Oscuro paraíso (la oscuridad del angel)

CAPITULO 15

CHRISTOPHER 🌹

Enero 11. 2020.


























 

- ¡NO TE ATREVAS A DARME ORDENES! ¡NO TIENES NINGÚN MALDITO DERECHO YA!

- ¡Chris, por favor! ¡Ya basta de esto!

Esquivo a Queen, sin intención de ser brusco ni grosero con ella. La pobre ya luce muy angustiada y su rostro bañado en lágrimas hace crecer a la impotencia dentro de mí, pero ahora no puedo reprimir estos impulsos.

No puedo calmarme...

No después de escuchar tal mierda...

- Chicos, maldición. Ya es suficiente, no es el momento para ésto.

Milton y los demás siguen pidiendo calma, pero no puedo prestarles atención a sus voces ni a lo que me piden con ellas. Mis ojos sólo se concentran en el sujeto que yace firme frente a mí. No ha intentado atacarme, ni siquiera cuando yo lo hice al arrojarlo hacia el mueble de madera, el cual ahora yace completamente destrozado por el impacto que tuvo él al caer sobre este. No se defendió y tampoco quiso contraatacar.

Llegó esta noche al lugar en donde seguímos hospedados todos. Según se había ido a buscar respuestas con más sargentos respecto a los desastres que siguen haciendo esos Oscuros. Según, pues yo aún creo que no le interesa mover un dedo para solucionar esto. Sé que no lo hará y ahora ha venido a decirnos que tampoco intentemos hacer nada porque sigue sin ser asunto nuestro. Esas fueron sus palabras.

<<Jodido imbécil.>>

Sabía que no podíamos atenernos a él, sabía que no tendría la intención de ayudar. No le ha importado nuestras advertencias, no le ha interesado tampoco el hecho de que, no sólo la vida de esa niña que tiene el alma de Constans corra peligro ahora con el hijo del rey del infierno, sino que también ha ignorado que se trata de la vida de Jess y de muchas otras personas inocentes.

¿Cómo es posible que actúe así?

Perdí el control cuando me dijo que me mantuviera al margen y que desechara los planes que ya he hecho para localizar a Constans, Lamia, o cómo sea que se llame esa niña que ahora posee el alma de la chica que aún sigo amando. Sí, el muy maldito quiere impedirlo, y a cambio me ha dejado con la promesa de que él y el Guardián lo solucionarán.

No se ha dado cuenta que ya ha perdido toda mi confianza, que todo lo que piense o planea hacer al respecto ya me da mala espina porque en primer lugar..., ellos son los responsables de todo lo que está ocurriendo ahora. Ellos son los que quisieron involucrar a Constans de nuevo con los malditos que ahora están haciendo su desastre por todos lados.

- Chris, por favor. Mírame. - es Jess quien me hace regresar al aquí y después siento cómo una de sus frías manos me toma para que la mire. Trago grueso al encontrarme con sus ojos brillosos-. Esto no es necesario, sólo te provocarás más problemas.

- Yo no le tengo miedo a este... traidor y tampoco a sus amenazas.- regreso mi mirada al chico rubio y de mirada dura para barrerlo de arriba a abajo con mis ojos-. Perdió todo gramo de respeto que le tenía. Tampoco ya no confío en él, nunca más lo haré.

-Chris... ¿Qué carajos debo hacer para que me creas? ¡Nosotros jamás quisimos que algo cómo esto...!-

- ¡Ya cierra la boca! ¡Ya no me importan tus malditas palabras o la forma en la que te quieras justificar! Ya lo hiciste. Desde el principio tuvieron la intención de perjudicarla. Sólo quiero dejarte una cosa clara, jefe. - trato de acercarme, pero Milton me lo impide porque aún sigue interponiendose entre nosotros. Puedo leer la suplica en sus ojos púrpura, así que reprimo otro movimiento y sólo me concentro en volver a desafiar a Koran con la mirada -. No trates de meterte en esto. Tengo claro mis objetivos, y no me importan tus amenazas o las del Guardián. No van a detenerme.

Aprieta más su mandíbula, sus ojos ardiendo en ira pura.

- Chris... te recuerdo que aquí yo sigo siendo la autoridad ante ti y ante los demás. No me desafíes porque te aseguro... que después te arrepentirás. Deja de actuar cómo un maldito inmaduro, esta vez no te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando... ¡Porque yo aquí sigo siendo tu maldito sargento te guste o no!

De pronto sólo soy capaz escuchar los gritos de los demás que se encuentran a mi alrededor y, después de un doloroso impacto de algo pesado contra mi cuerpo... empiezo de sentir cómo toma alguien mi cuello y de un movimiento rápido me estampa contra una de las paredes.

No sé cuándo se acercó a mí, no sé cómo pudo evadir a Milton quien era el que se encontraba entre ambos, pero ahora parece que ha dejado de contenerse. Ahora... luce realmente furioso.

Sus ojos enfocándome con rabia y talvez desesperación. Sus manos rodean mi cuello con tanta fuerza, y de inmediato sufro los estragos de su brusquedad. Siento que me ahogo con mi propia saliva o talvez sea sangre, pero aún así mantengo mis ojos fijos en él.

- Ya basta de estupideces, Smith. Ya me tienes harto con tanta terquedad. Esto no es juego y a ti no te corresponde decidir por encima de mí o del Guardián. Ya te hemos dejado pasar muchas, he sido paciente y comprensivo contigo en lo que no debería, pero ya se me acabó la amabilidad. - Susurra con voz seria, sin dejar de estrangularme. Aún escucho las protestas de los chicos y también a la voz angustiosa de Jess, suplicando para que me suelte, pero este ni siquiera parece inmutarse -. Tú eres un soldado nada más, entiende que no puedes llegar a imponer así porque sí. Estos asuntos tú no los sabes tratar, sólo nos traerás más problemas. ¿Quieres eso? ¿Quieres que Jessica y tu primo salgan de verdad perjudicados? Es lo que lograrás si no te controlas y continuas con tus misiones suicidas.

- N-no soy un inútil cómo tú. Y-yo no cometeré el mismo error q-qué tú. - escupo con dureza y de pronto sus ojos me miran con sorpresa y más enojo que antes.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.