Oscuro Pasado. || #2 En Busca de Nuestro Destino

12. Pequeños recuerdos.

 

(Actualidad)

 

Nicolae

 

Athan había venido para hablar sobre un par de cosas, y claro, para visitar a su amada novia “Alena”  nos encontrábamos en uno de los salones de la casa hablando sobre los últimos acontecimientos.

-Aun no puedo creer que no hayan encontrado al asesino que está rondando por el pueblo. –Comento Alena.

-Deberíamos de ayudar en la brusquedad. –Comento Athan abrazando a Alena por la cintura.

-No hace falta, ya fui a investigar, pero no pude encontrar nada, mi olfato no pudo detectar al individuo. –Les dije. –Como dijo uno de los Lupei, aquel ser no es de una raza conocida.

-Sabes quien tiene un olor que parece de otro mundo. –Hablo nuevamente Athan. –Tu chica, Karen.

-¿Qué dices? –Fruncí el ceño.

-No hablo para mal, es solo que su olor es como si... Te hipnotizara, algo dulce, pero oscuro a la vez... Es raro porque no puedo detectar a que huele realmente...

-Hablando de ella, ¿Cómo van las cosas entre ustedes? –Alena le acaricio el cabello de Athan mientras se acomodaba en el sofá.

-Bien... Supongo.

-Creo que podrían ir mucho mejor, y aún más si te cortaras el cabello. ¿Qué dices?

-¿Cortarme el cabello? Me gusta como esta, no quiero cambiar mi estilo.

Alena se paró del sofá y se fue rápidamente, apareció 10 segundos después.

-Pero ya no estamos en la época victoriana. Siempre luces muy formal, a veces te vistes todo de negro, casi misterioso o gótico, me gusta tu estilo, pero hablo de ese cabello. –Comento Athan.

-Dejalo, su cabello es hermoso como esta, ¿Por qué piensas que a Karen le va a gustar que se corte el cabello?

-Solo digo...

-Si dices que así le voy a gustar más... –Suspire. –Adelante.

-Espera, iré por los materiales. –Dijo burlón.

Athan se paró y desapareció, en un abrir y cerrar de ojos volvió con unas tijeras.

-Bueno, veamos que te puedo hacer. Jumm –Se puso a pensar.

En el momento en el que iba a cortar mi cabello la puerta se escuchó ser golpeada levemente.

-Adelante. –Dijo Alena con una sonrisa en su rostro.

Athan y yo miramos hacia la puerta, mi corazón empezó a latir rápidamente al sentir su presencia... Era Karen. Entro en la habitación con una botella de vino y una sonrisa en su bello rostro.

-Hola. –Dijo para todos. –Aquí tienes Alena, lo que me pediste.

-Hola... –Dije sonriendo, al parecer su corazón también había empezado a latir rápido.

Mire a Alena por un momento y fruncí el ceño, ¿Qué pretendía hacer?

-Oh, Athan, ya puedes proseguir con lo que ibas a hacer. –Comento Alena.

Me pareció raro, porque primero se negó a que me cortaran el cabello y ahora sede...

-¿Qué están haciendo? –Cuestiono Karen.

-Oh, solo le cortare el cabello a Nicolae. –Comento Athan.

-A mí me parece que está muy bien con su cabello largo, -Comento Karen. –Me gusta como es... –La miramos por un momento. –Digo... Hablando del cabello... –Sonrió nerviosa.

Athan me dio una mirada picara y Alena me dio una sonrisa maliciosa. Mi corazón empezó a latir aún más fuerte cuando escuche que le gustaba tal y como soy, o bueno, seguro hablaba del cabello...

-Bueno, no los interrumpo más, seguiré trabajando... –Salió de la habitación y rápidamente mire a Alena.

-Ahora dime, ¿Te cortaras el cabello? –Pregunto aun con su sonrisa.

-¿Qué hiciste? –Fruncí el ceño.

-Cuando escuche que te cortarías el cabello, baje rápidamente a decirle a Karen que me trajera una botella de vino, así cuando la trajera vira lo que estabas apunto de acerté en el cabello y que cambiaran de opinión. –Es astuta. –Te pregunto de nuevo, ¿Te cortaras el cabello? –Negué con la cabeza. –¡Bien!

-¿Escuchaste como latía su corazón? ¡Realmente le gusta! Se puso tan nerviosa cuando confeso por equivocación que le gustaba Nicolae.

-¡Sí! El corazón de Nicolae también latió rápidamente, ¡Deberías de invitarla a salir!

-¿Crees que aceptara? –Suspire.

-Claro que sí, deberías de invitarla a un paseo al pueblo vecino. Seguramente le gusta la pesca, solo imagínate, tu ayudándole a usar la caña de pescar, tocándose las manos, mirándose a los ojos, y luego...

-No sé si sea buena idea... –Comento Athan. –Debería ir a otro lugar, sabes muy bien lo que paso hace años ahí...

Los recuerdos llegaban nuevamente a mí, el lago... la chica... la sangre... y su muerte... Rápidamente sacudí mi cabeza alejando esos recuerdos.

-Ya paso años de lo sucedido, no importa... No dejare que él paso de afecte... Sabes que... Iré en este momento a preguntarle que si quiere tener una cita conmigo. –Sonreí.

 

 

Karen

 

Las gemelas me abrazaron por un breve momento, Maya se agarró de mi pierna suplicando que me quedara.

-Por favor... Quédate un rato más...

-Perdón, pero tengo que ir a casa, mañana vendré a seguir jugando con ustedes, se los prometo.

Le acaricie su cabello rubio, mi piel se erizo al escuchar una voz masculina, era...

-Maya, suéltala, ya escuchaste, luego volverá. –Levante la cabeza hacia aquella persona. –Ahora, vayan a sus cuartos, iré a jugar con ustedes en un momento...

-Está bien. –Resoplo Maya, las dos niñas se alejaron de manera rápida.

-Nicolae... Veo que no te cortaste el cabello.

-Decidí dejarlo como estaba, al fin y al cabo era una idea absurda de Athan... En fin... Quería preguntarte que si harás algo este fin de semana.

-Mmm no, no creo. ¿Por?

-Es que iré a un pueblo vecino y de paso quería ir a pescar, tiene muy buenos lagos en aquel lugar, entonces vine a invitarte, claro, si es que quieres.

-¿Pescar? –Se preguntó mi conciencia una y otra vez.

Los recuerdos llegaban de nuevo, cuando mi padre adoptivo nos llevaba a mi madre y a mí a pescar, recuerdos que no quiero que estén presentes, no quiero que esas dos personas sigan rondando mi mente... Sin pensarlo negué con mi cabeza y de mi boca salieron unas palabras.




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