Scarlett
Ya había llegado el día del nombramiento de Nicolae, todos los vampiros del Clan estaban invitados, yo no era una vampiresa pero si su tía, así que podía asistir.
Karen estaba un poco desesperada, ya que no sabía que ponerse. Dayana y Leslie también fueron invitadas, pero ellas estaban listas, no como Karen. Ella se quejaba repetidas veces por no encontrar algo de su gusto, en parte, también me estaba desesperando pero trataba de disimularlo.
-Mierda. –Maldijo. –Nada me queda bien.
-Tranquila, alguno de estos vestidos te podría quedar bien. –Intente ver alguno de la talla de Karen, ese no era el problema, sino que Karen era muy complicada a la hora de elegir algo.
La puerta de una de las habitaciones del pequeño castillo se abrió, dato innecesario el lugar en donde estábamos se llamaba “La casa del Clan”. Alice apareció y nos miró a todas con una sonrisa.
-Que preciosas están. –Hasta que miro a Karen, quien no estaba arreglada aun. –Pero ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué no estas lista?
-No encontramos un vestido a su medida o gusto... –Comento Leslie mientras maquillaba a Dayana.
-Dios mío... Se supone que tienes que entrar a la sala de nombramiento junto a Nicolae. –Soltó de repente Alice, eso desespero aún más a Karen.
-¿¡Que!? –Karen abrió los ojos como platos. –Mierda.
-Tranquila, –Llego Alena. –Tengo un vestido que te quedara muy bien.
Nicolae
Empecé a inquietarme al no ver a Karen. Acomode un poco mi atuendo y mire a mi padre quien se aproximaba. En su rostro se veía aquella serenidad que tenía, como si algo le alegrara.
-Te queda bien ese traje. –Sonrió. –Digno para representar la época victoriana. –Dio leves palmadas en mi hombro.
-Todos están vestidos de esa época, literal. –Sonreí.
-Al fin tomare mi debido descanso, sé que serás un buen líder. –Suspiro de alegría.
-Todo lo que se, es gracias a ti. –Le di un golpe amistoso en su espalda. El asintió como forma de agradecimiento.
-A lístate, ya debes de dirigirte hacia el trono. –Hablo serio. –Nos vemos ahí.
Mi padre se fue rápidamente hacia la sala del trono, para esperarme ahí.
Mire a mí alrededor, Karen aun no aparecía. Golpeaba repetidas veces el suelo con mi pie intentando tener un poco de paciencia. Pero no podía esperar más, la voz de mi padre se escuchó retumbar desde la sala del trono.
-Bienvenidos, familia. –Hablo mi padre. –Nos hemos reunido aquí para nombrar a mi primogénito, Nicolae Vatore, como el siguiente líder del Clan.
Me pare derecho y firme, suspire y empecé a caminar hacia la sala del trono. Todos miraban como hacia mi entrada de forma elegante, mantuve una mirada neutra y una postura correcta. Llegue hasta donde permanecía mi padre y madre. Mire nuevamente a mí alrededor con una sonrisa que era un poco forzada ya que no veía a Karen. Suspire para no perder el control, me sentía abrumando, confundido, hasta que...
-Y a su complemento, Karen Vlad-Rumanescu. –Al oír su nombre mire el camino que había recorrido.
Karen apareció en la sala con un bello vestido azul oscuro con blanco, que hacia juego con mi traje, su cabello estaba suelto, como algunas veces, algunos de sus crespos llegaban a tocar sus hombros. Sentí como todo mi cuerpo se relajó al ver su bello rostro.
Se apresuró a llegar a mi nivel pero con sutiles y un poco de elegancia. Algunos de los vampiros presentes empezaron a murmurar, como si les impactara ver a Karen. Ella se hizo a mi lado y me miro de reojo.
-Perdón por la tardanza. –Murmuro.
-Tranquila. –Murmure sonriéndole.
Acerque mi mano a la de ella y la entrelace, Karen no puso oposición y dejo que hiciera esto.
-Desde ahora dejo de ser su líder. –Hablo mi padre nuevamente. –Para dejar al mando a mi hijo.
-Arrodillados todos ante mí. –Mire a todos, quienes hicieron caso. –Yo, Nicolae Vatore, los guiare por el camino de la noche, y tomare las mejores decisiones para ustedes, como su nuevo líder.
-Salve, Nicolae. –Hablaron todos al mismo tiempo al levantarse. –Salve, Karen.
-¿Por qué me alaban? –Murmuro Karen.
-Porque eres mi complemento, mi reina. –Sonreí dándole un beso en su mejilla, muy cerca de los labios.
El corazón de Karen empezó a palpitar rápido, como si mis palabras la emocionaran, una pequeña sonrisa apareció en su rostro, miro hacia los vampiros presentes e hizo su sonrisa aún más grande.
-Salve, Nicolae. Salve, Karen. –Se seguía escuchando.
-¡Ya! –Todos se callaron al oír mi voz. –Primero que nada... –Me puse serio. –Quiero dejar en claro algunas cosas como el nuevo líder.... Primera advertencia: La persona que intente hacerle algo a mi complemento, pagara las consecuencias, ejecutado por mis propias manos. ¿Entendieron?
-¡Si, supremo! –Oyó por todo el salón.
-Segunda advertencia: Está prohibido tener el contacto con la vampiresa, Elizabeth Leone. –Fruncí el ceño. –Si alguna otra persona es cómplice de sus barbaridades será castigado junto a ella por un cierto tiempo. ¿Entendieron?
-¡Si, supremo!
-No tengo nada más para decir, por el momento... –Sonreí. –Así que disfruten del resto de la ceremonia. –Sonreí.
Me senté en mi trono, viendo a todos los integrantes del Clan felices por el banquete. Mire a Karen quien permanecía parada mirando a los demás.
-Siéntate. –La mire neutro.
-Oh, claro. –Dio unos cuantos pasos hacia delante, tenía en mente irse a sentar en alguna silla del fondo de la sala.
Tome su mano rápidamente y la atraje hacia mí.
-No. –La mire a los ojos. –Siéntate a mi lado. –Le señale con mi otra mano el asiento, que sería el trono de la pareja del líder del Clan.
Karen miro dudosa el asiento un momento, pero aun así se sentó, yo me senté sin dejar de sostener su mano.
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Editado: 03.11.2021