Oscuro Pasado. || #2 En Busca de Nuestro Destino

7. Cuando la verdad sale a la luz.

 

Karen
 

Me levante un poco aturdida, mi cabeza me dolía mucho y no podía ver muy bien, cuando pude abrir los ojos visualice el lugar en donde estaba, me encontraba en una habitación un poco grande pero oscura, la cama en la que me encontraba era grande y cómoda, ventanas un poco grandes y junto a ellas un par de cortinas azules las cuales tapaban un poco las ventanas, una pequeña mesa con unas cuantas cosas, y una alfombra un poco grande, me levante un poco aturdida dirigiéndome a la puerta de la habitación.

Pude ver por una de las ventanas del pasillo que aún era de noche o quizás que pronto amanecería, baje por las escaleras con paso lento mientras tenía una mueca de dolor en mi rostro, este lugar me era conocido pero no me acuerdo muy bien de él.

Al terminar de bajar las escaleras me encontré con otro pasillo en el habían muchas puertas y se escuchaban unas voces conocidas, pero no las oía muy bien, empecé a deambular por el pasillo hasta encontrar otras escaleras, pero antes de que pudiera bajar por ellas escuche una puerta abrirse...

Me había acordado que esto ya lo había visto en un sueño... Al voltearme hacia la puerta, esta se abrió del todo apareciendo un hombre frente a ella, Damián, luego apareció una mujer quien se apoyó un poco al umbral, Scarlett.

-Te estábamos esperando, pasa. –Scarlett se notaba seria pero a la vez un poco preocupada.

Me acerque a ellos y entre en aquella habitación sin decir nada, Damián se sienta en la silla de su escritorio y Scarlett cierra la puerta para luego quedarse parada de brazos cruzados mientras tiene su mirada fija en mí.

Damián suspira y pasa una mano por su cabello rubio.

-Te diremos que es lo que pasa realmente, -Sonríe pequeño. –pero debes de saber que no te haremos nada, si es necesario te protegeremos. –Sus palabras eran sinceras pero me producían miedo.

¿Qué mierda me ocultan? –Pregunta mi conciencia.

-Me explican que es lo que sucede... Me estás dando miedo...

-No tienes que tener miedo, tranquila... –Scarlett pone su mano en mi hombro y da una pequeña sonrisa.

-Sé que pasaste por un suceso raro hace unas pocas horas... –Me miró fijamente a los ojos. –Lo que viste no era parte de tu imaginación, seguramente ya te abras dado cuenta que este pueblo no es normal, primero por el lobo que te persiguió y por Athan que trato de atacarte...

-Karen... Nosotros tampoco somos normales, y puedes quedarte tranquila, no te haremos nada... –Scarlett aparta su mano de mi hombro y retrocediendo unos cuantos pasos.

-¿Qué... son ustedes? –Fruncí el ceño dando unos cuantos pasos atrás.

-Yo soy una bruja de más de 100 años.

Scarlett hizo un movimiento de manos para que luego una silla de la habitación llegara hasta mí, Scarlett levanto una ceja y movió un poco su cabeza para indicarme que me sentara, y eso hice con un poco de miedo.

-Y ¿tu? –Mire a Damián quien tenía una mueca de preocupación, suspiro y cerró los ojos.

-¿Crees en los Vampiros? –Me miro de nuevo. Me quede callada sin darle una respuesta. –Lo tomare como un “No se” –Entrelazo sus manos y apoyo su barbilla entre ellas.

Damián no despegaba su mirada de la mía, el color de su iris fue cambiando de azul a un color rojizo, abrió un poco su boca rebelando unos colmillos un tanto largos y filosos, en un parpadeo Damián ya no se encontraba en su escritorio, sentí una mano fría en mi nuca y rápidamente voltee mi cabeza para encontrarme con la mirada rojiza de Damián. Puse los ojos como platos quedándome sin palabras.

-Tranquila, yo puedo controlarme... –Sus ojos volvieron a la normalidad. –Bueno ahora sabes que somos... Todas tus sospechas eran ciertas, todo este tiempo estuviste rodeada por seres extraños, pero no es como tú piensas.

-Con el paso del tiempo los seres del pueblo cambiaron de ser peligrosos a ser... más “amigables.” –Scarlett se paseaba por la habitación. –Seguramente tienes muchas preguntas y estaríamos encantados de darte las respuestas, pero creo que es mejor que descanses y proceses esta información.

-No. Quiero que me cuenten todo. -Trague con dificultad.

Damián suspiro una vez más sentándose en su escritorio.

-Bueno, ¿Qué quieres saber?

-¿Qué quieren de mí? –Scarlett y Damián se miraron entre sí.

-Disculpa... ¿Qué quieres decir con eso? –Damián subió una ceja esperando a que aclarara a lo que me refería.

-Sé que ustedes quieren algo de mí... Sé que meses antes de que viniera a este pueblo ustedes se comunicaban conmigo atreves de... mis sueños.

-Solo te puedo decir que, eres muy importante para... –Hizo una breve pausa. –Para nosotros... No te podemos decir aun la razón pero pronto la sabrás.

-Yo tengo una pregunta para ti, Karen. –Damián tomo una foto de su escritorio. – ¿Qué harías para escapar de esta situación?

-¿De qué hablas? –Me acomode en el asiento.

-Te lo pregunta porque sabe que estas desconfiando de ellos. –Apareció Alena de un rincón acercándose un poco más a mí. –Puedo sentir tus ganas de huir, la desconfianza que tienes en este momento.

-Por eso te pregunto. ¿Qué harías para escapar de esta situación? –Sentía que algo tramaba. – ¿Intentarías defenderte? O quizás... ¿Nos harías lo mismo que a Athan?

Me estremecí un poco al recordar lo que le había hecho a Athan y cuando Alena intento abalanzarse sobre mí... Alena noto esto y dio unos cuantos pasos atrás.

-No lo sé... No fui yo quien hizo eso...

-Creo que hasta aquí serán las preguntas, creo que Karen debe de descansar. –Scarlett abrió un poco la puerta indicándome que saliera con ella.

-Espero proceses toda esta información, Karen. –Damián me dio una sonrisa. –Nos vemos luego, y no olvides que nosotros no te lastimaremos.

Al salir de la habitación Scarlett puso un brazo en mi hombro guiándome por el lugar.




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