Realmente tenía mucho papeleo atrasado.
Hace un mes, habían empezado los entrenamientos en Wolf center, era el mismo tiempo que había pasado desde el ataque y mi despertar como hibrida; las clases en Wolf center claramente se habían reanudado, así como el trabajo en Nightmare.
En realidad, todo tomo su curso nuevamente; mi familia unos días más tarde después de aquel ataque regresaron a Azaurus y sus labores cotidianas, la vida de cada uno de nosotros siguió con total normalidad.
Después de aquel día no supe más de Lucifer y Gabriel, si pude detener las pesadillas, ya que Lucifer mismo bloqueo la línea de comunicación que abrieron para atormentarme; sin embargo, después de aquel día nunca más supe nada de ellos; lo agradecía inmensamente, no tenía mucho tiempo para dedicarles.
Alec y Marian se habían encargado de darme un entrenamiento básico para controlar mis impulsos este último mes y mantener mi parte angelical y demoniaca ocultas, hasta que mis padres biológicos decidieran aparecer por estas tierras. Había desistido de interrogar a Derek y Camile; deje que los escoltaran a Azagord, no estaba en condiciones para mantener demonios dentro de un complejo en donde la mayoría de su población eran humanos, que inocentes o no; no merecían estar en peligro.
-Hola cariño- dijo entrando Gregorio a mi oficina- ya terminamos los entrenamientos- me dijo sentándose frente a mí, sonreí al ver sus labios hinchados y sonrosados, realmente Abadon se había tomado la tarea de conquistar a mi amigo muy enserio, ahora solo se le veía sonriendo, o con una mirada brillosa, cosa que antes de la llegada del Ángel, era totalmente extraña de ver.
-Noto que estabas muy ocupado- dije con picaría y él se sonrojo- Hey no te preocupes, me gusta verte de este modo.
-La verdad yo no creo que deba involucrarme de mas- dijo él con una sonrisa apagada- él puede encontrar a su alma gemela y romper mi corazón- dijo y yo solté una carcajada por su ocurrencia, él no se daba cuenta que él era la pareja de Abadon- ¿por qué demonios te ríes? - dijo enojado.
-Abadon- dije por el intercomunicador- ven a mi oficina.
-Si Hakza- dijo él y corto la llamada, dos minutos después, él entro a la oficina cerrando la puerta y sonriendo por la presencia de Gregorio- ¿me necesita? - me pregunto con profesionalismo.
-Si necesito que mires a los ojos a Gregorio- le dije y él abrió la boca sorprendido- es hora de que el mismo se dé cuenta Abadon o vas a perderlo- le dije, asintió nervioso por la reacción de mi amigo- Gregorio mira a los ojos a Abadon- le pedí, él refunfuño sonrojado y dirigió su mirada mi amigo; él sonrió al verlo y suspiro quitándose las lentillas que cargaba para que Gregorio no sospechara nada, inmediatamente sus ojos se tiñeron de una tonalidad arcoíris; Gregorio soltó un jadeo sorprendido y aterrado.
-No te va a romper el corazón- le dije seria- tú se lo puedes romper a él, porque él es tu alma gemela Gregorio- le dije y un par de lágrimas rodaron por su rostro.
-Yo no te merezco- dijo Gregorio y Abadon frunció el ceño, se acercó a él tomándolo fuerte de la cintura.
-Nunca más vuelvas a decir eso- le dijo pegando su frente con la de mi amigo- eres mío de nadie más- dijo él besando sus labios con rudeza, provocando que mi amigo soltara un gemido- eres más de lo que alguna vez pude soñar- mordió su labio suavemente.
-Dios claro que soy tuyo- dijo mi amigo sumiso besando sus labios, carraspee por la escena porno que estaba presenciando- maldita sea no interrumpas- me gruño mi amigo sobre los labios de su pareja.
-Oh claro que interrumpo- les dije escandalizada- no quiero una película porno en vivo- les dije y ellos sonrieron- Gregorio tomate el día de hoy y el de mañana, tú también Abadon.
- ¿Quién va a cuidarte si le diste el día al resto? - me frunció el ceño- es viernes, uno de los días más peligrosos en Nightmare no puedes quedarte sola, hasta a Anabelle le diste el día para estar con Freya, hoy y mañana- me dijo enojado- Alec no vuelve hasta el lunes nena- dijo tratando de razonar conmigo.
-Primero que todo- le dije- yo puedo cuidarme sola perfectamente- le dije enojada- segundo es mi problema que días les doy libres a mis empleados- seguí enumerando- y tercero quiero estar sola- le dije y él asintió- ahora les ordeno que se retiren.
-Pero nena- me dijo Abadon- estas completamente sola- aseguro él- Adriana y Anabelle están recién marcadas, ellas ya son unas lobas, pueden cuidarte.
-Ellas llevan solo un par de semanas siendo lobas Abadon- le reñí por su sugerencia- y ya les dije quiero estar sola, ¿es tan difícil de entender? - les pregunte frustrada.
-Está bien preciosa- me dijo Gregorio besando mi frente, él sabía que tenía momentos en los que no soportaba a nada ni a nadie, agradecía infinitamente que Alec se hubiera ido desde esta mañana con su padre, y regresaba hasta el lunes para estar puntual en los entrenamientos; realmente necesitaba un respiro.
-Gregorio- le detuve- sabes que te adoro ¿cierto? - le dije con un nudo en el pecho por estarle mintiendo, él asintió sonriéndome, hoy se llevaría a cabo un operativo importante y él no debía estar en el por nada del mundo.
-Claro que lo sé- dijo tomando la mano de Abadon- yo a ti también.
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Editado: 17.02.2021