Oscuro paraíso (la oscuridad del angel)

CAPITULO 21

Christopher.

Enero 14,2020🌹

















 

Los chicos Anónimos que yacen cerca de mí, Abby, Jess y el sujeto que encontramos antes de enfrentarnos a Caleb, Eber, no dejan de mirar a Evan con extrañeza e intriga. Mi compañero que llegó a rescatarnos de esa desastrosa pelea contra Caleb, está actuando cómo si nada lo hubiese afectado, pues parece que ni siquiera le ha dado importancia a lo que ha pasado con ese caos.

Fue el que salió más intacto...

Llegamos hace una hora al lugar donde nos estamos hospedando y de inmediato tuve que intervenir con Alan y con Ramsés para curarles sus heridas. Todos llegamos, a duras penas, completos. Ellos se encontraban muy heridos por esas quemaduras, pero con mi poder de sanación pude solucionarlo. Fue un proceso agotador, y hasta doloroso, pero no estaba a discutir el hacerlo. El único que llegó entero fue Evan.

Extrañamente salió perfectamente bien de la batalla contra los Agentes Sombra.

Ahora se encuentra sentado en el borde del gran ventanal de la habitación, mientras lee  uno de los documentos que me había mostrado antes acerca del caso donde estuvo involucrado ese diácono y esa chica llamada... Connie.

Me está preocupando... De verdad está actuando extraño.

Ni siquiera sabía que fumaba, ahora lo está haciendo mientras lee. No está actuando cómo él mismo. Este Evan tan relajado, tan... descuidado, no lo conozco.

No lo entiendo...

Estaba recuperándose apenas de ese ataque que recibió de Lía, despertó para volver a pelear y ni siquiera luce cansado ahora. ¿Cómo es eso posible? ¿Por qué este extraño comportamiento de él me hace sentir tan alarmado?

— Oye Jess... ¿Seguro que no lo viste cuando despertó?  — le susurro a la mujer de cabello rojizo que yace sentada a mi lado. No me responde de inmediato, aún mira a Evan con el ceño fruncido. Creo que, al igual que yo, también se siente incómoda con esto.

Con él...

— No Chris. Te dije que lo habíamos dejado en la habitación solo, después de que tu amiga de cabello rosa le diera a beber esa medicina de hierbas.— me explica también en un susurro, sin dejar de mirar al chico sin camisa y de cabello negro que ahora parece tararear una canción—. De hecho ni lo dejamos cinco minutos sin vigilancia. Esa chica, Abby, fue la que de inmediato quiso volver a revisarlo, pero fue extraño. De pronto su rostro se vio preocupado y corrió a la habitación. De inmediato la seguimos y cuando llegamos las tres, él ya no estaba. Al parecer había huido por el balcón porque este estaba abierto.

— Me parece raro que lo primero que haya hecho al despertar... fuese el huir. No tiene sentido. ¿Que ni siquiera se sentía agotado? Sus energías se habían reducido a cero o eso fue más o menos lo que me explicó Pam.— respondo, aún con voz baja. Ella sólo niega y se encoge de hombros.

— Tal vez esa medicina fue suficiente para él.

— Pero no me explico cómo sabía donde estábamos... Ni siquiera sentí su energía cerca para darme cuenta de él siguiéndonos. No la siento aún, de hecho.— suspiro y después tallo mis ojos con mis manos. Esto también me tiene hecho un lío.

Sé que no estoy para distracciones. Que mi tarea es seguir investigando acerca de los bastardos que se la han llevado, pero tengo un mal presentimiento con Evan, pues no sólo es su comportamiento inusual el que me ha alarmado: También son esas marcas en su piel que, extrañamente, ya no están. ¿Cómo pudieron desaparecer? ¿Qué significan? Y esos ojos oscuros, esa esencia que ha cambiado y que me hace sentir que ya no se trata del chico que conozco.

Mis ojos lo escanean con detenimiento, no sé qué más espero encontrar en él, pero sé que no puedo descartar esto. Evan se ha vuelto importante y si algo realmente le está pasando, mi deber es ayudarlo, porque yo, en primer lugar, fuí el que hizo la promesa de protegerlos a todos. Y es esa marca maldita en su piel es la responsable de hacerlo reaccionar así ahora.

Tal vez suene exagerado, pero es extraño que se encuentre tan bien después de una pelea cómo la que tuvimos hace un rato. Es extraño que ni siquiera luzca agotado, fue aún más desconcertante el cómo perdió el control con Caleb hasta el punto de lograr obtener un poder para aniquilarlo. Lo hizo. Él solo lo hizo. Aún recuerdo sus ojos cuando lo amenazaba...  y esa mirada prendida en ira pura y aterradora.

Jamás lo había visto así...

No es que lo haya subestimado antes, pero todo fue tan rápido. No tuvo ninguna complicación apesar del gran contrincante que tenía.

Temo que todo se vuelva más extraño, pero me digo a mí mismo que tengo que aceptar que así será. Las cosas empeoran, no puedo descartar nada. Tengo que prepararme y mantenerme fuerte porque ya nos hemos metido en algo grave y completamente real.

Esto ya no sólo se trata de Constans...

En esta mierda ya está involucrado todo el jodido infierno. Y si no me aplico para solucionarlo pronto... se verá metido también todo el resto del mundo para terminar de ser hundido el ese oscuro paraíso del cual teme tanto Eigner.

— Chris... necesito decirte algo. — Abby me llama después. Me levanto del sofá y me dirijo a donde ella me pide. Sin embargo tardo en comprender que quiere privacidad, así que, después de tomar mi brazo, me lleva hasta la pequeña cocina. La miro, expectante, cuando ya estamos solos—. Chris, he recibido un mensaje de Queen, por nuestro propio medio, ya sabes, y lo que me ha dicho es algo que ya me ha puesto angustiada.

— Por favor dime.

Ella se queda pensativa, con su mirada desviada a la nada.

— Es Koran... Ya sabe lo que pasó con Evan y con ese sacerdote que fue asesinado por demonios frente a muchos humanos. No sabemos cómo lo supo, yo no he dicho nada, tampoco pudo leer nuestros pensamientos, pero... — trato de pedirle que se tranquilice porque su voz ya había empezado a quebrarse.




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