35 - Aqua y Ruby Uzumaki.

Sabes bien, se me dificulta hacerte saber, se me dificulta ver, nada es de tu agrado, sabes que te amo y no lo aguanto, no lo aguanto.

Y fíjate, que los dos prometimos algo que no se cumplió, me lo hiciste otra vez, ya no lo puedo creer, ojalá y un día se te regrese.

Zona rural - Japón.

1:30 de la tarde.

Alrededor de una hora, era lo que había transcurrido desde la gran llegada de los dos pequeños infantes de intenso cabello rubio al misterioso mundo humano, mismo tiempo en el cuál, las cosas parecían haber vuelto a la normalidad dentro de las instalaciones dedicadas a la elaboración de diversos trabajos médicos, siendo este hecho reflejado en la inmensa tranquilidad que en ese preciso momento se encontraba inundando la estructura construida absolutamente de concreto.

Tranquilidad que en ese instante, le estaba encantando a más no poder a la Idol que hace una hora atrás, se había convertido en madre de una manera muy prematura, maravillosa mujer que después de haber vivido una de las experiencias más difíciles e increíbles de toda su vida, se apreciaba tratando de recuperarse físicamente, merecido descanso que actualmente se contemplaba desarrollándose dentro de la tecnológica sala de partos y en total compañía de sus flamantes compañeros.

Siendo aquél joven llamado Naruto Uzumaki, el que no se apartaba en ningún solo momento de la talentosa mujer que más amaba en todo el mundo humano, Idol perteneciente a Ichigo Productions que en ese momento, únicamente podía agradecer con dulces sonrisas lo realizado por su incondicional pareja sentimental.

Cantante de Rock que simplemente no podía evitar quedar encantado con toda la maravillosa situación que se apreciaba viviendo dentro del tecnológico hospital.

Sasuke: Ni como decir que no son tuyos, verdad Naruto?.

Comentó con un poco de gracia en sus palabras al estar recargado de espalda y cruzado apaciblemente de brazos sobre una de las paredes de la sala de partos, mismo comentario que a su vez no haría más que hacer reír ligeramente con diversión a todos los presentes en esa respectiva zona del gigantesco hospital.

Aunque en especial, a su antiguo compañero de la infancia, el cuál, se ubicaba de pié justo a un costado de la cama en la que se contemplaba su pareja, pelirubio de curiosas marcas zorrunas en las mejillas que además se podía visualizar llevando entre sus cálidos brazos a uno de los dos gemelos de intenso cabello rubio.

Siendo más respectivamente, a aquél bebé que había resultado ser un niño, el cuál además del cabello rubio, también heredaría los ojos azules de su progenitor.

Ichigo: Son la completa combinación de Naruto y Ai.

Habló con orgullo en su tono de voz al estar observando fijamente al Rockstar más popular de todo el gran país Nippon, para después de unos cuantos segundos, simplemente decidir enfocar su expresión en dirección a su amada hija adoptiva, misma Idol que en ese instante, se apreciaba sentada cómodamente en uno de los bordes pertenecientes a su cama.

Fémina de dieciséis años de edad que al igual que su pareja, se apreciaba llevando entre sus suaves brazos a uno de sus hijos, aunque a diferencia de el que se apreciaba cargando Naruto, el que Ai Hoshino sostenía se trataba de una angelical niña, pequeña fémina pelirubia que al parecer era portadora de unos encantadores ojos que parecían ser unos inigualables rubíes.

Miyako: Son tan hermosos.

Decía con un gran cariño al todavía no poder creer que los dos infantes finalmente habían llegado al mundo, infantes que a diferencia de cuando nacieron, actualmente se encontraban sumamente tranquilos y en silencio, simplemente contemplando todo lo que les rodeaba en ese momento dentro de la amplia sala de partos del gran hospital.

Naruto: Y que esperaban, tienen una increíble genética.

Dijo orgullosamente antes de que una radiante sonrisa adornara su expresión ante todos los presentes en el lugar, palabras por parte del pelirubio que a continuación sólo ocasionarían que la Idol también decidiera demostrar una sonrisa, de esta forma, ambos cantantes juveniles demostrando su enorme felicidad por el nacimiento de sus inesperados gemelos.

Niño y niña que como herencia de su maravillosa madre, se apreciaban portando en solo uno de sus dos ojos, un bello orbe con singular forma de estrella.

Kakashi: Y díganme, ¿ya han pensado algún nombre para los niños?.

Preguntó con curiosidad en sus palabras al estar contemplando de una forma fija a su querido hijo adoptivo, para después, solo realizar lo mismo con la linda Idol, artistas que durante los siguientes minutos transcurridos, no harían más que mantenerse en absoluto silencio ante la curiosidad de parte de los presentes.

Ai: Ahora que lo mencionas, no tenemos ninguno.

Respondió con una suma diversión en su angelical y dulce tono de voz mientras que a su vez procedía a soltar lo que parecía ser una ligera risa un tanto infantil, misma risa que no haría más que provocar qué una leve gota de confusión resbalara de una forma sumamente lenta por las respectivas frentes de los tres adultos, los cuáles, no podían creer que en los nueve meses en que ambos artistas habían estado en el enorme hospital, no hubieran buscado algún nombre para sus gemelos.

Gemelos de intenso cabello rubio que en ese preciso momento, sólamente se estaban dedicando a escuchar todo lo que sucedía dentro de la gran sala de partos, misma sala de partos que era la única zona del hospital que tenía conocimiento sobre la llegada de los dos seres que eran la total fusión de ambos artistas juveniles, cantantes de la ciudad de Tokyo que a pesar de la gigantesca responsabilidad que poseían actualmente, todavía demostraban ser solo unos adolescentes.

Individuos que a pesar de su corta edad, tenían pensado brindarle todo lo necesario a aquéllos infantes que habían llegado a sus vidas inesperadamente, vidas que una vez que regresaran a la majestuosa ciudad nombrada como Tokyo, se volverían todavía más ajetreadas de lo que ya eran con mucha anterioridad.