Oscuro Pasado. || #2 En Busca de Nuestro Destino

15. Su advertencia.

Karen

 

Íbamos en camino hacia el lugar indicado por Damián, nos adentrábamos cada vez más al bosque. Pero algo en particular llamo mi atención, Damián apareció de repente enfrente de mí y Lex.

-¿Lex? –Dijo confundido.

-Damián. –Dijo neutra.

Damián frunció el ceño y sacudió la cabeza. –Karen, por amor a Dios, dime que recuerdas algo.

-No, no todo. –Hablo Lex por mí. –Pero desato un poco de su poder, ¿Qué es lo que sucede, Damián?

-La cosa se está poniendo peor, tienen que verlo por ustedes mismas.

Damián desapareció en un parpadeo.

-Vamos. –Lex desapareció.

-¿Qué mierda? –Mire a mi alrededor, estaba sola. –Espera, ¡¡Yo no sé cómo hacer eso!!

-Yo te llevo, –Voltee bruscamente. Nicolae me ofreció su mano. –Llegaremos en segundos.

Tome su mano, y él me acerco a él. De repente puso su mano en mi espalda y la otra se dirigió a mis piernas, en donde me cargo, instintivamente puse mis manos alrededor de su cuello. Él me miró fijamente a mis ojos por un momento y sonrió, y cuando menos me lo espere, empezó a correr de manera rápida, cerré mis ojos un momento, y al abrirlos, ya estábamos en aquel lugar.

Mire a Nicolae quien estaba perplejo, frunció el ceño y me bajo de sus brazos, yo mire hacia donde él miraba, y fruncí el ceño. Enfrente de nosotros yacían cuerpos sin vida, un líquido negro estaba esparcido por el lugar, pero lo que más llamaba mi atención era aquel fuego negro que rodeaba una parte del bosque.

-No estamos solos. –Hablo Lex mirando el oscuro lugar.

Hipnotizada me acerque hacia donde miraba Lex, llegando enfrente del fuego negro.

-¿Qué quieres? –Hable hacia aquel vacío oscuro.

Una voz ronca hablo desde aquella oscuridad. –Espero que esto te sirva de advertencia. –Hablo sin mostrarse. –Dante dice que aquí no acaba la guerra. –Se mostró. –Si yo pude entrar en este universo, pronto él lo hará.

-¿Por qué tiene que mandar a su mensajero? –Hable seria. –Me gustaría escucharlo de él mismo.

Soltó una carcajada. –Pronto, muy pronto lo escucharas de él mismo.

-Ya basta. –Se quejó Lex. –No dejaremos que le pase nada.

-Sí, lo sé, –Sonrió. –Pero esta vez podrían perder. Qué pena que él Rey de los Universos no puede ayudarlas.

¿Rey de los universos? Un escalofrío pasó por mi cuerpo.

-¿Por qué tan seguro? –Hablo Damián. –Tenemos más probabilidad de ganar la siguiente guerra.

-¿Ustedes creen que pueden ayudarla? Si supieran lo que ella-... –Lo interrumpí.

-¡Ya me colmaste! –Grite. –Desaparece, escoria.

Como si su cuello se manejara solo al igual que su cabeza, su cuello se volteó bruscamente y fue descuartizado en cuestión de segundos y al caer su cuerpo al suelo, el fuego negro lo consumió rápidamente, sin dejar rastro de él.

Caí al suelo de rodillas, desplomándome un poco por haber usado un poco mi poder, puse mis manos en mi cabeza frunciendo el ceño por un dolor que pasaba por mi cabeza. Nicolae se acercó y luego miro hacia enfrente, el fuego negro se desvanecía rápidamente, aquel líquido disminuía, aquellos cuerpos del suelo seguían ahí, los que estaban colgados de los árboles se desvanecían. Se escuchaban las almas de los recientes difuntos irse hacia aquel pueblo.

-Leslie está cerca, –Hablo Lex. –Las almas van hacia ella, como si las absorbiera... Por fin pude verte usando tu poder.

-Cuando hable, sentí que sabía quién era Dante, que había hecho, pero en una parte, sentí que no era yo. –Quite mis manos de mi cabeza.

-¿Estas bien? –Nicolae me abrazo, cerré los ojos por un momento.

-Sí, un poco...

-Llevare los cuerpos a la morgue. –Damián suspiro.

-Yo te ayudo a llevarlos. –Lex chasqueo sus dedos y los cuerpos se desvanecieron. –Ya están en la morgue. –Sonrió.

-Yo verificare el pueblo, –Dijo Alice. –Nicolae, puedes quedarte con Karen. –Guiño el ojo. –Necesita recostarse.

Damián y Alice se vieron un momento entre ellos y sonrieron, Lex los vio confundida y luego sonrió.

-Yo verificare la zona igual, le pediré a Isaac que se quede cerca de ti, Joven Nicolae, ¿Podría llevarla a la casa de la señorita Scarlett? –Hablo Lex.

Nicolae asintió. Sin esperar a que dijera algo, me tomo nuevamente en sus brazos y empezó a correr.

 

Alena

 

Las niñas corrían y jugaban por toda la casa de Scarlett. Athan y yo tomábamos una copa de vino mientras mirábamos por la ventana, Alex entro junto a Kilian y Brais al gran salón. Athan rodo sus ojos y frunció el ceño, tomando de su copa.

-¿Para qué me citaste aquí, Alena? –Alex miro a Athan pero no le dirigió la palabra.

-¿Quieres una copa de vino? –Tome una copa vacía.

-Claro, con tal que no sea sangre. –Se sentó en uno de los sillones.

-¿Quieren, chicos? –Pregunte pero negaron con sus cabezas. Le entregue la copa a Alex con una sonrisa.

Nicolae entro en el salón mirando a los presentes.

-¿Para que querías que viniera, Ale? –Frunció el ceño al ver a Alex.

-Yo mejor me voy, –Dijo Kilian al ver a Nicolae. –Debo ir a ver a Dayana, disculpen. –Se fue rápidamente.

-Quiero ver a Karen –Comento Brais. –Me podrías decir donde está. –Le dirigió la palabra a Nicolae, Alex giro su cabeza bruscamente hacia Brais, un poco desconcertado.

-Está en el segundo piso, pero cuidado, tiene su propio guardia, –Bufo al referirse por Isaac. –Pero, ve a verla de todos modos. -Me quede un poco sorprendida al ver que Nicolae le hablaba a Brais.

Podía sentir que Nicolae y Alex estaban un poco celosos por la repentina llegada de ese chico llamado Isaac, sonreí maliciosa y tome de mi copa.

-¿Los dos la quieren, no? –Me miraron y luego se miraron entre sí.

-Por supuesto. –Dijeron al mismo tiempo frunciendo el ceño.

-Y seguramente ese chico también está interesado en ella. –Me senté junto a Athan, Nicolae se cruzó de brazos apoyando su espalda en la pared. –Y ¿Por qué no hacen una tregua?




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