37 - El fantasma de la duda.

Tokyo - Japón.

2:00 de la tarde.

Un par de largos días después de aquélla pequeña batalla de miradas protagonizada por los dos inesperados infantes poseedores de un intenso cabello rubio, una importante reunión creativa, se encontraba desarrollándose dentro de las instalaciones del mediano departamento perteneciente a la chica de ojos morados, tratándose de una reunión que al parecer, decidiría completamente el destino o camino que tomaría de ahora en adelante la carrera artística de la bella Idol Hoshino.

Mismo destinó o camino que en ese preciso momento se contemplaba provocandole un notable nerviosismo a la fémina de solo dieciséis años de edad, la cuál en el tiempo actual, se apreciaba sentada en compañía de su gran pareja sentimental sobre el sillón que se ubicaba en la zona de la sala del departamento, jóvenes que además se visualizaban llevando sobre sus reconfortantes brazos a uno de los dos inocentes infantes de orbes azules y rubíes respectivamente.

Gemelos de seis meses de edad que a su vez se apreciaban escuchando la conversación que estaban teniendo sus progenitores con dos elegantes adultos, mismos adultos que actualmente se ubicaban de pié a un par de metros de distancia de aquél par de cantantes juveniles de la gigantesca ciudad de Tokyo.

Par de elegantes adultos que no se trataban más que de los presidentes de la flamante empresa Ichigo Productions conocidos como Ichigo y Miyako Saitou.

Ichigo: Dime Ai, realmente deseas regresar al mundo artístico?.

Preguntó con un poco de duda en sus palabras al estar observando de una forma sumamente analítica a su querida hija de bellos ojos con forma de estrellas, misma fémina que en ese momento, solo se encontraba enfocando sus lindos orbes morados en dirección al pequeño niño que actualmente se apreciaba entre sus brazos.

Bebé de inigualables ojos azules Aqua que además se podía visualizar observando a su progenitora con una pequeña pizca de curiosidad reflejada en su infantil mirada, casi como si aquél mismo bebé pelirubio y de apellido Uzumaki quisiera saber la respuesta que otorgaría la chica más popular de los últimos tiempos en Japón.

Miyako: Yo y tu padre no queremos obligarte a hacerlo si tu ya no lo deseas.

Comentó con una suma calidez en su tono de voz mientras contemplaba con una ligera duda a la mujer que actualmente era madre de dos encantadores gemelos, fémina de largo cabello morado que no hacía más que permanecer en silencio ante la mirada de parte de sus padres adoptivos y del Rockstar Naruto Uzumaki.

Chico de curiosas marcas zorrunas en las mejillas que además se mantenía expectante a la respuesta que pudiera brindar su amada pareja sentimental.

Ai: Yo...yo realmente no lo se.

Decía con demasiada duda reflejada en su angelical mirada al continuar enfocando sus ojos morados en dirección a su bebé, bebé llamado Aqua Uzumaki que a su vez solo decidiría acurrucarse suavemente contra el pecho de su gran progenitora, simple acción de parte del pelirubio que únicamente ocasionaría que una ligera sonrisa adornara la expresión de la Idol.

Ai: Yo deseo retomar mi carrera musical...pero también deseo pasar el mayor tiempo posible con mis hijos.

Habló con suavidad en sus palabras al continuar apreciando al infante que se ubicaba posado en su reconfortante regazo, para después aquélla misma fémina, sólamente proceder a observar a su encantadora hija de lindos ojos rubíes, la cuál en ese preciso momento, se distinguía observando de una forma sumamente sonriente a su progenitor.

Misma niña de intenso cabello rubio que a su vez se podía visualizar acurrucandose con demasiado cariño al chico de curiosas marcas zorrunas en las mejillas, escena que no hacía más que encantarle a más no poder a la bella joven más importante de la empresa formadora de nuevos talentos nombrada como Ichigo Productions.

Ai: Si regreso a ser una Idol, no podré pasar el tiempo necesario con Aqua y Ruby.

Dijo con un toque de tristeza justo antes de decidir dirigir su hermosa expresión hacia sus dos elegantes padres adoptivos, individuos portadores de una elegante vestimenta que al parecer estaban escuchando con atención a su única hija, hija de ojos con singular forma de estrellas que actualmente estaba pasando por una batalla interna sumamente difícil.

Ai: Pero por otra parte...quiero tener nuevamente el mundo en mis manos.

Exclamó con un tono un tanto serio y con una ligera pizca de deseó mientras seguía contemplando fijamente a los dos presidentes de la gran Ichigo Productions, mismas palabras que al poco tiempo transcurrido, provocarían que el chico llamado Naruto Uzumaki dirigiera su mirada en dirección a la Idol pelimorada.

Cantante de diecisiete años de edad que en los ojos de su pareja pudo ver reflejado el gigantesco deseo de esta misma por volver a los mágicos escenarios musicales.

Miyako: Si decides volver a ser una Idol, debes de saber que te espera un arduo trabajo por delante, ya que prácticamente tendrás que comenzar de nuevo.

Mencionó con una notable seriedad en su dulce tono de voz al estar posando sus bellísimos ojos color vinotinto en dirección a la chica de solo dieciséis años, misma fémina de largo cabello morado que al parecer, había decidido sumergirse en un profundo silencio ante la expresión fija de parte de sus dos padres adoptivos, presidentes de Ichigo Productions que a continuación pudieron contemplar, como aquélla misma Idol acorrucaba su cabeza contra uno de los hombros del Rockstar.

Chico de intenso cabello rubio que al parecer se había mantenido simplemente al margen de lo que estaba ocurriendo entre su pareja y los dos representantes, mismo Rockstar de ojos azules que en el tiempo actual, se podía distinguir apreciando con un poco de preocupación a la mujer que más amaba en el mundo, preocupación que se debía al notable conflicto interno que en ese momento estaba padeciendo la madre de sus inesperados gemelos de cabellera rubia.