01 - La leyenda del Rock japonés.

Tokyo es la capital del bello país Nippon, ubicada en la zona central del esté de la gran isla llamada Honshu, aunque más concretamente en la región de Kantō, es actualmente la ciudad más poblada de todo el mundo, en conjunto es una de las cuarenta y siete prefecturas de Japón, siendo a su vez uno de los lugares más visitados por millones de turistas provenientes de diferentes lugares. 

Es el centro de la política, economía, educación, comunicación y cultura del país, cuenta también con la mayor concentración de sedes corporativas, instituciones financieras, universidades, colegios, museos, teatros, establecimientos comerciales, además de portar una de las infraestructuras de entretenimiento más grandes del planeta. 

Siendo una de esas mismas infraestructuras de entretenimiento, la inigualable industria de la música, tratándose de una industria qué actualmente es una de las más grandes y populares de todo el gigantesco mundo, grandeza qué al parecer se debe a los maravillosos intérpretes qué han logrado con su gran talento qué sus canciones trasciendan más allá de las fronteras. 

Mismos intérpretes qué a su vez dan todo de sí para lograr trascender a niveles tanto nacionales como internacionales, siendo un tremendo esfuerzo qué al parecer es recompensado con el apoyo incondicional de millones de fans alrededor del mundo, tratándose de un hecho qué además alimenta cada vez más y más la industria de la música en todo el hermoso país Nippon. 

Tokyo - Japón. 

9:00 de la noche. 

La profunda y espesa oscuridad de las tinieblas se encontraba actualmente invadiendo por completo toda la gigantesca e inigualable ciudad de Tokyo, tratándose de un acontecimiento que a su vez no parecía estar impidiendo en lo más mínimo que millones de personas todavía recorrieran en ese momento sus calles, personas que además se podían visualizar disfrutando demasiado del ambiente nocturno mientras se apreciaban visitando los comercios que aún se distinguían recibiendo a todos sus clientes. 

De esta manera otorgándole una inmensa cantidad de vida a una ciudad qué en ese instante se encontraba brillando gracias a la iluminación de los diversos comercios, siendo un escenario repleto de tecnología y belleza qué a su vez dejaría realmente maravillado e impresionado a todo aquél ser humano qué pudiera contemplarlo, ya que no por nada, la gran zona de Tokyo era uno de los lugares urbanos más increíbles de todo el majestuoso mundo. 

Siendo además este hecho completamente reflejado en los miles y miles de diversos turistas qué llegaban al impresionante país Nippon año con año. 

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Pero ahora concentrémonos en un lugar en concretó, más específicamente en uno de los tantos barrios de aquélla bellísima ciudad de Tokyo, el cuál a su vez lleva por nombre Bunkyō, barrio que además porta un increíble centro residencial y educacional, siendo también sede de múltiples hospitales repletos de absoluta tecnología, misma zona urbana en la cuál se encuentra actualmente ubicado uno de los estadios más impresionantes de toda la tecnológica ciudad llena de edificios. 

Tratándose de aquél maravilloso e inigualable estadio llamado Tokyo Dome, inmensa estructura en forma de domo que a su vez es utilizada para albergar conciertos y competiciones deportivas, escenario que en ese preciso instante se distinguía viviendo uno de los conciertos de música Rock más esperados en el país, mismo concierto que se podía visualizar siendo actualmente protagonizado por el famoso cantante juvenil más popular de la majestuosa nación del bello sol naciente. 

Individuo de diecisiete años de edad, portador de un cabello rubio como el sol y de unos ojos azules como el mar, además de poseer unas marcas en sus mejillas como si de un verdadero zorro se tratara, el cuál se distinguía utilizando una playera ligera blanca con el símbolo de un remolino estampado en su zona central. 

Además de estar portando también un ligero pantalón de mezclilla azulado y un par de tenis negros con la suela blanca, aunque lo que más resaltaba de ese joven, era la increíble e inigualable guitarra eléctrica de color amarillo con notable tonalidades negras que sostenía de una forma sumamente firme entre sus manos. 

Chico de cabello rubio que en ese preciso momento se ubicaba en la zona central del escenario mientras las luces del gran Tokyo Dome se encontraban apagadas, siendo solo una luz en concreto la que se apreciaba iluminando a aquél joven que en ese momento se podía visualizar observando el lugar con una gran sonrisa. 

Misma sonrisa en la cuál se distinguía claramente la felicidad que aquél joven de intensos ojos azules cómo el mágico mar se encontraba sintiendo en su corazón, felicidad emocional que se debía al hecho de estar apreciando a tantas personas reunidas para poder ver su concierto en la legendaria estructura con forma de domo, personas que a su vez no dejaban de gritar de emoción y júbilo a causa de la presencia del cantante de música Rock más popular del tecnológico país Nippon. 

Naruto: Sinceramente, no tengo palabras para agradecerles su inmenso apoyo, ver a tanta gente reunida en este lugar...es un sueño cumplido para mi, así que gracias. 

Dijo con un gran agradecimiento reflejado en sus palabras a través del micrófono al seguir observando a las miles de personas presentes en aquél enorme Tokyo Dome, mismas personas que además hicieron retumbar el escenario con un estruendoso gritó debido a lo mencionado por el joven de cabellera rubia como el brillante sol. 

Fans de diversas edades que a su vez se lograban distinguir ligeramente en el oscurecido escenario gracias a las luces otorgadas por sus respectivos celulares. 

Naruto: Iniciemos con el espectáculo. 

Habló con una gran emoción en su tono de voz al seguir enfocando sus ojos azules sobre las miles de personas presentes, para después simplemente comenzar a prepararse para la canción que estaba a punto de interpretar para todos sus fans, de esta manera emocionando más y más a un enorme escenario que en ese momento seguía con las luces totalmente apagadas. 

Así que a los pocos segundos transcurridos y ante un público completamente emocionado e eufórico, una dulce melodía de piano comenzó a escucharse de una manera sumamente suave en aquél oscurecido escenario, de esta manera provocando nuevamente un resonante gritó de emoción por parte de todos los presentes en el Tokyo Dome.  

Dulce melodía de piano que a su vez le estaba indicando a los presentes cuál canción estaba a punto de dar inició, misma canción que al parecer era de las más populares de aquél joven cantante de cabello rubio llamado Naruto Uzumaki, pelirubio que simplemente decidió cerrar sus ojos azules mientras se encontraba disfrutando del ligero sonido de piano. 

Siendo un gesto que se pudo visualizar para todos los presentes gracias a las enormes pantallas que se ubicaban justo detrás del Rockstar más popular del país. 

Naruto: 🎶 Todo lo que necesites, sólo yo lo puedo dar, todo lo que tú quieras, yo lo tengo 🎶. 

Comenzó a interpretar con un tono suave y tranquilo al ritmo de la dulce melodía de piano antes de proceder a abrir de nueva cuenta sus profundos orbes color azul, esto al mismo tiempo que las miles de personas en el Tokyo Dome se apreciaban acompañándolo en la interpretación de la canción como si de un coro se tratara. 

Hecho que no hacía más que alegrar todavía más al joven pelirubio que era iluminado por la única luz encendida en él escenario repleto de estruendosos fans. 

Naruto: 🎶 Necesitas un abrigo, entre mis brazos estarás, necesitas un camino, yo lo pinto 🎶. 

Continuó interpretando con suavidad mientras todas las eufóricas personas lo observaban con una enorme emoción a través de las pantallas del gran escenario, mismo concierto que además en ese preciso momento estaba siendo televisado en millones de hogares del majestuoso e inigualable país Nippon, hogares que a su vez habían pagado una mediana cantidad de dinero para poder presenciar completamente el concierto en sus respectivas televisiones de plasma.  

Siendo un hecho que al parecer le dejó una gran cantidad de dinero a la televisora responsable de transmitir el espectáculo, misma televisora que en ese momento estaba celebrando que la trasmisión estaba resultando un total éxito comercial. 

Naruto: 🎶 Mi muñeca está llorando, mi muñeca está...mi muñeca está llorando, mi muñeca está 🎶. 

Fue lo último que interpretó con una suma suavidad antes de que aquélla tranquila melodía de piano se detuviera totalmente, de esta manera el gigante Tokyo Dome quedando en un absoluto silencio ante un ojiazul que mantenía una radiante sonrisa, el cuál a continuación procedió a acomodarse mucho mejor la gran guitarra eléctrica que sostenía con sus manos. 

Mismo joven que inmediatamente hizo resonar su guitarra amarilla con negro, tratándose de una acción que a su vez provocó que las luces del escenario se encendieran finalmente ante un público que estalló en una absoluta emoción, todo esto mientras el cantante de Rock llamado Naruto Uzumaki continuaba tocando su instrumento de una forma impresionante. 

De esta forma demostrando su increíble habilidad al momento de tocar la guitarra, siendo un instrumento que llevaba practicando desde que tenía siete años, tratándose de una edad en la cuál le dedicó horas de su vida a la práctica, así que actualmente podía presumir de una gran experiencia al instante de tocarla. 

Naruto: 🎶 Mi muñeca está llorando, pero yo no sé porqué, será que no me quiere, no me quiere 🎶. 

Volvió a cantar pero ahora con un tono mucho más alto al momento de dejar de tocar su maravillosa guitarra eléctrica, aunque al mismo tiempo siendo acompañado por la demás música que se apreciaba sonando de una forma artificial, la cuál se encontraba resonando fuertemente en todas partes de aquél escenario repleto de abundantes personas. 

Individuos que no dejaban de brincar y moverse al ritmo de la música Rock que en ese instante se encontraba escuchándose, mismo acontecimiento que a su vez estaba provocando un ambiente increíble en las instalaciones de aquél gran domo, ambiente que no hacía más que motivar de una forma impresionante al cantante de diecisiete años de edad de ojos azules.  

Naruto: 🎶 Necesitas un amigo, aquí yo mero estaré, pero te pido, que me perdones, perdóname 🎶. 

Una inmensa emoción seguía inundando más y más el corazón del joven de cabello rubio debido a lo fabuloso que estaba resultando su concierto en el Tokyo Dome, tratándose de un hecho que estaba demostrandose en sus miles de fans que en ese preciso instante se encontraban acompañándolo en su gran interpretación, interpretación que desde que el ojiazul comenzó su increíble carrera musical había sido catalogada como una de las más maravillosas en todo el gran país. 

Naruto: 🎶 Mi muñeca está llorando, mi muñeca está...mi muñeca está llorando, mi muñeca está 🎶. 

Un fuerte y ensordecedor gritó volvió a escucharse por parte de todos los fans en el domo cuando el joven de ojos azules procedió a tocar nuevamente su guitarra, mismo individuo de curiosas marcas en las mejillas que en ese instante estaba dejando absolutamente todo su esfuerzo para complacer a sus fieles seguidores. 

Fans que desde muy temprano habían abarrotado completamente las enormes instalaciones del tecnológico domo para poder presenciar el tan ansiado concierto, tratándose de un acontecimiento que sólamente dejó en evidencia la inmensa popularidad que aquél chico de brillante cabellera rubia portaba en ese instante. 

Naruto: 🎶 Mi muñeca está llorando, mi muñeca está...mi muñeca está llorando, mi muñeca está 🎶. 

Más y más gritos repletos de emoción resonaban en el Tokyo Dome mientras Naruto continuaba tocando su instrumento con demasiada dedicación, joven de inigualables ojos azules que a su vez también le estaba otorgando un increíble espectáculo a todos los usuarios que veían el gran concierto por televisión, usuarios que a pesar de no estar presentes en el estadio se encontraban disfrutando de una manera increíble como si verdaderamente estuvieran en el lugar. 

Naruto: 🎶 Sabes, quién fue, tal vez porqué, ella lloró, yo la, quiero, más no quiero, verla triste 🎶. 

El fabuloso sonido de la guitarra del ojiazul se podía visualizar escuchándose perfectamente en todo el escenario, de esta manera dándole un espectáculo de audio a todas las miles de personas presentes en aquél majestuoso domo, domo que en ese momento se encontraba lleno de emoción gracias al exitosísimo concierto otorgado por el cantante juvenil. 

Joven pelirubio que desde sus primeros pasos en la música había dejado asombrados a todos los productores, ya que para ellos era increíble ver como un cantante principiante conectaba de una manera tan rápida con el público Japonés. 

Naruto: 🎶 Yo la hice llorar, yo la hice llorar, yo la hice llorar...yo la hice llorar 🎶. 

Finalizó la letra de su canción al momento de estar tocando su instrumento eléctrico antes de proceder a caminar de una forma lenta hacia el borde del gran escenario, esto a su vez que la estruendosa música Rock continuaba escuchándose ante un mar de fans que no paraban de gritar y gritar debido a la emoción que reflejaban. 

Misma emoción que además se encontraba llenando de una gigantesca adrenalina el cuerpo del famoso joven de intenso cabello rubio como el brillante sol. 

Un último estruendo se escuchó proveniente de la guitarra eléctrica de aquél joven nombrado Naruto Uzumaki antes de que la música parara totalmente, individuo de inigualables ojos azules y marcas en las mejillas que a continuación decidió alzar uno de sus brazos en dirección al techo del gran Tokyo Dome, esto a su vez que una radiante sonrisa repleta de absoluta satisfacción emocional se podía visualizar en ese preciso instante adornando su mirada. 

Sonrisa que además ocasionó que todos los asistentes en las instalaciones quedarán sumamente cautivados debido a la sinceridad de aquélla facción facial, misma facción facial que a su vez era el distintivo personal del chico que en ese instante estaba viviendo uno de los días más especiales e importantes de su vida, misma vida que durante muchísimo tiempo estuvo repleta de sufrimiento y dolor emocional a causa de la pérdida de dos seres verdaderamente importantes. 

Tristeza que desapareció cuándo un gigantesco mar de aplausos llenos de júbilo se escucharon en todo el escenario de parte de todas las personas presentes, tratándose de un increíble gesto que al parecer no hacía más que alegrar demasiado al joven Rockstar que en ese instante se ubicaba sobre el escenario. 

Él cuál seguía con uno de sus brazos completamente alzado hacia el techo del domo ubicado en el barrio de Bunkyō, zona que quedaría marcada para siempre como el lugar en el que se presentó el cantante más popular de la gran nación repleta de absoluta tecnología y cultura. 

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Tokyo - Japón. 

9:30 de la noche. 

Mientras tanto, en una de las tantas áreas empresariales ubicadas en la zona central de la gigantesca ciudad de Tokyo, se encontraba actualmente un pequeño edificio de color blanco y dedicado a la especialización de gestión de talentos, mismos talentos de diversas edades que a su vez ejercían la especialidad de actor de teatro, actor de cine o cantante musical, tratándose de una productora de mediano renombre que en ese momento se apreciaba siendo dirigida completamente por un hombre llamado Ichigo Saitou. 

Siendo un individuo de cabello rubio, aunque un poco apagado por la edad, usa unos lentes de sol de color negro que le dan un aspecto misterioso y elegante, además de llevar bello facial muy corto, tratándose de un hombre demasiado talentoso en su trabajo administrativo, ya que porta un increíble ojo para detectar a los nuevos talentos juveniles, flamantes talentos que a su vez le otorgan un alto e increíble margen de ganancias a futuro. 

Mismo hombre que en ese preciso momento se encontraba ubicado en su oficina mientras observaba de una forma atenta su enorme televisión de plasma, individuo de cabello rubio que a su vez se podía visualizar sentado en su escritorio y siendo completamente acompañado por lo que parecían ser dos hermosas mujeres. 

Individuos femeninos que además se distinguían sumergidos en un absoluto silencio al momento de estar apreciando el aparato electrónico llamado televisor. 

Ichigo: Es...simplemente increíble. 

Comentó con una enorme impresión reflejada en sus palabras al seguir observando el enorme televisor que se ubicaba dentro de su mediana oficina, mismo televisor de plasma el cuál se encontraba trasmitiendo uno de los conciertos de música Rock más esperados en todo el bello e inigualable país Nippon. 

Miyako: No puedo creerlo, es tan joven y ya tiene un enorme público detrás de él. 

Habló con un inmenso asombro en su tono de voz al estar apreciando detenidamente aquél enorme televisor, tratándose de una mujer de piel radiante, cabello rubio cenizo y largo hasta la parte superior de la espalda con un hermoso flequillo colgando del lado izquierdo, además de poseer unos ojos de color vinotinto capaz de enamorar a cualquiera. 

Misma fémina de cabello rubio cenizo que a su vez era la amada esposa del presidente de la empresa Ichigo Saitou, la cuál se podía visualizar en ese preciso instante ubicada de pié justo a un costado del hombre de misteriosos lentes negros. 

?: No por nada es el Rockstar más popular de todo Japón. 

Dijo una joven mujer con un notable asombró adornando su angelical mirada al estar observando fijamente el televisor, siendo una bellísima chica de piel blanca y con unos ojos de color morado con degradación a rosa, además de portar una estrella en cada uno de sus lindos orbes, poseedora también de un largo cabello morado hasta la altura de la espalda. 

Fémina que al parecer vestía actualmente un vestuario bastante casual y normal, a su vez que también llevaba una gorra de color negro posada sobre su largo cabello, de esta manera dándole una apariencia como si de una persona común se tratará. 

Ichigo: Por lo que e escuchado, es un chico muy comprometido con su trabajo. 

Miyako: Así que podemos deducir que gracias a esa dedicación, actualmente está en lo más alto de la música japonesa. 

Dijeron ambos adultos con una suma admiración en sus palabras al continuar observando el concierto de Rock que seguía trasmitiendose por la televisión, tratándose de unas palabras que a su vez lograron hacer que una pequeña sonrisa comenzara a adornar el bellísimo rostro de aquélla joven de largo cabello morado. 

Ichigo: Así que dime, qué te parece, él chico ha logrado llamar tu atención?. 

Preguntó con una notable curiosidad reflejada en su voz al decidir enfocar totalmente sus ojos sobre aquélla hermosa fémina de lindos orbes morados, misma joven pelimorada que rápidamente procedió a dirigir su expresión hacia el gran presidente de la mediana empresa de talentos llamada Ichigo Productions. 

?: Aunque haya logrado llamar mi atención, ¿cómo harás para comunicarte con él y convencerlo completamente?, creó que no será una tarea nada sencilla. 

Contestó con una inmensa duda adornando su mirada al seguir observando al hombre de lentes negros, siendo una duda que en ese instante también se apreciaba compartiendo con la bella y elegante mujer llamada Miyako, fémina que aún continuaba sorprendída con la tremenda popularidad que aquél chico de marcas en las mejillas poseía. 

Ichigo: De eso no te preocupes, el representante de ese chico es un viejo amigo mío, estoy seguro de que aceptará ayudarnos totalmente en este proyecto. 

Decía con una enorme seguridad antes de proceder a cruzarse completamente de brazos ante las expresiones dudosas por parte de las dos lindas mujeres presentes, mismo hombre de corto cabello rubio que a continuación únicamente pudo apreciar como aquélla joven de ojos morados se acomodaba de una mejor forma su gorra, para después simplemente comenzar a caminar de una manera sumamente lenta y tranquila en dirección a la puerta perteneciente a la gran oficina del edificio. 

Miyako: A donde vas...Ai?. 

Exclamó con una ligera curiosidad al estar observando cómo aquélla joven seguía caminando hacia la entrada de la oficina, la cuál una vez que estuvo justo enfrente de la puerta sólamente había decidido detener su camino de una forma tranquila, fémina de largo cabello morado que simplemente procedió a dirigir su inigualable mirada hacia los dos adultos. 

Ai: Estoy muy cansada, así que me marcharé a mi departamento, ojalá el día de mañana obtengamos buenas noticias, dejó todo completamente en sus manos. 

Mencionó con un tono agradable en sus palabras mientras una pequeña sonrisa se podía visualizar reflejada en su expresión, para después solo decidir abrir la puerta de la mediana oficina y proceder a salir de ella de una manera sumamente apacible, de esta forma dejando detrás a los dos adultos que en ese momento habían quedado sumergidos en un total silencio. 

Mismos individuos que a los pocos segundos transcurridos volvieron a enfocar sus respectivos orbes en dirección a la enorme televisión de plasma, televisión en la cuál aún continuaba trasmitiendose aquél gigantesco concierto de Rock protagonizado por el joven pelirubio llamado Naruto Uzumaki, chico de inigualables ojos azules como el mágico mar del sur que todavía seguía entregándole todo a la enorme cantidad de fans que abarrotaban el Tokio Dome. 

Una vez fuera de la mediana habitación, la hermosa fémina de cabello morado había comenzado a caminar a través de uno de los pasillos pertenecientes a la estructura, mujer que al parecer todavía continuaba con aquélla ligera sonrisa adornando su mirada mientras se encontraba pensando en aquél joven cantante de música Rock, tratándose de un chico portador de unos ojos azules que realmente había llamado muchísimo su atención a causa de la gran popularidad que tenía a tan corta edad. 

Siendo un hecho verdaderamente increíble y algo a lo que ella también quería aspirar en un futuro próximo, ya que su enorme sueño en la vida era poder convertirse en la Idol más popular del majestuoso e inigualable país Nippon, sueño que a su vez la llevaría a toparse de una forma inevitable con un joven que al parecer cambiaría todo su gran mundo. 

joven que en un futuro le entregaría dos pequeños seres de intenso cabello rubio, adorables seres que además también heredarian unos singulares ojos con forma de estrellas completamente idénticos a los que la hermosa pelimorada portaba.

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