Pero quiero hacerlo contigo, solo nosotros dos. - Dijo Nagi 

 

Ella quedó anonadada ya que no se esperaba esa respuesta ¿Qué podría querer hacer Nagi? ¿De qué asunto cultural estaría hablando? 
- ¿Solos?
- Si
Tras acabar el juego de las semillas se soja Nagi y Elizabeth se separaron de los demás y fueron juntos a la biblioteca. A ella le estaba matando la curiosidad 
- ¿Qué quieres hacer conmigo? - le preguntó una vez que estaban en la biblioteca

 

Nagi apareció con un libro muy grande que narraba sobre las culturas humanas del mundo. Abrió en una página que hablaba sobre la cápsula del tiempo y empezó a leer
- "Ponemos los registros y objetos importantes en una caja y la enterramos para que la lea la gente del futuro"
- ¿Quieres hacer eso? 
- Si, suena divertido Elizabeth
- No sé qué puede interesar de mi existencia a las personas del futuro Nagi

 

- No es necesario que sea algo complicado no muy serio. Los profesores humanos dejan cosas como libros de historia pero nosotros no tenemos que hacer eso. Podemos pensar en un futuro más cercano. Podríamos poner recuerdos de nuestra infancia o cartas y enterrarlas para cuando ya seamos adultos. - decía el chico invisible
- Cartas y algunos tesoros. Suena divertido
- Nos escribiremos cartas a nosotros mismos, yo te escribiré a ti y tu a mí. Así en el futuro tendré una carta de Elizabeth para mí.

 

Elizabeth se sintió más que feliz con el solo echo de pensar en escribirle una carta al Nagi del futuro. Tendría tantas cosas por decirle, en verdad estaba entusiasmada. Él, la conocía tan bien que sabía que esa idea le gustaría bastante
- Quiero guardar parte de la diversión para el futuro - continuó él - Así que mantengamos en secreto lo que escribamos. Podremos escribirlas en nuestras habitaciones y mañana vendremos y las entregaremos

 

- ¿Las enterraremos aquí? ¿En la academia Star?
- Si, no creo que sea un lugar que cambie mucho con el tiempo
- Muy bien ¿Cuando las desenterraremos? 
- Los humanos suelen hacerlo treinta años después
- ¿Tan pronto?
- Los humanos tienen vidas cortas, hay que recordar eso ¿Te parece unos cien años?


 

Ella no podía imaginarse cómo serían ambos en cien años, eso le despertaba mayor curiosidad. Sabía perfectamente que no estarían muertos ni mucho menos pero seguramente habrían contado ya que no serían niños sino adultos. Ella esperaba seguir junto a Nagi. Se dirigió a su habitación y empezó a redactar la carta al futuro Nagi llena de emoción. Pero al llegar y estar cómoda frente al papel su mente quedó en blanco total. No supo que escribir. No tenía idea quet podría decirle al Nagi del futuro. Así que empezó a escribir con la esperanza de que las ideas fluyan a medida que escribía. 
Pensaba en Nagi y su mano escribía prácticamente sola

"Querido Nagi

Han pasado cien años ¿Estarás sonriendo ahora? Viviendo la vida de un hombre invisible ¿Aún tenés que te olviden? Cien años después ¿Sigues teniendo miedo? ¿Todavía estamos juntos después de todo un siglo?  Ahora, cien años antes solo pienso en tu sonrisa. Cuando me tocas siento que podría volar. Si aún estoy a tu lado por favor quédate conmigo para siempre. Incluso si llega el día en que no pueda verte si es que llegase a pasar eso, yo jamás te olvidaré mi querido y amado Nagi. Y nunca dejaré de buscarte ".
 




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