Tras una ardua semana super agitada para los estudiantes de la Academia Star, al fin llega el Día de las Pesadillas. Y la mayoría de las clases ese día eran sin profesores, esto alegró a Shiba pero sorprendió a Elizabeth ya que no se esperaba eso.
- ¿Por qué eso? - quiso saber Elizabeth
- Porque no vinieron como el profesor de Lenguaje Oficial - y la mitad de la clase tampoco ha venido hoy. Supongo que tienen miedo de que se venguen de ellos
- Vaya que cobardes resultaron ser - comentó Ray desprecupado
- Es cierto - dijo Erika - Deberian actuar como Ray - Aún siendo de la clase más baja hoy decidió venir igual
- Oye no te refieras a mí como si fuese una patética criatura - se enojó el vampiro
- Pobre Ray ¿Quieres que te de un abrazo? - se burló Erika
La mirada se Ray dejaba claro lo que pensaba de los abrazos pero Erika sonrió divertida. Además el chico vampiro era tan orgulloso que no sentía temor alguno, tan seguro estaba de su poder y de él mismo.
- Vine porque no tengo nada que temer - espetó Ray - Si alguien me hiciera algo hoy mañana me las pagaría con creces.
- ¿Oíste eso Shiba? - dijo Erika - Mañana lo pagarás con creces
- ¿Por qué me incluyes en esto?
- Porque te conozco y sé que estás planeando hacernos algo a Ray y a mí - dijo la chica demonio sonriendo
- ¡No es cierto! ¡No Planeo hacerles nada! - gritó el chico lobo - Elizabeth y Nagi no quisieron ayudarme
- ¿Dijiste algo? - preguntó Erika
- No...nada...
- Eres valiente Shiba - dijo Ray
- Dije que no planeo hacer nada ¿Qué clase de idiota sería sabiendo que al otro día ustedes se vengaría de mi?
- Tu lo dijiste - dijo Erika sonriendo
- Mañana te arrepentirás Shiba - dijo Ray con la elegancia que lo caracterizaba
- ¡¿Vas a matarme a pesar de no haber echo nada?! - dijo Shiba frustrado
- Oigan ¿Dónde está Natsume? - preguntó de pronto Elizabeth
- Creo que tampoco vino - dijo Ray
- ¿Por qué? - pregunto Shiba - Es una momia, hoy sería una de las clases más altas
- En realidad no sé mucho de él - respondió Ray
- Si tú te atreviste a venir - dijo Shiba - Que eres de la clase más alta de todas y hoy eres la más baja, no veo el motivo por el cuál esa momia no haya venido
- Oye Elizabeth ¿Quieres almorzar conmigo hoy? ¿Solo nosotros dos? - le preguntó Nagi
- ¿Nos abandonaran entonces? - preguntó Erika
- Erika, tú puedes ir a almorzar con Shiba y los demás. Creo que el almuerzo de hoy será demasiado ruidoso y prefiero un lugar más tranquilo - contestó Nagi
- Una buena decisión - dijo Ray
- ¿,Te parece bien? - preguntó Nagi
- Claro - dijo Elizabeth
La chica zombie miró a su alrededor y al verla varios compañeros suyos bajaron la mirada. En verdad estaban asustados. Ella sonrió al percatarse de lo acostumbrados que todos estaban al ser protegidos por sus razas y las clases altas a la que pertenecen, en verdad no podrían sobrevivir si todo eso de las clases cambiara de forma definitiva y permanente. Ella sonrió al pensar aquello y en lo divertida de la situación. Pero solo era producto de su imaginación ya que eso era algo en verdad imposible de lograr. Solo era un día el de las Pesadillas y no una eternidad. Ella era la misma de siempre pero ese día todos estaban atentos a lo que ella hacía y eso le resultaba en verdad molesto y extraño. Sin embargo los comprendía ya que ese día ninguno tenía el privilegio que normalmente tenían y eso en verdad los asustaba bastante. Algo que ella no entendia del todo ya que ella debía vivir con esa desventaja de forma continua y no sentia temor alguno. Aunque gran parte de su seguridad se debía a estar siempre con sus amigos Erika y Ray más Shiba y Natsume y por sobre todo estaba siempre con Nagi.
Ella intentó imaginarse cómo sería pero no lograba entender cómo alguien podría abusar de su poder con los demás. No era algo que naceria de ella. Así entre charla y charla llegó la hora del almuerzo y todos salieron del salón de clases
- ¿A dónde quieres ir? - le preguntó Nagi - Yo quiero ir a un lugar tranquilo, para descansar un poco. Algún sitio donde no nos encuentre. Pero supongo que acabaremos en el patio trasero como siempre.
- Muy bien, vamos allá entonces
En esos momentos nos chocó un chico que iba distraído pero en el preciso momento en que vió a Elizabeth los colores de su rostro se fueron empalideciendo al completo
- Lo siento, no le hice a propósito
- Está bien, no tienes por qué asustarte - dijo Elizabeth
- ¿No me harás daño? Digo...eres la de más alto rango aquí
- Yo no soy como los demás que se abusan de su poder - contestó la.chica zombie - A mi no me gusta ese tipo de persona y nunca sería así
- Ya...ya...ya veo - dijo confundido el chico
- Elizabeth ya es suficiente - intervino Nagi , luego la tomó del brazo y la condujo hacia fuera del lugar. El otro chico continuaba mirandola y hasta se hubo sonrojado. Pero Nagi tiró de ella conayor fuerza.
Fueron al patio trasero pero él estaba en extremo callado, echo que a ella la confundió. No parecía estar bien y eso hasta llegó a preocuparla.
- Elizabeth yo...yo... - empezó diciendo Nagi - Soy una mala persona ya que me enoja el ver que los tratas tan bien siendo que hoy eres la persona de mayor rango en toda la escuela. Si algo sucede y no te gusta puedes arreglarlo,.si algo te molesta puedes quejarte. Pero no lo haces y sigues actuando igual que siempre. Bajando la cabeza. Los chicos notarán lo buena que eres y se acercarán más a tí después de hoy. Y eso...no me gusta. Por eso dije que soy una mala persona.
- Nagi eso no significa que seas una mala persona, significa que eres un poco celoso. Tal vez no te guste que te diga esto pero eso me hace muy feliz ya que significa que me amas.
- Si, te amo pero...no...no es eso...yo...como eres una zombie que es la clase más baja creo que por eso yo me sentía seguro. Y ahora me doy cuenta de que soy insignificante. Es que nadie te prestaba atención porque no sabían lo extraordinaria que eres así que nunca tuve miedo de que alguien pudiese alejarte de mi. Pero ahora sé que las cosas cambiarán a partir de mañana, incluso ese chico que tropezó contigo. Mientras más te conozco más me doy cuenta de lo hermosa que eres. No solo físicamente sino también por dentro. Lamento decirte estas cosas, te molestan ¿Cierto? Al principio no quise decir nada pero ahora no puedo evitar dejar salir mis sentimientos negativos. Tengo tanto miedo que siento deseos de llorar, no quiero perderte. Perdóname...volveré a la normalidad en un minuto.
Pero a pesar de decir que volveria a la normalidad su cuerpo comenzó a volverse invisible y ella no pudo evitar de abrazarlo con ternura. No quería que desaparezca, no quería que se fuera de allí así, no quería que se sintiese tan triste por cuestiones que solo existían en su mente. Volverse invisible era una de sus características de chico invisible y él ya le había contado que todos los invisibles tenían mucha negatividad. Se rechazaban a sí mismos y perdían la confianza en las relaciones que tenian. Y eso hacia que fuese perdiendo el color. Ella lo abrazaba intentando reconfortar lo.
- No Nagi, no te vayas. Vuelve por favor
- Lo siento...no puedo controlarlo...quería ser parte de ti y estar contigo para siempre. Quiero que seamos uno solo ¿Por qué debo ser así? Quiero ser parte de tí
- Eso...eso es una locura - dijo ella soltandolo - Quiero al Nagi que conozco. No digas esas cosas
- Pero...no quiero ser yo...no me gusta como soy...no importa cuanto me esfuerce no importa cuando lo intente...nunca podré ser parte de tí. No quiero ser como soy...este mundo es...horrible. Perdóname soy un verdadero fastidio. No puedo controlar mis sentimientos...Oh no...estoy a punto de....de desaparecer
- ¡No! ¡No te vayas Nagi!
- Lo siento Elizabeth
- Entonces no me dejes, no pierdas la confianza en tí mismo. Nagi ésta es la primera y última vez que usaré una orden de fuerza contigo - Dijo la chica zombie
- ¿Qué?
- Solo tengo esta habilidad hoy pero la tendré que usar contigo. Nagi
- ¿Elizabeth?
- Amame, amame Nagi, amame con todas tus fuerzas y nunca me dejes, por nada del mundo me dejes ¡Amame! No importa quién se acerque a mí, eso nunca cambiará lo que siento. Así que Nagi, no tengas miedo de quienes se me acerquen. Estoy loca por tí y no pienso en nadie más. Así que Nagi mírame. Te amaré por el resto de mi vida. Por favor, amame con todo tu corazón
- Elizabeth
Gradualmente Nagi comenzó a recuperar su color. Primero empezó con su silueta y después de unos segundos se había vuelto completamente visible. Su mirada estaba serena y brillaba con luz propia.
- Si...te obedeceré Elizabeth. Te amaré con todo mi corazón. Incluso cuando los efectos de ésta orden se disipen te seguiré amando
Entonces al igual que lo hacen los caballeros de los cuentos de hadas, Nagi le besó la mano a ella y en ese momento sus corazones se volvieron uno solo. Ese día acabo en paz y alegría pero Nagi descubrió que la orden que ella le había dado no se disipó ni al final del día ni al inicio del siguiente. Por lo visto aquello era en verdad poderoso y nada le dió mayor placer que esa seguridad que ella le insertó en su corazón.