Era hermosa; me cautivaba, me volvía loco.
Jamás espere encontrar a mi alma gemela después de lo que pasó con Jane, luego de aquello me obligue a estar solo y jurarme que rechazaría a mi alma gemela, tampoco esperaba que ella fuera la mujer a la que había odiado desde que supe de su existencia, mi padre siempre había enfocado su protección y cuidado en Cassandra White o mejor Cassandra Parker, siempre había pensado que era una débil humana que se había ganado el corazón de mi padre, me lleve una sorpresa grande al conocerla realmente, cuando la vi en esa cafetería y pude sentir nuestro lazo.
Un ser celestial al reconocer a su alma gemela tiene la posibilidad de conocer absolutamente todo de ella, su vida sus recuerdos, sus temores, sus emociones.
Sé que mis ojos se convirtieron en dos perlas arcoíris, era lo que pasaba cuando encontrabas a tu alma gemela, cuando por fin pude conocer a la verdadera Cassandra, quería lanzarme a su brazos protegerla y acunarla para calmar sus tormentos como ella calmaba los míos; ella era tan fuerte y al mismo tiempo tan débil, como una pequeña mariposa que se tiene que proteger para que no le hagan daño; parecía idiota, solo la había visto dos putos meses y ya me estaba robando el sueño; en este caso un par de cervezas con mis amigos.
-En que tanto piensas- me dijo Taylor, él era mi mejor amigo junto con Trevor, los conozco desde que somos unos niños, situación que complicaba mi inexistente relación con Cassandra, Trevor sabía por lo que estaba pasando, de hecho, casi todos lo sabían, cuando mi relación con Jane termino, me jure que rechazaría a mi alma gemela y no me enamoraría, sorpresa me llevo yo, al saber que no solo mi mejor amigo es su padre adoptivo, si no que uno de mis más grandes amigos es su hermano biológico.
Mi padre Nathaniel era el arcángel de la noche, la luna, por ende, de los licántropos y todo ser nocturno que existiera, mi madre, era una natura, muy amorosa que rechazo sus obligaciones en el cielo por criarme en la tierra, de esa forma conocí a mis amigos, ellos al ser lobos respondían ante mi padre y si lo quisiera ante mí, no obstante, ese cargo era de mi padre no mío.
-En Cassandra- dijo Robert llegando de repente- esa mujer que los trae locos a todos-dijo causando que Trevor y yo gruñéramos.
-Cuida tu boca estás hablando de mi hija- le dijo Trevor señalándolo con una botella- tengo que admitir que esa mocosa enloquece a cualquiera- sonrió, recordando a su pequeña hija, se recostó en su silla suspirando- hasta a mí que soy su padre.
- ¿No dices nada? - le dijo Dominic a Sam, este levanto a vista de su móvil-están hablando de tu hermanita y no dices nada.
- ¿Qué puedo decir que no sea verdad? - dijo este con simpleza- Robert es su mejor amigo y no haría nada para lastimarla- le dijo, él asintió dándole la razón- Trevor es su padre y contra eso no compito porque ella misma me haría tragarme mis pelotas- Trevor soltó una carcajada dándole la razón, Cassandra amaba a su padre por encima de cualquier ser en este planeta- Alec si puede hacerle daño- suspiro cerrando los ojos, él comprendía que en cualquier momento podía rechazar a su hermana y causarle un gran dolor- es su alma gemela, jamás lo haría intencionalmente- sonreí agradeciéndole por el voto de confianza, su padre y su hermano me habían aceptado y yo solo pensaba en alejarla de mi lado, en definitiva soy un completo idiota.
-Cassandra es un tanto especial- dijo Trevor sonriendo por el recuerdo de su hija - ella es una mujer muy valiente y fuerte- nos dijo totalmente serio- sé que ella no permitiría que nadie le haga daño sin sufrir las consecuencias- éramos conscientes de la fuerza de esa niña y lo peligrosa que podría llegar a ser enojada.
-Además yo sé que gracias a Trevor y Trisha ella ha podido estar a salvo- agrego Samuel, todos observamos esa mirada cargada de amor que tenían ese par de idiotas hacia la pequeña Cassandra, sé que si no me alejo a tiempo estaré peor de idiotizado que ellos, ella era de ese tipo de personas que se ganaba tu corazón y tu lealtad sin quererlo, sin intentarlo.
Continuamos hablando como en los viejos tiempos, jugábamos cartas uno que otro momento; bebíamos y hacíamos todas las marranadas a las que estábamos acostumbrados, así lo intentara no pude sacarme a esa mujer de mi mente; estábamos lanzando dagas a un tiro al blanco de Taylor, era el turno de Robert, y en ese momento sonó su teléfono causando que se distrajera, este frunció el ceño confundido.
- ¿Quién es? - pregunto Sam- ¿una de tus mujeres? - este negó y contesto a llamada, por el tiempo que había pasado con él los últimos años, sabía que en este tipo de noches nadie lo llamaba porque su móvil personal solo lo tenía la familia, y el de sus acostones era diferente, siempre lo tenía apagado cuando estaba con nosotros, sin decirnos absolutamente nada; lo puso en altavoz para que saliéramos de dudas.
- ¿Qué pasa Cassie? -dijo Robert y todos nosotros nos tensamos al oír su nombre a estas horas de la noche, en especial yo, había bloqueado el vínculo por un tiempo, no quería invadir la privacidad de ella más de lo que ya lo había hecho, no podía sentir lo que estaba pasando.
-Robert- dijo Cassandra aliviada, se le escucho medias ya que se escuchaban gritos y voces detrás de su voz- puta, se pueden callar- dijo ella enojada- cariño sé que te jode como la mierda que te interrumpa en tu noche de chicos - suspiro frustrada; Sam y Trevor miraban sorprendidos el teléfono, Cassie no era particularmente muy tierna, tratándose de Robert era distinto, en estos dos meses habían forjado una amistad increíble-necesito que me recojas en un bar a las afueras de la ciudad.
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Editado: 17.02.2021