41 - Un encuentro entre Idols.

Todo lo que yo me dedico a hacer, es solo una simple distracción, del hecho seguro que sufriendo yo acabaré, eventualmente moriré.

Sufro de una enfermedad mental y sentimental, soy un ególatra convencional, oh, yo sé que al final me rechazará.

Que no, ya lo tengo, pero es lo que siempre yo he tenido, el sí, es mucho más difícil de conseguir, que poder hacerla reír, no, eso es más complejo.

Sufro de una enfermedad mental y sentimental, soy un ególatra convencional, oh, yo sé que al final me rechazará.

Me dijeron también que ella se lo pierde, pero no logro entender, ¿cómo es que alguien podría perder algo?, si ni siquiera logró ganarlo.

Sufro de una enfermedad mental y sentimental, soy un ególatra convencional, oh, yo sé que al final.

Sufro de una enfermedad mental y sentimental, soy caballero demencial, oh, yo sé que al final me rechazará.

Tokyo - Japón.

2:00 de la tarde.

En el tiempo actual, una inmensa cantidad de trabajo artístico, seguía inundando en su totalidad la vida de la adolescente de ojos con singular forma de bellas estrellas, tratándose de un arduo trabajo que para muchísimas personas ordinarias, resultaría demasiado excesivo para una joven mujer de dieciséis años de edad, fémina de apellido Hoshino que a causa del gigantesco deseo de regresar a lo más alto de Japón, se encontraba tratando de soportar toda aquélla sofocante presión.

Esfuerzo por parte de la bella Idol que a su vez no hacía más que hacer sentir realmente orgullosos tanto a sus padres adoptivos como a su pareja sentimental, mismos individuos que todos los días, ponían sobre la talentosa fémina portadora de una cabellera morada, una inmensa cantidad de apoyo incondicional, apoyo que era lo suficientemente fuerte para motivar a más no poder a la fémina más importante de la segunda empresa productora más grande de la zona urbana.

Madre de dos pequeños gemelos que en ese preciso momento, se apreciaba ubicada en la amplia zona de ensayos perteneciente a Ichigo Productions, lugar que al parecer, tenía en su interior todo lo necesario para que la linda e inigualable Idol pudiera realizar sus diversas prácticas sin ningún solo problema de por medio.

Hecho que no hacía más que incrementar de una forma notable el tremendo rendimiento que la pareja del Rockstar más popular de Japón podía tener a futuro.

Ai: No...no puedo...más.

Comentó con un notable cansancio físico y de una forma sumamente entrecortada al momento de estar posada de pié justo en el centro de aquélla zona de ensayos, misma fémina de ojos morados que además podía sentir como su corazón palpitaba a gran velocidad mientras unas gotas de sudor resbalaban por su frente.

Maravillosa mujer de dieciséis años que a su vez sentía con incomodidad como su vestimenta se encontraba totalmente humedecida a causa de su sudor corporal.

Ai: No...no recordaba...lo agotador que solía...ser esto.

Decía con un sumo cansancio en sus palabras al estar tratando de controlar su agitada respiración ante un escenario que se apreciaba completamente solitario, siendo este acontecimiento más que debido a que la popular Idol de apellido Hoshino tenía posesión de la amplia zona de ensayos por el tiempo que ella quisiera.

Ai: Creó...creó que por hoy...será suficiente.

Dijo con un tono suave en su voz justo antes de proceder a sacar de uno de los dos bolsillos pertenecientes a su short deportivo, su flamante celular inteligente, para después la hermosa mujer más popular de la ciudad nombrada como Tokyo, simplemente dedicarse a echarle un vistazo a sus diversas redes sociales.

Redes sociales como Facebook e Instagram que en ese preciso instante, se podían visualizar llenas de comentarios pertenecientes a millones de fanáticos.

Ai: Pronto...pronto volveré a lo más alto.

Habló con demasiada seguridad reflejada en su angelical mirada mientras seguía observando los comentarios existentes en sus redes sociales, los cuáles, solían ser mayormente positivos, mismos que además, lograban subirle muchísimo el ánimo a la fémina que actualmente era madre de dos gemelos de cabello rubio.

Ai: Pronto volveré a estar a tu altura Naruto.

Exclamó felizmente mientras decidía enfocar sus pensamientos en aquél Rockstar pelirubio que era el padre de sus dos hijos llamados Aqua y Ruby Uzumaki, mismos pensamientos que al parecer conllevarían a que una dulce sonrisa adornara la flamante expresión de la Idol más importante de Ichigo Productions.

Gran cantante juvenil portador de unas curiosas marcas zorrunas en las mejillas que actualmente, continuaba teniendo el bello mundo por completo en sus manos.

Ai: Muy pronto.

Mencionó emocionadamente al seguir pensando en aquél chico portador de unos inigualables ojos azules como el mar, tratándose de un individuo que todos los días, hacía sentir realmente maravillada a la Idol de orbes con forma de estrellas, mismo cantante de Rock que en ese momento, tenía todo su apoyo puesto sobre la mujer que más amaba en la tierra.

Pensamientos que a su vez fueron pausados de una forma abrupta a causa de un ligero ruido producido por la puerta perteneciente a la amplia sala de ensayos, mismo sonido que al parecer provocaría que la linda chica de largo cabello morado decidiera darse la media vuelta y dirigiera su mirada hacia la entrada de la gran sala, de esta simple manera, la famosa Idol logrando visualizar a una mujer que al igual que ella, se encontraba portando un vestuario sumamente ordinario y cómodo.

Fémina de intenso cabello negro y de sólamente quince años de edad que en ese momento se podía apreciar ubicada de pié justo en la entrada del gran salón, la cuál además se contemplaba demostrando una pequeña sonrisa en su expresión mientras observaba fijamente a la cantante juvenil más famosa de Japón, ojimorada de apellido Hoshino que simplemente se dedicaría a contemplar con un poco de duda y expectación a la recién llegada mujer de orbes púrpuras.