Nicolae
-Dime, ¿Tienes un plan? –Comento Athan mientras miraba por la ventana como nevaba.
-Tengo que hablar con ella, y hacer que vaya al bosque.
-¿Cómo harás eso? –Me miro por un segundo.
-Tú me ayudaras. –Sonreí sentándome en uno de los asientos más cercanos a la chimenea.
-¿Qué?
-Aún no sé cómo haremos eso... –Mire la chimenea.
-Y ¿Si le pido que vaya por algunas cosas al bosque? Como flores, y plantas, puedo decirle que Scarlett necesita eso.
-No seas tonto. Te pedirá que lo hagas tú. –Sonreí.
-No, si le digo que lo haga por ti.
Karen
Poco a poco el suelo se llenaba de nueve, los arboles tenían en sus ramas un poco de nieve que había quedado estancada al nevar. Suspire de alegría mirando la bonita mañana, de repente sentí una mano en mi hombro, me gire bruscamente y me encontré con esa mirada verdosa que tanto odiaba, Elizabeth. Se encontraba a unos centímetros de mí, con una sonrisa en su rostro de porcelana.
-¿Qué quieres? –Retrocedí un paso.
-Tranquila, quiero hacer las paces contigo. –Siguió sonriendo.
No dije nada, solo la analizaba.
-Ten, te traje esto. –Me dio una bolsa de papel.
Mire a Elizabeth un momento para luego abrir la bolsa, en ella habían unos chocolates.
-No tienen nada, mira. –Tomo uno de los chocolates y lo comió. –Ya ves.
-Si... Gracias. –Tome uno de los chocolates y lo comí. –Oye, ¿No tienes frio?
Comente al verla con una blusa de tirantes y un Jean, mientras yo estaba abrigada.
-No, los vampiros no sentimos mucho el frio, no nos afecta. ¿Quieres dar un paseo?
Por alguna razón no creía totalmente en ella, solo quería ver a donde llegaba con esto.
-Claro. –Forcé una sonrisa.
Ya habíamos caminado un rato, solo me hacía preguntas sobre los Vatore, especialmente sobre Nicolae.
-¿Te gusta Nicolae? –Pregunte.
-¿Por qué lo dices? –Volteo a verme.
-Se te nota. Además ya hiciste demasiadas preguntas sobre él.
-Pues-... –Se escuchó un ruido a lo lejos que la desconcentro un momento pero luego siguió hablando. –Puede que sí...
Mire hacia el lugar en donde fue producido el ruido, un chico de cabello negro nos observaba de lejos, tenía un cigarrillo en su mano el cual ya había prendido, aquel chico se me hacía conocido, ese fue el chico que al que vi bebiéndole la sangre a la chica de la fiesta de Alena, de esa noche lluviosa, en la que decidí irme.
Me causo un escalofrió al verlo de lejos, su mirada era vaga y fría, Elizabeth miro al chico, ella frunció el ceño y luego me vio de nuevo.
-Disculpa, tengo que arreglar un asunto, quédate ahí. –Sonrió y empezó a caminar hacia el chico que estaba a unos 35 metros de nosotras.
La escuche susurrar algo antes de que se alejara más.
-No arruinaras mis planes, Jack...
Jack, era el nombre de ese chico. Apago su cigarrillo con la fría nieve del suelo y luego empezó a caminar hacia Elizabeth. Ya no caminaban, sino que corrían hacia ellos, pero tenían el ceño fruncido.
Elizabeth salto preparando sus uñas para que impactaran en la cara del chico, él la esquivo y le dio una patada en su espalda la cual la impulso hacia adelante y que impactara con un árbol.
-Yo de ti, me iría. –Comento el chico mirando hacia donde estaba.
Elizabeth se levantó y rugió, mostrando sus colmillos, sus ojos eran rojizos, al igual que los ojos de aquel tipo. Raíces empezaban a crecer alrededor de las piernas de Jack, era evidente que Elizabeth estaba haciendo, ya sabía cuál era su poder, la Citoquinesis.
Elizabeth aprovecho esto para atacarlo, Jack cerro su puño y las raíces se congelaron hasta que ya podía romperlas, el poder de Jack era la Crioquinesis. Jack se desato y siguió peleando con Elizabeth.
-Vamos. –Comento una voz varonil.
Al voltearme vi aquel rubio platinado, Damián. Sonreía sin prestarle importancia a lo que pasaba.
-Sube a mi espalda. –Se agacho un poco, y subí a su espalda, me sujete fuerte a él, Damián empezó a correr, hasta que Elizabeth y Jack no estaban a la vista.
Ya habíamos llegado a la casa de los Vatore. Baje de la espalda de Damián un poco confundida.
-¿Qué pasa? ¿Por qué pelearon de repente?
-Te acuerdas ¿Cuándo te dije que te protegeríamos? –Asentí. –Pues, eso hicimos.
-¿Qué? –Fruncí el ceño.
-Hay personas que están intentando hacerte daño, y una de ellas es Elizabeth. –Apareció Nicolae junto a Athan. –Le pedí a Jack que vigilara a Elizabeth porque ya había confesado que quería deshacerse de ti.
-Nicolae fue inteligente al mandar a Jack, no debes confiar en ella, Karen. –Hablo Athan.
-Es verdad, cuidado con quien confías. –Hablo Damián serio.
-Bueno, ahora dale su besito de agradecimiento a Nicolae, Karen. –Sonrió malicioso Athan.
Nicolae y yo abrimos los ojos como platos al oír eso, Damián solo soltó una carcajada.
-Deja de decir estupideces, Athan.
-No, se lo merece. –Hablo burlón Damián, quien se despidió con su mano y entro rápidamente a la casa.
-Pues... –Me acerque a Nicolae y bese su mejilla. –Gracias. –Le sonreí para luego ir adentro de la casa.
Pude escuchar como Athan llamaba a Nicolae.
-Reacciona hombre, no puedo creer que con un simple beso en la mejilla te dejo paralizado, quiero intentarlo, jaja.
-¡No, Athan! ¡Quieto! –Reacciono Nicolae al escuchar las palabras de Athan.
-Tranquilo, viejo, jaja.
Sonreí al escucharlos a lo lejos.
Lex
Estábamos reunidas Scarlett, Dayana, Leslie y yo. Scarlett fruncía el ceño intentando procesar todo lo que le dije anteriormente. Dayana y Leslie permanecían sentadas en el piso.
-Algo anda mal, se supone que la única que perdió la memoria era Karen. ¿No es asi? –Interrogo Dayana.
-No, –Negué rápidamente. –recordemos que Leslie también se suicidó junto a Karen hace 3 siglos, esa era una de las consecuencias, olvidarlo todo.
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Editado: 03.11.2021