Oscuro paraíso (la oscuridad del angel)

CAPITULO 19

CHRISTOPHER 🌹

Enero 14, 2020.

























 

— ¿Seguro que esto sigue siendo buena idea?

Le dedico una mirada a Ramsés. No pretendo hacerle creer que estoy molesto, no lo estoy, pero quiero que ya dejemos de perder el tiempo con esas dudas.

El chico sólo abre su boca en una "o" y después regresa su mirada al frente. Ahora nos dirigimos a la calle Unter den linden, que es el lugar donde se ubica ese seminario, el cual, esperamos, encontrar a ese diácono, Marco. Ruego en mis adentros por qué sea así, pues puede ser una pista para saber algo acerca del paradero de ella...

Pam, Alan y Ramsés hicieron un gran trabajo al localizar ese lugar donde ese jóven empezaba su entrenamiento para el sacerdocio. Lo que había pasado con Evan me había hecho olvidar la tarea que les había dejado a ellos respecto a ese asunto. Sin embargo sigue siendo de gran importancia, no podemos descartar nada que nos ha dado y que, posiblemente, nos lleve a mas pistas para llegar a la verdad.

A ella...

Miro a mis costados, la nieve ha empezando a caer cubriendo los altos y grandiosos edificios que yacen a mi alrededor. Este lugar es maravilloso, pero ahora no puedo dejarme llevar por su belleza, no vine aquí de paseo. Tengo que ponerme manos a la obra, aunque sea en seguir investigando. Jess y Pam se quedaron en el hotel para cuidar de Evan. El chico aún seguía inconsciente, pero la pequeña de cabello rosa me prometió hacer todo lo que estuviese en sus manos para hacerlo reaccionar. Espero con todo mi ser que lo logre...

Aún temo tanto por él y por lo que pasó.

Alan y Ramsés me han asegurado que ella es una exelente "médica". Me explicaron que eso es respecto al gran talento que tiene Pam para crear medicinas milagrosas con diferentes  plantas y flores. Los chicos dijeron que la pequeña de cabello rosa lograría devolverle a Evan las energías que perdió en la batalla contra esa criatura, Lía. Ahora sólo estoy acompañado de sus dos compañeros.

Cada uno oculto detrás de una capucha oscura, sus iris moradas han sido escondidas con unas lentillas de color marrón, casi logran verse cómo dos chicos normales, pero, estoy seguro, que ante un humano normal seguirían destacando. Sus energías son impresionantes,  a pesar de lo jóvenes que son, pero he tratado de no subestimarlos por eso. Pueden sorprendeme igual o quizá más de lo que lo han hecho Evan o Milton.

Aprieto mis puños al sentir las miradas de las personas que deambulan por el mismo camino por donde ahora voy. No, no se han asustado por los chicos que van conmigo. Su nerviosismo e inquietud ha sido provocado por mí... Siempre es por mí.

Trato de colocar bien el pañuelo sobre mi rostro, también llevo puestos los guantes que Evan me obsequió, pero creo que eso no está ayudando mucho para mantener mi energía oculta de ellos. Se supone que estas cosas me ayudarían a retenerla un poco para que no sea perceptible para los humanos. Ellos pueden detectarla con sólo estar un paso cerca de mí, más las personas sensibles o las que tienen un don, que no sea el destello, pero sí parecido a él. Por ejemplo; Personas que no tengan magia en su interior, desde nacimiento cómo nosotros, pero que a lo largo de sus vidas han estado estudiandola o que han llegado a ella por otro miedo para lograr conectarse con mundos ajenos al real. Brujas, hechiceros, chamanes, etc.

Nosotros los Anónimos estamos más expuestos ante esas personas, pueden descubrirnos con más facilidad. Ellos son los que de verdad creen en nosotros y mi energía para ellos es más fácil de detectar por lo... extraña y más potente que la de los otros Anónimos normales. Sólo espero que no esté ninguno cerca. Serían capaz de intervenir conmigo. Koran me había dicho que nunca me confiara de ninguno de ellos y que no haga menos el hecho de que sean humanos... pues pueden tener malas intenciones con nosotros, y resultar hasta peligrosos. Aún no entiendo en qué sentido, pero mejor no descubrirlo.

Aún me inquieta la manera en la que la gente me mira, creo que los chicos no se dan cuenta o talvez sólo prefieren ignorarlo, pero yo no puedo hacerlo. No sé lo que me pasa, pero esta vez me están haciendo sentir más incómodo con tanto escrutinio sobre mí.

— Joven Smith... Usted presenció lo que hizo esa tal Lía con el joven Evan, ¿Cierto?— Alan llama mi atención después, así que dirijo mi mirada hacia él —. ¿No cree que deberíamos... no sé... encargamos primero de...?—

— El que le dé prioridad a este asunto no significa que olvidaremos a esa tal Lía y a su bastardo padre, chico.  — lo interrumpo y él después me dedica una mirada confusa—. No te preocupes, esa criatura me las pagará por lo que hizo. De eso me encargaré yo personalmente. Ella y su maldito padre.

Mis puños se aprietan con más fuerza que antes, al igual que mi mandíbula y la opresión molesta que se ha hecho presente en mi pecho. Recordar lo que ella le hizo a Evan y también... el haberme enterado de que fue participe en la abominación que destruyó la inocencia de Constans... me hace sentir fuego en mis adentros.

El vengador dentro de mí difícilmente ha contenido su furia desde que descubrió esa asquerosa verdad. Lo que pasó en la pesadilla en donde ella apareció para mostrarme todo eso..., me lo he tenido que reservar con todos, hasta con Jess. Ella sería la más afectada porque siempre estuvo consciente de lo que pasó Constans con su padre. No, no me refiero a Amon, si no al humano, y que de humano... no demostró tener nada. No importa si fue manipulado por Amon y por Nerón para cometer lo que hizo con ella... Fue un bastardo igual que se merecía el mismo infierno. De él ya no me podré vengar, porque ella ya lo hizo hace mucho tiempo, pero quién no tendrá escapatoria será Lía y ese  bastardo de Nerón.




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