Oscuro paraíso (la oscuridad del angel)

EPÍLOGO























 

CHRISTOPHER.

Enero 25, 2020.

Los días pasaron.

El pánico alrededor del mundo había empeorado después de la revelación de aquellas criaturas que habían provocado un gran caos en varias ciudades importantes, pues,  aunque sólo estuvieron dos días haciendo su desastre por todo el mundo... ese fue el tiempo suficiente para que la angustia en masa explotara.

Se habían perdido vidas, se había creado una gran controversia y una revolución sobre la tierra, el cielo y el infierno. Belia había cumplido con su propósito de provocar a mandos altos, pues había roto importantes tratados. El creador y el príncipe del infierno no encontraban solución a lo que ocurría, pues todos los humanos se habían descontrolado trás esa horrible intervención de criaturas desconocidas.

El caos abundaba por todos lados.

Los noticieros lo comentaban, incluso había videos donde se mostraban a esas criaturas haciendo su desastre. Los humanos habían abierto los ojos. Los creyentes temieron, los escépticos se sentían confundidos y en su búsqueda de una explicación lógica... se convirtieron también en presos de una gran incertidumbre. Todos estaban fuera de control, fue así cómo el mundo se volvió más oscuro, fue así cómo el temor se apoderó de él para llevarlo a sus límites. Ya no había orden, sólo marchas, sólo catástrofe, sus reacciones los hicieron esconderse hasta de sus propias sombras. Algunos intentaban razonar, pero ya que habían visto lo que se escondía detrás de ese mundo que conocían... ya no podían ignorarlo.

El caos crecía en las calles, los saqueos y personas con pancartas gritaban y decían que una era apocalíptica se acercaba. Nadie comprendía que aquellas criaturas ya no volverían, nadie entendía que un gran desastre se había detenido. Al parecer el tramposo hijo de Lucifer había logrado su cometido: sumir a las personas en un verdadero infierno, un infierno... que él ya les había mostrado que existía, un infierno de pánico y sugestión para todo ellos.

Ya nadie confiaba en nadie.

El mundo se había vuelto en contra de sí mismo.

Evan había sido claro a la hora de negociar con Lía cuando aceptó ser su cómplice. Ella había cumplido con lo que él le pidió. Ella... lo hizo todo cómo lo acordaron; engañar a Belia para saber sus planes, entregarle poder a Evan con la marca maldita que le puso, convencer a sus cómplices de destruir y detener a los Ocultos, y, por último, abrir  el portal para llevarlos a dónde él se encontraba y sorprenderlo ahí con una emboscada. Evan sabía que sólo con su ayuda podrían detenerlo, y lo logró, ahora Belia sufría las consecuencias en el infierno y los humanos estaban a salvo de él y de sus cómplices. Sin embargo... Evan no se quedó para ver que los humanos se habían vuelto locos por el miedo.

No se quedó para ver que todo se había salido de control en la tierra.

"Esto no estuvo en mis planes desde un principio, aunque  siempre estuve dispuesto a ayudar y a hacer lo que fuera necesario para encontrarla...

Sin embargo, cuando Lía apareció, cuando me marcó y después me buscó para proponerme un trato... no pude desaprovechar esa oportunidad. Ella siempre estuvo buscándome, Chris. Ella siempre estuvo dispuesta a dar y q hacer lo que fuera para retenerme a su lado por lo que vivimos antes cuando la engañé para obtener más información de los Oscuros, así cómo lo hacías tú con tus trabajos de encubierto.

Sabía que para detener a ese gran bastardo no se negaría, no si a cambio yo me le entregara y así acepté hacerlo.

Ella fue justa, prometió ayudarme incluso a enfrentarlo si fuera necesario. Yo sabía a lo que me atenía y lo que perdería... pero es que sentí que eso era lo correcto. Sentí... que valdría la pena.

Lía cumplirá, estoy seguro, porque ya ha empezado su trabajo conmigo. Porque ya me ha condenado con esa marca. Sin embargo, ella también sabe que sólo le perteneceré hasta que ella cumpla con su parte del trato. Era un acuerdo muy poderoso y justo el que hicimos, por eso lo acepté, porque sabía que tenía garantía con él, así que cuando ella lo haga por completo... yo le perteneceré.

Tal vez así tenían que ser las cosas.

Sí es que fueron así... entonces estás leyendo esto y eso significa que ya no estoy ahí con ustedes. Te pido que cuides de mi Rissie. Sólo en ti confío para que lo hagas y que si es que encuentras a Lamia... que la protejas de Koran.

Ambos merecen ser felices y el que lo sean ya hará que esta decisión haya valido mucho la pena."

 

Un nudo en mi garganta se reforzó y después me obligué a dejar la carta que el chico de cabello azabache había dejado para mí. Fue en Jess en quien había confiado él para  resguardarla. Ella me la dió un día después de que regresamos a la tierra. Afortunadamente ella, Abby y los chicos de Emmett, Alan, Ramsés y Pam, habían salido ilesos del desastre que había ocurrido en Berlín. Los chicos Anónimos intentaron controlarlo y cuando se percataron de que Evan, Milton y yo nos habíamos ido de ahí, ellos de inmediato fueron a buscar refugio, más que nada para proteger a Jess del caos que había por todos lados. Fue así cómo se encontraron con Emmett y con sus soldados, quiénes fueron los que los ayudaron a resguardarse.

Aún recuerdo la reacción de todos ellos cuando nos vieron regresar... pues el portal que había creado Adela, increíblemente ella sola con su luz, nos llevó directamente hacia donde se encontraban todos ellos, y, antes de caer rendido frente a sus pies, fue Jess quien lo hizo, pues no resistió la impresión que la invadió cuando vió a Constans en mis brazos. Logré ponerla a salvo en los brazos de Emmett, y después, Milton, Adela y yo, caímos desmayados por todo lo que habíamos soportado en ese infierno. En el Oscuro Paraíso.




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