15 - El tan esperado dueto.

Tokyo - Japón.

7:00 de la noche.

Finalmente el ansiado día había llegado, aquél día en el que los dos cantantes más populares de Tokyo vivirían una de las colaboraciones musicales más esperadas, aquélla misma colaboración que estuvo en constante producción por las empresas llamadas Konoha Productions e Ichigo Productions desde hace tres meses atrás, increíble evento que actualmente se estaba encargando de emocionar de una manera enorme a toda una gigantesca nación y a su gran cantidad de habitantes.

Diversos ciudadanos que a su vez no dejaban de mencionar con una notable fascinación en sus respectivas palabras a ambos famosos cantantes juveniles, de esta forma demostrandose a más no poder la impecable e indudable popularidad de aquéllos dos individuos dedicados a la exigente industria musical.

Colaboración que a su vez estaba provocando inevitablemente que una notable paralización estuviera invadiendo en ese momento la zona urbana de Tokyo, misma paralización que al parecer no parecía estar impidiendo en lo más mínimo que un gigantesco júbilo estuviera apoderado de todos sus diversos barrios, barrios que además se podían visualizar disfrutando demasiado del ambiente nocturno mientras un inmenso ajetreo se distinguía desarrollándose fuertemente.

De esta manera otorgándole una inmensa cantidad de vida a una ciudad qué en ese instante se encontraba brillando gracias a la iluminación de los diversos comercios, siendo un escenario lleno de tecnología y hermosura qué a su vez estaba repleta de emoción debido al espectáculo que estaba a punto de presenciar en poco tiempo.

Espectáculo que sin duda alguna dejaría completamente en lo más alto de la música Japonesa a la zona urbana repleta de un gigantesco número de edificaciones.

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Pero ahora enfoquemonos en un lugar más en concretó, más específicamente en uno de los tantos e inigualables barrios, el cuál a su vez lleva por nombre shinjuku, bello barrio que al parecer es el lugar más importante y administrativo de la tecnológica Metrópolis, además de ser portador del edificio de Gobierno Metropolitano más grande de la ciudad, el cuál es el centro de la administración de Tokyo y símbolo ciudadano más importante de la parte oriental de la zona.

Barrio que además porta la mayor concentración de tiendas de electrónica, centros comerciales como Odakyu, cines, restaurantes y bares, además de que muchos hoteles internacionales poseen una sucursal en este barrio especial, especialmente hacia el oeste de la majestuosa zona, misma zona urbana en la cuál se encuentra actualmente posicionado uno de los estadios más impresionantes e importantes de toda la tecnológica ciudad llena de edificios.

Tratándose del flamante e inigualable estadio llamado olímpico de Tokyo, inmensa estructura en forma de tortuga que a su vez es utilizada para albergar conciertos y competiciones deportivas pertenecientes a la selección nacional, lugar que en ese instante se distinguía siendo preparado para albergar uno de los conciertos de música Rock más esperados.

Mismo concierto que sería protagonizado por los dos famosos cantantes juveniles más populares de la inmensa nación del bello sol naciente llamados Naruto y Ai, una increíble emoción se podía apreciar actualmente invadiendo las iluminadas y concurridas calles de aquél majestuoso barrio central nombrado como shinjuku.

Emoción que además se reflejaba en las miradas de los miles de individuos que en ese preciso instante se distinguían desplazándose con un sumo entusiasmo, jóvenes de diferentes edades que a su vez se encontraban portando tanto mercancía como vestimenta del Rockstar más popular e importante del país Nippon, fans que desde muy temprano habían empezado a dirigirse hacía la gigantesca estructura donde se llevaría acabó el enorme espectáculo dedicado a la música.

Electrizante evento que también sería transmitido absolutamente por televisión hacia los millones de televidentes que lograron contratar el fabuloso concierto, exitoso evento que a su vez les estaba generando una impresionante ganancia monetaria a todos los involucrados en su impecable producción tras bambalinas.

Aunque en especial, a las dos flamantes empresas productoras de maravillosos talentos juveniles llamadas Konoha Productions e Ichigo Productions, mismas empresas que al parecer se habían encargado de patrocinar a sus respectivos chicos estrellas en diversas cadenas de T.V, radio y redes sociales a nivel nacional.

Enorme patrocinio ante los medios que al parecer había resultado sumamente a la perfección para ambos jóvenes de sólamente dieciséis y diecisiete años.

Chicos de cabello rubio y morado que actualmente se podían visualizar ubicados dentro de las instalaciones de la enorme estructura llamada estadio olímpico, estructura que en ese preciso instante se encontraba dejando entrar poco a poco a los usuarios que habían pagado un boleto para ver el tan ansiado evento musical, de esta simple forma aquéllos mismos usuarios llenando de una impresionante vibra y emoción la edificación que en tan solo unos minutos quedaría abarrotada.

Siendo un asombroso acontecimiento que a su vez estaba dejando absolutamente feliz a los dos representantes conocidos como Kakashi Hatake e Ichigo Saitou, mismos mánagers los cuáles se podían apreciar en ese preciso momento ubicados en los respectivos camerinos pertenecientes a sus famosos clientes.

Artistas que al mismo tiempo se distinguían sumamente alegres a causa del llenado que estaban logrando el las instalaciones del gran olímpico de Tokyo, aunque tratándose más que nada de la fémina llamada Ai Hoshino, la que no podía evitar quedar totalmente impactada debido al gigantesco número de fans.

Cantante de dieciséis años que además esperaba poder ofrecer todo de sí misma en aquél mítico escenario perteneciente a la majestuosa selección nacional de Japón.

Impresionante estadio que actualmente se encontraba siendo supervisado en todo momento por un notable número de individuos dedicados a la total seguridad, seguridad que a su vez mantenía un ojo vigilante sobre todas las personas que seguían introduciéndose a la estructura donde se llevaría a cabo el gran concierto, misma estructura que además mantenía su diversa iluminación absolutamente encendida mientras todo se podía visualizar preparándose con mucho detalle.