Un inmenso ajetreo se había producido fuertemente durante varios días en toda la zona urbana perteneciente a la capital de aquél país rodeado por un gran océano, ajetreo que a su vez fue completamente producido gracias a las importantes cadenas de telecomunicación y a las numerosas redes sociales existentes, las cuáles se habían encargado de difundir a más no poder el exitosísimo evento musical que se llevó a cabo en el estadio nacional nombrado olímpico de Tokyo.
Concierto lleno de estruendosa música Rock que sin duda alguna había logrado romper totalmente numerosos récords de asistencia y ganancias monetarias, de esta forma convirtiéndose en el evento musical más visto de los últimos tiempos en aquélla nación repleta de una notable variedad de grandes montañas rocosas, evento que a pesar de haber concluido hace poco tiempo atrás, todavía seguía sumamente presente en las mentes de las personas que asistieron al gran concierto.
En especial, en las mentes de dos flamantes cantantes juveniles de intenso cabello rubio y morado respectivamente, los cuáles habían tenido que observar con fascinación como sus productoras crecían de una forma verdaderamente enorme, siendo más precisamente, la empresa llamada Ichigo Productions la que más había crecido de una forma gigantesca.
Impresionante hecho que al parecer había alegrado demasiado a los dos elegantes presidentes de esa dichosa empresa de talentos llamados Ichigo y Miyako Saitou, individuos pertenecientes a la competitiva e exigente industria musical que después de varios largos años, lograron cumplir su sueño más grande en la actualidad.
Siendo ese respectivo sueño, el llevar a su empresa productora y a su querida hija adoptiva a lo más alto de la inigualable industria musical del país llamado Japón.
Tokyo - Japón.
1:00 de la tarde.
Mientras tanto, una tranquila reunión se podía apreciar llevándose a cabo en las elegantes instalaciones de la enorme empresa productora Konoha Productions, reunión que al parecer tenía como protagonistas a los dos inigualables artistas juveniles ahora más populares de la tecnológica capital del país Japonés, tratándose de la chica de cabello morado la que a su vez se visualizaba siendo acompañada de una forma incondicional por sus dos flamantes padres adoptivos.
Mismos padres que en ese preciso instante se encontraban portando un semblante sumamente orgulloso en su expresión a causa del éxito de su hija, misma hija de singulares ojos morados con forma de estrellas que actualmente portaba una expresión llena de total victoria reflejada en su hermosa mirada, victoria que al parecer no dejaba de ser contemplada por él cantante de estruendosa música Rock más importante de toda la nación del gran sol naciente.
Chico de profundos ojos azules que a su vez no podía sacarse de la mente la impresionante entrega que la linda Idol demostró en su concierto solo días atrás, de esta forma el joven de marcas en las mejillas cambiando su manera de ver a la fémina que en ese momento era una de las estrellas más grandes de la música.
Joven mujer que además haría todo lo que fuera necesario para poder permanecer completamente en lo más alto de la industria artística del bello país Nippon.
Kakashi: Todo...todo fue un rotundo éxito.
Habló con un tremendo orgullo en sus palabras mientras se encontraba observando con una notable felicidad a los dos cantantes juveniles de Japón, mismo individuo de intenso cabello gris que en ese preciso momento se apreciaba posado de una forma cómoda en la silla perteneciente a su elegante escritorio.
Jóvenes de apellido Uzumaki e Hoshino que a su vez se visualizaban ubicados de pie justo enfrente de aquél mismo escritorio formado de total madera fina, chicos de dieciséis y diecisiete años que en ese instante no podían hacer absolutamente nada para poder ocultar la fascinación de sus respectivos rostros.
Ichigo: Te lo dije desde un principio, que la colaboración sería un completo éxito.
Dijo alegremente al estar observando con una pequeña sonrisa al hombre de elegante traje negro de apellido Hatake, hombre de corto cabello rubio que actualmente se distinguía posado de pié en el costado izquierdo de aquél peligris, mismo peligris que seguía con su mirada enfocada en dirección a los dos chicos de ojos azules y morados respectivamente.
Miyako: De eso no teníamos ninguna duda.
Decía de una forma orgullosa al estar contemplando a ambos jóvenes dedicados a la exigente industria musical de Japón, aunque más precisamente, a la linda y popular Idol de cabello morado portadora de unos bellos ojos con forma de estrellas, mujer de gran apellido Saitou que en ese momento se distinguía posada de pié en el costado derecho del elegante peligris.
Ai: Muchas gracias por confiar en nosotros, nos alegra muchísimo no haberlos decepcionado en lo más mínimo.
Comentó con una suma suavidad en su dulce tono de voz justo antes de realizarle una pequeña reverencia a los tres adultos que se ubicaban justo enfrente de ella, los cuáles como única respuesta, sólamente decidieron otorgarle una sonrisa llena de orgullo emocional a la cantante juvenil perteneciente a Ichigo Productions.
Gesto de parte de los tres flamantes adultos que a su vez había sido recibido con alegría por aquélla misma fémina de simplemente dieciséis años de edad.
Ai: Aunque...en especial a ti Naruto, muchas gracias por confiar en mí.
Exclamó suavemente al proceder a enfocar su linda mirada rumbo al chico que se ubicaba de pié justo a su costado, cantante que a causa de ese comentario también decidió dirigir su expresión hacia la chica de ojos con forma de estrellas, pelirubio que además no pudo evitar sorprenderse a causa de lo que acababa de escuchar sólo algunos segundos atrás.
Rockstar que a su vez pudo notar la verdadera sinceridad en las palabras de parte de su bella compañera de profesión, misma pelimorada que en ese preciso momento se encontraba observándolo de una manera sumamente cálida a los ojos, orbes color morado que actualmente se podían visualizar demostrando un gigantesco y muy notable agradecimiento.