Capitulo VIII

Estábamos charlando, eran pocos los momentos que teníamos para relajarnos. Trisha, Cristina y Camile la esposa de Dominic; estaban en la cocina hablando de sus cosas; Dominic, Trevor y yo lanzábamos cuchillos a un árbol mientras bebíamos tranquilamente, el móvil de Trevor sonó, y este frunció el ceño.

- ¿Qué pasa hija? - dijo Trevor riendo por nuestras bromas; sus hijas parecían sus esposas; lo controlaban todo el tiempo.

- ¿Qué me pasa? - le dijo una Johanna muy enojada y con su voz un poco llorosa- llevo toda la noche tratando de comunicarme con ustedes dos y no contestan.

-Somos muy grandecitos para darte explicaciones mocosa- dijo un poco enojado, no le gustaba que lo interrumpieran mientras estaba con nosotros - adiós.

-Me llegas a cortar y- el corto la llamada, en ese instante sonó el teléfono de Dominic y este contesto un poco confundido, su hijo nunca lo llamaba en estos momentos; por eso los enviamos con las muchachas, ellas saldrían esta noche junto con mis hijos; en ese instante Trevor y yo entendimos que algo había pasado; algo muy grave para que no pudieran solucionarlo ellos.

-Maldita sea Trevor Parker-gritó Alec desde el teléfono de Robert, todos nos sobresaltamos- No se te ocurrió cortar la puta llamada en otro momento-dijo Alec, de fondo se escuchaban llantos, el sonido de una ambulancia y los gritos de Robert- tengo a Cassandra en una puta ambulancia y a Johanna llorando- Trevor se puso pálido, soltando el aparato, corrió como si su vida dependiera de ellos fue por su mujer, recogí el móvil de Dominic

- ¿Qué mierda paso Alec? - dije yo tomando las llaves del auto, iríamos todos al hospital-antes de que se vaya la ambulancia pide que la remitan a mi hospital para que yo pueda examinarla.

-No sé qué paso Taylor- dijo Alec preocupado desde el otro lado del teléfono; nos subimos al auto y arranque a toda velocidad- nos vemos en el hospital- dijo él y corto la llamada, el auto estaba inundado por un profundo silencio; Trevor tenía sus ojos inundados de lágrimas y Trisha lloraba en su hombro.

-Todo va a estar bien hermano- dije yo mirándolo y este asintió tratando de creer mis palabras; tenía que hacer todo lo posible porque estuviera bien, odiaba ver a mi beta, a mi mejor amigo de ese modo; llegamos al hospital, estacione el auto lo más rápido posible y todos corrimos sin autorización; al ser mi hospital no lo necesitaba.

-Menos mal que llegaron doctores- dijo una de mis enfermeras- acabamos de recibir un llamado de una ambulancia, al parecer la chica está perdiendo demasiada sangre- Trisha soltó un grito; le pedí a Cristina que se la llevara y esta se negó rotundamente.

-Quiero que tengan todo listo- le dije a la enfermera- todo el equipo necesario- ella asintió- este es un caso especial- dije, ella me pregunto con la mirada- es la hija del doctor Parker- dije, el equipo de urgencias guardó silencio observando a Trevor- tenemos que hacer todo lo posible para que nada salga mal- en ese instante llegaron los paramédicos corriendo con Cassandra totalmente pálida y su camisa llena de sangre.

-Doctor herida de bala profunda- dijo uno de ellos; Trisha se desmayó al escuchar aquello, algunas enfermeras se la llevaron junto con mi esposa, Trevor se puso más pálido de lo normal, intento llegar a ella, y algunos enfermeros lo detuvieron mientras yo me acercaba bien a la camilla; Carter venia corriendo al lado de los paramédicos deteniendo la sangre.

-Llévenla al quirófano tres preparen una operación de emergencia en este instante- grité dando órdenes a todo el personal, mi hijo se detuvo en la puerta del quirófano obligado por los paramédicos y yo detuve como pude a Trevor.

-Déjame ir Taylor es mi hija- gritaba Trevor en mis brazos, sabía perfectamente que él estaba capacitado para la cirugía, no obstante, si algo salía mal, no quería que se culpara el resto de su vida.

-Escúchame hermano- le dije tomándolo por lo hombros- no puedes pasar y menos en este estado-él me miró con ojos llorosos y me abrazo llorando- no vas a ayudar, solo vas a estorbar- le dije apretando sus hombros, tratando de reconfortarlo.

-Tienes que salvarla- dijo recargándose en mi hombro; sabia lo importante que era su hija para él, yo me encontraría en el mismo estado si fuera uno de mis hijos- es mi niña Taylor-dijo él abrazándome; me separe de él, tenía que irme lo más pronto posible- si a ella le pasa algo yo me muero.

-Tienes que avisarle a Sam- le susurre con mi corazón encogido, debía ser profesional -haré más de lo que esté en mis manos Trevor te lo prometo- este asintió, me separe de él y corrí a quirófano.

Daría esta vida y otra por salvar a Cassandra; de eso estaba seguro.

-Vamos muñeca- dije susurrando a oído de aquella mujer; si es que se le podía llamar mujer, han pasado meses desde que me enteré que mi hermana no era una humana y que mi tío la buscaba.